lunes, 4 de mayo de 2020

Dr. HANS LANGEWIESE: “UNO AFIRMA QUE NO LE DEN DE COMER A LAS PALOMAS PARA VER SI ASÍ SE REDUCE SU POBLACIÓN; Y LOS ANIMALISTAS YA TE QUIEREN ASESINAR” (Parte 2)

Para el año 2050 en adelante, en los veranos en el Polo Norte ya no habrá capa de hielo alguna. El Polo Ártico dejará de ser
el hábitat de osos polares y otros animales acostumbrados a las condiciones climáticas en el "techo" del mundo. 
Foto: Dirk Notz.
En la segunda parte de la entrevista que le hizo mi amigo Wilfredo Molina al Prof. Dr. Hans Langewiese, Profesor Emérito de la Facultad de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Gotinga (Georg-August-Universität Göttingen) de Alemania y gran conocedor de la coyuntura política y ambiental en Europa y América del Sur, sobre lo que nos deja la pandemia, el profesor no se guardó nada. Soltó varias perlas que nos hacen reflexionar sobre lo que estamos viviendo y sobre lo que se nos viene. Y para terminar, le mandó un pequeño mensaje al Perú que añora.  


El Dr. Langewiese afirma que esta pandemia samaquea a la humanidad, “a unos más, a otros menos. Esta situación sin precedente solo podría ser superada por una invasión alienígena o por la caída de un meteorito, eventos que tendrían un impacto tal vez mayor”. Lo más cercano a esta pandemia, según el profesor, “son los mundiales de fútbol, dado que por un mes y cada cuatro años, todo o casi todo el planeta se detiene para ver rodar la pelota sobre el gramado. Después de eso, no hay nada más universal. Sin duda, el virus SARS-Cov-2  le dejará a la humanidad una gran cicatriz. Por más que intentemos borrarla y superarla, eso no sucederá”.

Wilfredo Molina: Profesor Langewiese, ¿Cómo explicar que más de un millón de ciudadanos de la potencia mundial, Estados Unidos de América, están infectados con el Coronavirus y que ya tienen más de 60 000 muertos?


Hans Langewiese: Con un presidente como Donald Trump, lamentablemente no podemos esperar otro panorama. Un político que desprecia la vida humana, que se cree dotado intelectualmente y que transita por un equivocado camino liberal, sin lugar a dudas, no es de confiar. No es posible que opte por una posición tan laxa frente a los efectos del Coronavirus. Lamentablemente, en relación a la pandemia, no está solo. Mira los casos de Brasil y México. Con esa triada de presidentes, a mí como “americano adoptado” se me cae la cara de vergüenza y no puedo defender lo indefendible. Recordemos que el número de muertos en los EEUU por el Covid-19 sobrepasa ya al número de estadounidenses fallecidos en la Guerra de Vietnam. Eso nos dice mucho.

Por otro lado, a los “gringos” se les viene un rosario de problemas. Desde que empezó la crisis sanitaria en el planeta, se ha registrado 26 millones de estadounidenses desempleados (la cifra sigue creciendo). Muchos de ellos no tienen ahorros, el sistema de salud no le llega a todos y el número de infectados sigue en aumento. Por supuesto, los latinos y la población afroamericana son y serán los más golpeados.   

Nueva York: la meca del Coronavirus en los Estados Unidos.
Foto: Mark Lennihan. 
WM: En Alemania se discute en los medios de comunicación sobre una “Öffnungsdiskussionsorgien” (traducción del editor: orgias de discusiones sobre el levantamiento progresivo de la cuarentena). Incluso, la Canciller alemana Angela Merkel afirmó que todavía es muy pronto para cantar victoria. Extrapolando esa discusión a tierras americanas, ¿qué se debería hacer?

