En la
entrega anterior me referí al Boletín de la Unión de Ornitólogos del Perú y a
sus inicios, cuando era un simple pasquín, allá por el año 2006. A partir de ese
entonces, el boletín fue sacado a flote por un puñado de entusiastas seres
humanos que intentaban hacer algo por la ornitología nacional. Hoy, casi 10 años
después, estamos frente a una potente herramienta de divulgación científica que
ha dado pasos agigantados y que tiene para rato. En el ínterin, el que escribe
asumió (no recuerda cuándo) la tarea de editarlo y como las dudas van y vienen,
sospecha que las fogosas editoriales que escribe afanosamente para cada nuevo número
no son leídas por muchos. Por ello, decidió darles un espacio. He aquí su
testimonio.
El autor continúa con lo escrito en la entrega anterior.
De esta manera, podemos conocer algo más sobre el boletín. En marzo de 2010
apareció el Volumen 5 Número 1. En él se incluyó información de interés y tan
solo tres artículos. La editorial de ese entonces decía lo siguiente: “Agenda ornitológica apretada. (…) hacemos
un llamado importante a todos los interesados en nuestra avifauna ya que para
el próximo año, el Perú será el anfitrión (por primera vez) de un Congreso
Ornitológico Neotropical, el mismo que se hará a la par del VIII Congreso
Nacional de Ornitología. Para ambos eventos se ha elegido al Cusco, una ciudad
emblemática que nos representará dignamente. Es necesario que todos pongamos el
hombro para dejar una vez más a nuestro país en alto”.
Así también afirmaba que “(…) Como ‘potencia ornitológica’ debemos hacer aún más en el campo
académico y de la investigación científica para poder incluir en el debate
público, con fundamentos sólidos, técnicos y reales, el tema referente a la
diversidad biológica y específicamente aquel relacionado a la avifauna peruana.
Es sumamente necesario tener información actualizada y precisa sobre el estado
situacional de nuestra flora y fauna. Así, ante los vacíos de información y los
cambios que se avecinan debemos estar en la capacidad de imponer argumentos
contundentes que permitan tomar decisiones precisas que beneficien a nuestra
diversidad biológica. Un grano de arena es el presente boletín. Necesitamos más
granos de arena si queremos avanzar (…)”.
En julio de 2010 apareció el Volumen 5 Número 2 que
incluyó seis artículos y un consecuente mayor número de páginas. En esta
ocasión se fue dejando de lado los “avisos” y las notas informativas pequeñas
para darle más cabida a artículos científicos. La editorial que escribí lo dice
por sí misma: “Alzando vuelo. En este
segundo número del 2010 iniciamos una nueva etapa del boletín de la Unión de
Ornitólogos del Perú (UNOP). Y es que dada la necesidad de buscar un
afianzamiento en el mundo científico, buscamos conferirle un carácter más
académico a los siguientes números, con el fin de obtener y mantener un boletín
especializado que se convierta en un referente en nuestro país, y por qué no en
otras plataformas internacionales”.
Agrego además que “para
tal fin, son necesarios diversos elementos. El principal de ellos es la
colaboración constante de todos los que apuestan por alcanzar esta meta. Sin
sus reportes, comentarios y observaciones no podemos anhelar ubicar a la
ornitología peruana en el sitial que se merece. Asimismo, invocamos a todos los
interesados en participar activamente en la construcción de este espacio divulgativo
para abarcar la mayor cantidad de tópicos en aras de fortalecer el intercambio
de información en vista de los grandes retos que se ciernen sobre el mundo
ornitológico peruano”. Seguíamos creciendo.
En diciembre del 2010 apareció el Volumen 5 Número 3. Si
bien mantuvo el mismo número de artículos que el número anterior, seis, el
número de páginas aumentó y ya era notorio el cambio en el boletín que todavía
seguía siendo “algo” informativo. La nueva ruta se estaba ya cristalizando. En
la editorial incluí lo siguiente: “(…) Es
necesario fomentar el ejercicio de escribir y presentar resultados de manera
ordenada y continua. En esa dirección, desde esta tribuna deseamos fomentar que
los investigadores en los temas que acá nos reúnen —y en otros que sean de interés
también— escriban y adquieren este buen hábito”.
Además afirmaba que “urge
recopilar, ordenar y dar a conocer resultados científicos para poder tener
información de calidad que nos ayude a tomar decisiones, a reforzar puntos de
investigación débiles, a priorizar acciones de conservación y, en especial, a
construir una buena base científica para gestionar nuestra diversidad
biológica. En estos tiempos de crecimiento poblacional y del aumento de
inversiones económicas en muchos campos productivos, es imprescindible poseer
información de calidad que sirva de argumento para validar o discutir un
desarrollo que, en la gran mayoría de casos, no contempla las variables
ambientales que creemos deben respetarse y ser consideradas (…)”.
2011
En junio de 2011 apareció el Volumen 6, Número 1 con una
nueva diagramación y con cinco artículos bastante interesantes Ya se iba
perfilando el rumbo que tomaríamos más adelante. La editorial de ese número: Ad portas de importantes reuniones
ornitológicas afirmaba entre otros que “No
podemos dejar de mencionar el gran trabajo de Manuel A. Plenge quien nos otorga
una recopilación bibliográfica de lujo que nos demuestra (una vez más) su gran
pasión, dedicación y conocimiento sobre nuestras aves. El trabajo realizado
llena un gran vacío de información que nos incentiva a seguir trabajando por
mejorar la generación de la mayor cantidad de investigaciones y resultados
sobre las aves y los distintos aspectos relacionados a ellas”.
