miércoles, 20 de mayo de 2015

PERÚ: PAÍS DE INVASIONES Y DESALOJOS (II)


Áreas deforestadas convertidas en terrenos de cultivos y construcciones
en pleno Santuario (julio 2006). Foto: Enrique Angulo Pratolongo.

Continuando con la entrega anterior, veamos cómo es que se realizó el desalojo final de los invasores en el Santuario Histórico Bosque de Pómac (SHBP) en enero de 2009, sin perder de vista el rol de la Coordinadora Nacional de Rondas Campesinas que andaría pululando por ahí ofreciendo su “apoyo desinteresado”. Además, es pertinente recordar la gran labor del ex Ministro del Ambiente, el Dr. Antonio Brack Egg y de otros actores comprometidos con este suceso histórico. Por último, veamos qué lecciones se puede sacar de lo sucedido. Y es que en nuestra porosa institucionalidad, las mafias se van introduciendo y enquistándose casi sin resistencia alguna, dejándonos un país debilitado frente al embiste de la corrupción. A ello debemos sumarle los cada vez más comunes conflictos socioambientales que también debilitan nuestra golpeada sociedad.

Estas líneas están dedicadas a la memoria de los policías caídos Carlos Alberto Peralta Padilla y Fernando Hidalgo Ibarra y del ex Ministro del Ambiente, Antonio Brack Egg. 

Como se mencionó en la entrega anterior, a mediados del año 2008 se llegó al fin del proceso legal que sentenciaba el desalojo final de los invasores del Santuario. Es decir, las más de 120 familias asentadas en casi la cuarta parte del SHBP debían irse. Estas ya habían deforestado casi 600 hectáreas de las cerca de 2000 invadidas. Para llevar a cabo dicho mandato legal inapelable, la organización sin fines de lucro ProNaturaleza – Fundación Peruana para la Conservación de la Naturaleza, mediante la segunda fase del proyecto “Gestión participativa para la conservación y desarrollo sostenible del Santuario Histórico Bosque de Pómac y su Zona de Amortiguamiento (ZA)”, apoyó decididamente en tal empresa, la cual no hubiese sido posible sin el soporte de varios actores que se pusieron la camiseta, con el firme propósito de salvaguardar nuestro patrimonio natural.

Para tal fin, el equipo técnico del mencionado proyecto —en conjunción con el Comité de Gestión (CG) y la Jefatura del SHBP— formaron un equipo de trabajo que recibió el sostén de la sociedad civil y de diversas organizaciones de Lambayeque. Entre ellas figuran el Museo Nacional Sicán; el novísimo Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) y por ende el recientemente creado Ministerio del Ambiente (MINAM); la Fiscalía de Ferreñafe y diversas autoridades locales incluyendo a las Rondas Campesinas de Pítipo y Ferreñafe. A esto, es imprescindible recalcar que no se puede meter en un solo saco a todas las rondas campesinas. Las hay de cal y las hay de arena. 

   Zona de Amortiguamiento del Santuario. Foto: Enrique Angulo Pratolongo
Como primera estrategia se intentó disuadir a los invasores para que desalojen el Santuario de manera pacífica, pero como sabemos esto no sucedió. Por ende, la estrategia fue reformulada y se reorientó los esfuerzos, con el propósito de sensibilizar a los invasores y al Poder Judicial sobre lo que estaba sucediendo y estaría por suceder. Adicionalmente, se puso énfasis en las acciones a tomar antes, durante y después del desalojo que hasta ese entonces era inminente.

El 12 de enero de 2009 se reunió todo el equipo técnico con los funcionarios del MINAM, del Gobierno Regional de Lambayeque, de las Direcciones Regionales Sectoriales, así como con la Jefatura de la Policía Nacional del Perú (PNP) en Chiclayo y con la Jueza de turno. La suerte estaba echada, solo había que definir cómo y cuándo se iba a realizar finalmente el tan ansiado desalojo.

En la recta final

Ya para el 13 de enero se había instalado una Sala de Prensa en Chiclayo (en las instalaciones del Instituto Nacional de Cultura), la que a su vez fungió de centro de operaciones. Además, se sumaron a este esfuerzo la Asociación Cracidae Perú, la Universidad Señor de Sipán y otras asociaciones locales. A esas alturas del partido, la PNP ya tenía su propio plan de operaciones y en coordinación con el equipo técnico del proyecto, el 16 de enero de 2009 se inició la campaña de persuasión a la población ilegalmente asentada en los sectores Poma II y Paleria. Para ello, se difundió spots radiales y se arrojó, como ya se mencionó, volantes desde el aire.

Y como muestra del compromiso pacífico del proceso de desocupación del Santuario, el 19 de enero se realizó una concurrida vigilia en Chiclayo. Posteriormente, el 20 de enero llegaron a la Sala de Prensa diversos periodistas locales y nacionales a cubrir el evento, para lo cual fueron acreditados e informados sobre los hechos. De manera paralela, se formó un comité de emergencia en el cual participaron ProNaturaleza, la Asociación Cracidae Perú, la Gerencia de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Gobierno Regional de Lambayeque, la Dirección de Turismo y Comercio Exterior, entre otros actores locales. Su principal objetivo fue el de atender los requerimientos básicos (alimentación, agua, albergue, luz y otros) del personal policial y de apoyar en la coordinación interinstitucional.

¡Manos a la obra!

El 20 de enero a las 11.00 horas se inició el proceso de desalojo desde el caserío El Progreso (ex Ojo de Toro), ubicado al norte del Santuario. Así, después de haber controlado a la turba inicial que había abandonado una barricada encendida cerca al puente Montalván, el contingente policial ingresó al sector Palería II velando siempre por la integridad de los jueces, los periodistas y de todos los involucrados. En el ínterin, la policía capturó a varias personas que promovían la violencia y lograron ubicar una casa en la cual se había almacenado cerca de 40 bombas molotov. Al llegar a Palería II se evaluó las siguientes acciones a realizar. Una de ellas fue intentar conversar por última vez con los pobladores del caserío, lo cual nunca se dio por la intransigencia que estos mostraron.

Casi la cuarta parte del Santuario estuvo invadido.
En ese momento (cerca de las 12.50 pm) se supo que el personal de la PNP tenía dos víctimas mortales: el SO2 PNP Carlos Alberto Peralta Padilla (27) y el SO3 PNP Fernando Hidalgo Ibarra (19). Si bien se discute si se cometió un error táctico al enviar personal de la División Nacional de Operaciones Especiales (DINOES) de la PNP como parte de un contingente de avanzada que no conocía muy bien la zona, la violencia mostrada por los invasores y sus “aliados” no tiene justificación alguna.

Por otro lado, como parte del reporte de los jueces a cargo del operativo se logró saber que las casas del caserío estaban vacías, Es decir, los pobladores ya habían interiorizado y aceptado que iban a ser desalojados indefectiblemente. Además, se sacó los enseres y algunos muebles del colegio y de la iglesia para ponerlos a mejor recaudo. Acto seguido se demolió todas las construcciones del caserío. El día 21 de enero se retomó las acciones de demolición de la infraestructura y el 22 de enero se continuó con la demolición de las casas de adobe que conformaban el caserío de Palería I. Al terminar el día, la Juez a cargo intentó entregarle al Jefe del SHBP los terrenos desalojados, sin embargo, el área legal del Santuario se opuso solicitándole al presidente de la Corte Superior de Justicia que cumpla con la erradicación total de los cultivos y con el cierre de los pozos de agua en toda el área invadida.

De esta manera, del 23 al 31 de enero se georeferenció todos los pozos tubulares, mixtos y a tajo abierto, así como las áreas agrícolas instaladas en el área invadida; y de manera paralela se erradicó todos los terrenos de cultivo, se cerró los pozos y se terminó de demoler las casas con maquinaria pesada. Con ello se dio fin al tan ansiado desalojo.

Antonio Brack Egg: el intachable ministro que se metió con zapatos y todo

El en ese entonces recientemente creado MINAM no pudo tener un mejor primer encargado de esa cartera. Antonio Brack Egg marcó un camino para el futuro ambiental en el país. Los que lo conocieron saben que Brack Egg estaba totalmente comprometido con su labor. Por eso, no dudó en apoyar incondicionalmente todo el proceso del desalojo. El apoyo político en este caso fue fundamental, dado que el mandato judicial ya estaba expedito para ser cumplido y solo faltaba el apoyo desde el Gobierno central. Para ello, el primer Ministro del Ambiente jugó un rol preponderante como figura política y motivadora que “bajó al llano” para vivir de cerca todo el proceso.

Cuentan los protagonistas que en el segundo día del desalojo final (el 21 de enero) el Ministro Brack llegó a la zona con el Ministro del Interior de ese entonces para supervisar las acciones y brindar todo el apoyo necesario desde el Poder Ejecutivo. Al llegar, algunos periodistas habían azuzado a los policías para que le reclamaran al ministro (aprovechando “sus cámaras”) la entrega de agua y alimentos. Ante ello, Brack respondió que había “rancho frío” y para dar muestra de ello sacó de su bolsillo una lata de anchoveta y un paquete de galletas afirmando que siempre que iba a campo llevaba lo mismo, por lo que estaba en igual condición que todos los presentes.

Otra anécdota similar refiere a que una representante de la Cruz Roja le incriminó al Ministro Brack de que se le dé solo atún en lata a los policías y que se les debería dar mejor “rancho”. Acto seguido, el Ministro sacó su lata de atún y respondió: “no solo los policías comen atún, sino también los ministros”. Su presencia en el lugar de los hechos fue bastante motivadora para todos los involucrados e hizo que se acrecentarán las esperanzas de recuperar el Santuario. Además, sus declaraciones en la prensa permitieron que la opinión pública sepa que la posición del Gobierno era realizar el desalojo para cumplir con lo dispuesto por el Poder Judicial.

Adicionalmente, en su gestión, el MINAM dispuso la realización de medidas a favor del Santuario tras el desalojo final, tales como construir un cerco perimetral en el área recuperada y alentar el desarrollo de proyectos de reforestación a cargo de ProNaturaleza y de otras instituciones, así como de la cooperación internacional. Sin lugar a dudas, no nos queda más que reconocer el importante y consecuente rol que tuvo el Ministro Brack y elogiar su calidad humana. Estimado ministro descansa en paz y ten la plena seguridad de que los que vivimos de cerca y de no tan cerca esta experiencia sabemos que este hito histórico, del cual fuiste una figura clave, marcó un antes y un después en la historia de la conservación ambiental en el país.

Pensé acabar con esta entrega, pero no es así. Viene la última mediante la cual conoceremos algo más sobre los antecedentes del desalojo final. Además sacaremos algunas conclusiones.


Mayo 2015

Artículo publicado en la versión online de la revista Rumbos:

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