HL: Sabemos que en Alemania y en otros países se ha tenido una cuarentena “controlada” que apeló a la responsabilidad individual, a que cada uno sepa qué hacer. Y claro, las cifras le dan un respaldo a lo hecho por el gobierno alemán, pero a su vez, ya se empieza a exigir que se vaya “relajando” las restricciones. Es ahí cuando la canciller pidió y exigió que no se empiece a debatir en vano qué es lo que viene; y menos que se le dé tribuna a las especulaciones. Según sus palabras, “el peligro todavía está presente. No hemos pasado la montaña y el hielo todavía es muy frágil”. Es decir, aún falta para salir de esta crisis sanitaria. A los países fuera de Europa, como el Perú, les esperan todavía tiempos complicados.
El Dr. Langewiese piensa que saldremos de esta pandemia
golpeados, pero fortalecidos. 

Sé que no es fácil seguir exigiendo la cuarentena total, sin embargo, se viene una posible segunda ola que nos podría agarrar confiados y cuyos efectos podrían ser igual o más severos para todos. El asesor científico de Merkel en todo lo relacionado al Coronavirus, el virólogo Christian Drosten, menciona que teme “que tengamos un segundo estallido mortal”. Recordemos que Merkel es científica. La canciller hará caso a lo que arrojen los estudios científicos. Estoy seguro que no va a improvisar ni a hacer necesariamente lo que le pidan el pueblo y grupos de interés particulares. Por eso, mucha discusión y orgías de información en temas de esta índole pueden ser contra productivas e infames. Se debe tomar decisiones en base a información certera. No estamos para improvisar.      

La catedra del Dr. Langewiese se centra en estudios geográficos relacionados a la geopolítica planetaria para poder entender cómo es que la humanidad se desenvuelve y qué es lo que nos espera en los siguientes años. En su trabajo pone especial énfasis en la parte ambiental, específicamente en lo relacionado a la fauna silvestre. El doctor siempre cuenta que deseó ser zoólogo, pero que al final se fue por la geografía porque le pareció “mejor” ver todo “desde arriba y no cara a cara”. Nunca pierde la postura y cultiva el humor como un valor incluso superior al académico. Por eso, siempre cita a la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, una de sus referentes intelectuales y de la que dice que es “una mujer con la que podría reír a carcajadas y al mismo tiempo ‘filosofar’ sobre la vida, intentar entender al complejo ser humano y para ver siempre una luz al final del túnel. No todo es oscuro. 

WM: Dejemos el hemisferio norte y vayamos al hemisferio sur. ¿Cómo ve lo que está sucediendo en el Perú?

HL: Estoy siempre al tanto de lo que sucede en el Perú y me da mucha pena constatar que mis “ex paisanos”, como yo los llamo, están haciendo muchas cosas mal. Sin entrar en el campo político, por el cual no deseo transitar ahora, veo con preocupación que la “raza” peruana empieza a aflorar con la postura ya mencionada de “no pasa nada”, “eso es para los otros, no para mí” y con una irresponsabilidad campante. No voy a generalizar por supuesto, no todo es blanco y negro; pero me confundo a veces porque pienso que los peruanos ya han madurado como clase política y ciudadana, pero me doy con la sorpresa, o mejor dicho, me decepciona constatar que todavía eso no sucede. No quiero ser pesimista y decir que el Perú va a seguir creciendo en todos los sentidos, pero hay aún mucho por hacer. Estoy seguro de que el Perú será una potencia en la región. Eso depende casi en totalidad, de ustedes mismos.

WM: Veamos ahora qué sucede allá afuera. Hablemos de las aves. Comentaba que colegas suyos de Noruega afirmaban que estas estarían desapareciendo más rápido de lo que pensábamos.

El loro gris (Psittacus erithacus) es una de las especie de psitácidos
originarios de África de gran demanda internacional como mascota. 
Foto: Suhami Sulaiman - Getty Images
HL: Así parece. Mis colegas noruegos informan que muchas especies de aves se estarían extinguiendo cinco veces más rápido de lo estimado. Aunque suene apocalíptico, debemos tomar esto con calma, pero sin dejar de pensar que estamos en medio de la sexta extinción masiva de especies, originada, por supuesto, por el hombre. Se ha registrado en el planeta cerca de 11 000 especies de aves. Muchas de ellas están altamente amenazadas. En los últimos 500 años se habrían extinguido 187 especies de aves. Eso nos dice casi todo.

WM: Hablando de aves, en una de sus clases se discutió sobre las palomas y dejó entrever su postura “anti palomas domésticas”, con lo cual regresamos otra vez a esa piedra en el zapato, a la que usted reconoce como los animalistas.

HL: Siempre he maldecido a las palomas (Columba livia) pese a que mis conocidos les parece una actitud totalmente contradictoria con mi forma de pensar, por el amor que le tengo a los animales y especialmente a las aves. Pero no confundamos las cosas. Hoy en día, la humanidad se ha contaminado del amor incondicional a los animales; y muchos no entienden (o no quieren entender) que existen animales domésticos que son un peligro para la fauna silvestre. Por ejemplo, los gatos son unos cazadores empedernidos y cazan aves silvestres si no se les vigila. Otros, llevan a sus perros a espacios naturales protegidos o a lugares donde hay aves anidando. Los perros defecan y pueden transmitir enfermedades a los animales silvestres o interrumpen y atacan a las aves u otras especies terrestres. Otros humanos sueltan o abandonan a sus perros y estos luego se convierten en asilvestrados; los mismo que en jaurías y en zonas suburbanas o ya en espacios naturales, son un verdadero peligro para los animales silvestres. Pero, ¡anda y diles algo! Inmediatamente te tratan de “monstruo”.

Esta pandemia nos permite ver “el regreso” de la fauna silvestre a sus espacios y quedar fascinando con ello; y a su vez, nos permite ver cómo muchos animales “invaden” las ciudades, como lo hacen jabalíes, ciervos, lobos, osos, aves, coyotes, etc. Esto nos permite también conocer y diferenciar entre fauna silvestre, doméstica y asilvestrada; y conocer sobre especies exóticas invasoras. Pero basta que uno afirme que no le den de comer a las palomas para ver si así se reduce su población; y los animalistas ya te quieren asesinar. Para mí, esa gente es un mal. Son otro virus que no entra en razón. Acá en Alemania, en Perú y en Alaska, son un problema.

WM: Una de las señales más claras de los efectos del calentamiento global del planeta es lo que sucede en el Polo Norte. Usted comentó que ya deberíamos asumir que no hay marcha atrás: se perderá los hielos para siempre. ¿Es así?

HL: La situación es dramática. Todo indica que, así la humanidad cumpla su tarea con la reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero (lo cual ha sucedido parcialmente con la pandemia), los hielos del Polo Norte estarían condenados a desaparecer. Actualmente, la capa de hielo en el mar del Ártico tiene una superficie de 13,26 millones de kilómetros cuadrados. Es el segundo valor más bajo desde que se mide la superficie de esa parte de planeta con fotos satelitales. El colega Dirk Notz de la Universidad de Hamburgo, Alemania, estima que para el año 2050, el Océano Ártico tendrá varios veranos sin hielos perennes. Ya se imaginarán qué podría pasar con los osos polares y las focas. Con ello queda claro que ya no hay marcha atrás. Solo queda adaptarnos y sobrevivir al cambio climático y al Coronavirus.

El Dr. Langewiese nos recuerda que “el virus que nos ha puesto en jaque no se llama Covid-19. Este es el nombre que recibe la enfermedad que el virus SARS-Cov-2 produce en algunos de los infectados”. Además, debemos saber que “muchos pacientes que van a los hospitales y que tienen otras enfermedades, se pueden contagiar con el virus SARS- Cov-2. Algunos de ellos mueren y al dar positivo al virus, se determina que fallecieron a causa de Covid-19. Pero no es tan sencillo saberlo, menos si no hay necropsia”. Todo esto nos demuestra, según el catedrático alemán “que estamos, en algunos casos, actuando a ciegas con un enemigo que nos confunde, nos aterra, nos somete, nos cambia todo el panorama, nos asfixia, nos hará sufrir y que cambiará nuestra actitud frente a los otros humanos y, ojala para bien, frente al planeta. 

WM: En un seminario a su cargo, una estudiante de la República Democrática de El Congo afirmó que en su país se esperaba una muerte masiva de los grandes simios, debido al Coronavirus. ¿Qué sabe al respecto?

Gorilas en el Parque Nacional Kahuzi-Biega en el Congo.
Foto: 
Cristophe Courteau 
HL: Los gorilas, chimpancés, orangutanes y otros simios mayores podrían sucumbir ante el Coronavirus; y podríamos estar hablando de una muerte masiva. Muchos parques y santuarios nacionales en el África ya han bloqueado totalmente el acceso a humanos para evitar una posible desgracia. Si bien no se sabe con seguridad si los efectos del Coronavirus serían letales para los simios y si tendrían los mismos efectos que tiene el virus en los humanos, se sabe de estudios anteriores que enfermedades que pueden ser leves para el hombre, como los resfríos, pueden ser mortales para ellos. En este caso, más vale prevenir que lamentar y de paso se revisa las medidas de protección a estos animales que están muy amenazados. En Ruanda, Uganda y en El Congo se pide que exista una distancia de por lo menos siete metros con los grandes monos. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) exige que sean diez metros. Ya sean siete, diez o más metros, debemos respetar esa medida y extrapolarla a fauna silvestre y a la humanidad.

WM: Así también, nos enteramos por estudiantes de las Islas Maldivas que existen iniciativas para salvar a los corales utilizando una sinfonía musical debajo del agua. ¿Qué hay de cierto en ello?

HL: Los corales son uno de los ecosistemas más amenazados del planeta. El calentamiento global y específicamente el de las aguas marinas, la sobrepesca, el exceso de CO2, en la atmósfera (con la consecuente acidificación del agua marina y la reducción de O2), la contaminación y el turismo mal manejado, han ocasionado que los corales empiecen a desaparecer. Primero se “blanquean”, ya que los microorganismos que allí habitan pierden su color y luego mueren. Al final, los corales parecen cementerios marinos. La consecuencia de esto es que el hábitat de muchos animales y plantas marinas desaparece, con el efecto negativo para este importante ecosistema. Recordemos además que los corales saludables son barreras naturales que evitan que varias islas, como las Maldivas, sean inundadas por el océano. Existe por suerte un buen número de proyectos de conservación de los corales. Así, se ha descubierto que la misma acústica de los corales es de suma importancia para hacer que los peces se instalen en ellos. Por eso, se colocó parlantes subacuáticos en corales muertos de la Gran Barrera de Corales en Australia y se dejó sonar la música: el sonido de un arrecife sano. A los 50 días, la población de peces y otros seres que los habitan era el doble. 
Corales australianos totalmente degradados.
Foto: Kyodo News- Getty Images.

Al concluir la entrevista, el Dr. Langewiese nos aconseja que no caigamos en la desesperación, que mantengamos el optimismo, que no consumamos toda la información que ronda por doquier y que no tiene asidero, ya que “es veneno puro que solo nos confunde, nos trauma y nos hace perder el tiempo”. En estos tiempos, para el doctor, “solo nos queda sacar a relucir la fortaleza, solidaridad y templanza humana y afinar el sentido de la supervivencia, lo demás viene solo”.

Finalmente, el Dr. Langewiese le mandó un mensaje a su añorado Perú, en especial a sus ex “compatriotas charapas” (aunque me dice que ese término no le gusta porque no es el correcto para llamar a los amazónicos): Por favor demuestren que sí se puede combatir un mal universal con acciones cívicas que denoten responsabilidad y ganas de superar este mal momento. No es momento de desafiar la legalidad, ni de hacer como que no pasa nada. Piensen en sus hijos en lo que les van a dejar. No es momento de diezmar a nuestras familias. Esto no es una broma ni un juego.

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