Además, apuntaba que el gran trabajo de Manuel A. Plenge
nos ofrece valiosa información para “(…) pasar
a una de las etapas más importantes del análisis científico: la predicción, es
decir, postular posibles escenarios en base a información certera y plantear
soluciones reales y viables. En estos tiempos donde cada día se ciernen más
amenazas sobre nuestra diversidad biológica debemos contar con la mayor
cantidad de argumentos y propuestas que se sustenten en estudios científicos de
calidad y no en meras suposiciones”.
En noviembre de 2011 salió el Volumen 6 Número 2 con seis
artículos, dentro de los cuales, recomiendo para los no muy familiarizados con
las aves y para los que están buscando algo singular, revisar el artículo: Casos
de leucismo en el Gallinazo de Cabeza Roja (Cathartes
aura) en la isla Lobos de Tierra, Perú. En aquella oportunidad, mi
editorial titulada: “Trabajando para un
mismo fin” afirmaba que “A todo esto
debemos mencionar que queda mucho trabajo por hacer. Los ornitólogos y los
especialistas en aves deben ser conscientes que se necesita más información y
que es necesario cultivar más y mejor las capacidades y actitudes para producir
elementos divulgativos y científicos “en papel” que sean sólidos y
contundentes. Pero no solo es cuestión de escribir, sino el tema en cuestión es
utilizar una buena metodología y afianzar conocimientos para plasmar
información relevante que pueda ser utilizada para la investigación científica
en el Perú”.
2012
En el
primer número de ese año pasó algo que me ha quitado el sueño. El Volumen 7
Número 1 ¡no tiene editorial! Como ya lo mencioné, toda esta saga nació casi
exclusivamente por este motivo. Felizmente aún guardo aquel texto que nunca vio
la luz. Su título es (o era) el siguiente: La
importancia de la investigación científica. Y entre otros menciona que: “Cada día se hace más evidente la importancia
de contar con información científica y técnica actualizada para poder saber más
sobre el estado actual de nuestra diversidad biológica, específicamente en el
caso que nos reúne, de las aves. Sale a colación este tema por lo sucedido hace
unos meses en una gran parte de nuestra costa con los ejemplares muertos de
pelicanos peruanos (Pelecanus thagus)”.
Continúo
con lo siguiente: “Ante la
desinformación, la especulación y las abundantes explicaciones carentes de un
sustento científico, es de gran importancia contar con información sobre la
biología de la especie, así como disponer de datos sobre el monitoreo de esta y
otras especies para poder aportar a la opinión pública información certera y
precisa que ayude a explicar este tipo de situaciones de manera clara y
objetiva sin crear pánico y sin dar pie a especulaciones. Es por esta razón
—que parece ser tan evidente, pero que para muchos no lo es— que debemos
aportar al colectivo nacional ofreciendo conocimiento científico”.
Como ya
habrán notado, mi obsesión con la necesidad de generar información científica y
de publicar y usar los resultados para cosas provechosas, es evidente y hasta
ahora me persigue. Debe ser por eso que me metí a estas marismas tan
interesantes. Y pese a que yo no hago investigación científica ni publico mis
textos en revistas especializadas, vivo obsesionado con hacer lo posible para
que sigamos generando y difundiendo resultados serios que generen desarrollo y
nos hagan mejores personas.
De este
número, recomiendo leer, sobre todo a los que viven en Lima, el artículo de
Sergio Nolazco: Diversidad de aves silvestres y correlaciones con la cobertura
vegetal en parques y jardines de la ciudad de Lima.
El Volumen
7 Número 2 apareció los últimos días de diciembre de 2012. Inspirado seguramente
por el clima navideño, llegué a escribir esto: “Una buena señal de que avanzamos es la cantidad (y calidad) de
manuscritos que nos llegan. Es realmente extraordinario saber y constatar que existe
un crecimiento en cuanto a los trabajos científicos en el país. Si bien no
podemos hablar (todavía) de un “boom”, es posible detectar ya un crecimiento en
este campo tan importante para la aplicación (y éxito) de cualquier política
socioambiental en nuestro medio”. Dale con la misma cantaleta, ¡por
Dios!
on 21 June 2009 at Río Palo Santo, Department of Tumbes, Peru. Photograph by Brian K. Schmidt. |
Eso no
queda ahí. Sigo dándole al tema para cerrar el año: “Y en este contexto, es necesario constatar que en el planeta aún se
viene descubriendo nuevas especies de animales y plantas, como es el caso de la
isla Borneo y de la zona del río Mekong en Asia. Es impresionante saber que aún
no conocemos toda la diversidad biológica de la Tierra y que, si traemos esa
realidad a Perú, tenemos tanto para investigar y documentar que lo más
necesario es promocionar esta titánica tarea. Cuántas nuevas especies podrán
ser descubiertas en zonas poco exploradas como la Cordillera de Colán, la del
Cóndor, la Sierra del Divisor, Güeppi, Purús y otras. Es importante empujar el
“coche” de la investigación para conocer qué tenemos, dónde está, cómo se
comporta y cómo debe ser conservado. Asimismo, es imprescindible anotar todos
los nuevos registros, cambios, reducciones o ampliaciones de hábitats de
especies claves para entender mejor los nuevos retos que se nos vienen encima
con los efectos, en el país, del cambio climático —mundial y local— producto
del calentamiento global”.
Ya me
cansé. Esta maratónica tarea de revisar mis editoriales terminará, espero, en
la siguiente entrega. ¡Demos gracias al Señor!
Para revisar los números del boletín de la UNOP del 2006
al 2014, ingresar a: http://boletinunop.weebly.com/
PD: Artículo dedicado al mequetrefe J. Flanagans, por
su capacidad de cacarear —envalentonado seguramente por galones de whisky y
alentado por sus insignificantes patrones—, pese a ser un alma en pena que da
pena por su imberbe presencia y por su rastrera conducta, con perdón de los
reptiles.
Octubre 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario