miércoles, 26 de marzo de 2025

BIENVENIDOS AL NUEVO MORDOR: ¡EL PERÚ! (IV)

 

Hace unos meses, tras un golpe de lucidez y un destello de valor, decidí abrir dos redes sociales para lanzar mensajes sobre diversos temas. Por supuesto, prevalecerán los tópicos ambientales y los relacionados a múltiples aristas en torno a la diversidad biológica. El título de esta serie de videos nació de una visión que tuve tras escuchar a alguien que decía que la situación que atraviesa el país se asemeja al lugar donde reside el “Ojo de Sauron”, en el cual pululan diversos tipos de orcos que solo responden a lo que ordena su amo, sin pensar y sin chistar y que son expertos dejando el caos por donde van.

 

Para no perder de vista los contenidos propalados en las redes sociales, colocaré algunos de ellos acá. Tal vez un entusiasta orco, orca u orque desee leerlos.

 

Científicos australianos han alertado que se está perdiendo la diversidad genética en las diversas especies de animales y plantas que pueblan el planeta. Como se sabe, cada individuo de una especie es distinto, genéticamente, a otro individuo de la misma especie, pese a que cada uno de ello tiene una carga genética similar. En eso consiste básicamente la diversidad genética. Ahora, como se sabe la diversidad biológica está definida como la suma de tres grandes espectros: la diversidad de especies, la diversidad de ecosistemas y la diversidad genética. Algunos investigadores le agregan a esa triada, la diversidad cultural. Esta última, a través de las distintas civilizaciones en el planeta, habría permitido la domesticación de diversas especies silvestres, tales como lobo, guanacos, vicuñas, cuyes, patos y otros animales. Todo ello forma parte de la diversidad biológica.

 

Para llegar a dicha conclusión, los científicos de la Universidad de Sydney analizaron, desde el año 1985 a la actualidad, el material genético de más de 600 especies de animales y plantas. De estas, dos tercios de las especies investigadas han sufrido de una pérdida o alteración de la diversidad genética durante estos casi 40 años de investigación. Se ha determinado que la principal causa de ello es la pérdida de hábitats naturales, ya sea por degradación o modificación de los mismos.

 

Uno de los puntos que resaltan los investigadores australianos es la velocidad en la que esta pérdida se está dando, la cual coincide con la alarmante velocidad con la que estamos perdiendo la diversidad biológica en el planeta. Es por eso que ya muchos hablan de una sexta extinción masiva de especies y de una “desfaunización” de la Tierra.

 

Una de las consecuencias de la disminución de la diversidad genética es la pérdida de la capacidad de las poblaciones de diversas especies a poder adaptarse y “estar en forma” para los cambios que se dan en los ecosistemas donde habitan. Esto último se da, por ejemplo (y de manera muy rápida), a causa del cambio climático y las consecuentes “desgracias” que se suceden como desglaciación, incendios forestales, sequias, desertificación y otras. La pérdida de esta capacidad de adaptarse es fundamental para asegurar la preservación de la especie.

 

El grupo de especies más afectado es el de las aves, seguido por los mamíferos. Asimismo, se determinó que la pérdida es mayor en organismos terrestres que en los marinos. En estos últimos, sorpresivamente, se ha registrado un aumento de la diversidad genética. Otro punto interesante en esta investigación es que esta pérdida se da, al margen de si la especie está incluida dentro de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

 

¿Qué hacer? Como se informa, pese a que casi el 25% de las especies investigadas están en algún espacio protegido, tal situación no es garantía de nada. No obstante, igual se debe por lo menos mantener las áreas que ya están bajo alguna categoría de protección. Eso es mejor que nada. Asimismo, se propone que, tras la identificación de poblaciones “genéticamente pobres”, se evalúe la realización de programas de intercambio genético y la reintroducción de especies, lógicamente bien hechas, no a la criolla.

 

Se propone también la restauración de ecosistemas y la promoción de los corredores de conservación, a fin de garantizar el intercambio genético de poblaciones aisladas. Pero, por supuesto, se debe tener mucho cuidado, pues se puede cometer el error de transmitir alguna enfermedad a poblaciones sanas. La mejor propuesta es, sin duda, la protección de espacios naturales que sean bien gestionados. 

 

Buenas noticias desde Pakistán

 

En las montañas nevadas y remotas del norte de Pakistán se ha dado un hecho que ha llamado la atención de muchos. Se ha podido fotografiar a cuatro ejemplares del poco conocido y escurridizo leopardo de las nieves (Panthera uncia). El fotógrafo de naturaleza Sakhawat Ali pudo fotografiar, el 13 de marzo, a una madre y a sus tres cachorros deambulando cerca al Parque Nacional del Karakoram Central. El leopardo de las nieves es la única especie de su género que no ruge.

 

Estas muestras irrefutables de la presencia de este felino, ha despertado la alegría y esperanza de los conservacionistas, pues esta especie se encuentra categorizada como Amenazada según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza; y es considerada como una de las especies más difíciles de ver en todo el planeta y una de las menos estudiadas. Para lograr este hecho, el fotógrafo siguió las huellas de los felinos durante dos semanas, cerca al K2, la segunda montaña más alta del Mundo, después del Everest.


Según Ali, en su pueblo, están acostumbrados a ver leopardos, pero nadie ha visto cuatro a la vez, ni los más antiguos. Es por eso que estas fotos “valen oro”.

 

Se debe decir que la suerte acompañó al fotógrafo aficionado pakistaní. Inicialmente, Ali solo había visto a la madre solitaria, pero cuando observó huellas adicionales se puso alerta. Así, desde su techo pudo ver con sus binoculares a los cuatro felinos. Rápidamente cogió su cámara y salió en búsqueda de los leopardos. Hasta que llegó el momento y a una distancia de 200 metros pudo fotografiarlos.

 

Pero no todo es felicidad. Los pobladores, vecinos de Ali, están algo preocupados por su ganado, pues temen que los felinos incursionen en sus granjas y ataquen a sus animales domésticos. Los amigos de la WWF Pakistán están saltando en un pie por este registro, pero no dejan de estar preocupados por su estado de conservación. 

 

Por supuesto, ya salió a la luz el discurso de que la población local debe participar desde la concepción hasta la puesta en marcha de cualquier estrategia de conservación. Lo que se busca ahora es que este “gran gato” pueda ser valorado y apreciado en estado silvestre por las futuras generaciones. Ojalá que le vaya bien al también conocido en su hábitat natural como el “espíritu de las montañas” en la región pakistaní de Karakorum.

 

La ranita que viajó de Chile a Inglaterra

 

No estoy en contra de los zoológicos. Tampoco pienso que debemos soltar todos los animales que albergan para que regresen a su hogar porque, “pobrecitos, merecen su libertad”; y menos, que debemos cerrarlos porque son lugares “malos” para los “animalitos” que albergan. Su presencia ofrece bastantes beneficios para la sociedad e incluso para los mismos animales, aunque no lo crean o quieran ver algunos.

 

He aquí un ejemplo. En la Isla Chiloe, en Chile, el naturalista Charles Darwin descubrió, en 1834, una especie muy llamativa de rana, de un color amarillo con verde fosforescente. Como no podía ser de otra manera, se le conoce como la rana de Darwin (Rhinoderma darwinii). No obstante, lo que más llama la atención, no es su color, sino la manera cómo aseguran su descendencia.

 

Tras la inseminación y puesta de huevos en tierra (cerca de 40), transcurren aproximadamente dos semanas (en que los machos esperan estoicos) hasta que los embriones empiecen a dar las primeras señales de movimiento. Después de eso, el macho los “ingiere” con la lengua y los “guarda” en su interior, en un saco vocal hasta que estén completamente desarrollados. Es ahí donde se alimentan y desarrollan por casi dos meses.

 

Luego, salen por la boca del “papá” a enfrentar el entorno. Fascinante. Esta particular especie de anfibio está altamente amenazada por las causas de siempre, pérdida de hábitat por actividades humanas, como la agricultura, ganadería e incluso las plantaciones forestales. Pero el problema es que, a todo ello se le suma un hongo conocido como quitidrio que apareció en la isla el año 2023 y que ha puesto a su población en jaque.  

 

Esta rana, que puede llegar a vivir en estado silvestre hasta los quince años, vio su población en la isla, mermada en casi un 90%, según informa el Zoológico de Londres. Y es justamente este zoológico, la institución que decidió salvar a este anfibio de la extinción. Así lo anunciaron los británicos en diciembre de 2024. Rápidamente se fueron a la isla de Chiloe que había funcionado, hasta ese entonces, como un refugio para estas ranas de tres centímetros de largo y dos gramos de peso. Tras unos días de búsqueda localizaron 53 ejemplares sanos.  

 

Esas afortunadas ranas se fueron hacia Londres: seis horas en barco hasta el continente, luego 15 horas por carreteras hasta Santiago y finalmente, se fueron en avión hasta la capital inglesa. Por supuesto, todo el viaje fue hecho en cajas perfectamente adaptadas para asegurar que estas lleguen bien; y efectivamente, todas llegaran sanas y salvas a su destino. Incluso, apenas llegaron al zoológico londinense, algunas de ellas emitieron sus cantos de tonos altos, característicos de la especie, los cuales se asemejan al de ciertas aves. Eso fue catalogado como una buena señal.

 

Y en febrero de 2025 nacieron 33 ranas, lo cual es celebrado como un gran triunfo, tanto para la conservación de la especie, y porque demostraría que el trabajo conjunto entre científicos y la sociedad civil da buenos resultados.  Ya se está pensando en continuar con estas acciones de conservación tomando en cuenta acciones para garantizar que no se pierda la diversidad genética de la especie.

 

Marzo 2025

 

miércoles, 19 de marzo de 2025

BIENVENIDOS AL NUEVO MORDOR: ¡EL PERÚ! (III)

 

Hace unos meses, tras un golpe de lucidez y un destello de valor, decidí abrir dos redes sociales para lanzar mensajes sobre diversos temas. Por supuesto, prevalecerán los tópicos ambientales y los relacionados a múltiples aristas en torno a la diversidad biológica. El título de esta serie de videos nació de una visión que tuve tras escuchar a alguien que decía que la situación que atraviesa el país se asemeja al lugar donde reside el “Ojo de Sauron”, en el cual pululan diversos tipos de orcos que solo responden a lo que ordena su amo, sin pensar y sin chistar y que son expertos dejando el caos por donde van.

 

Para no perder de vista los contenidos propalados en las redes sociales, colocaré algunos de ellos acá. Tal vez un entusiasta orco, orca u orque desee leerlos.

 

Alemania ha anunciado que el año 2024 cumplió con su meta ambiental. Según el Ministerio del Ambiente teutón, Alemania emitió menos gases de efecto invernadero (GEI) de lo estipulado en sus metas climáticas. No obstante, se reconoce que deben mejorar en dos sectores: construcción y transportes. Los alemanes emitieron 649 millones de toneladas de CO2 en el año 2024, lo cual significa 3,4% menos de lo emitido en el año 2023. Según la normativa germana, se podía emitir un máximo de 693,4 millones de toneladas de CO2 por año.

 

¿A qué se debería este “logro climático”? La principal causa ha sido la reducción de emisión de GEI a través de la quema de combustibles fósiles, como el carbón. Según el vicecanciller alemán y ministro de Economía y Protección Climática, Robert Habeck, “Alemania está encaminado a cerrar su brecha climática”. Así también, el político afirma que los últimos tres años han sido el punto de quiebre de la política ambiental alemana, ya que se han dado diversos avances para cambiar la matriz energética y virar hacia nuevas fuentes de energía limpia. 

 

Con estas cifras, los alemanes esperan que hasta el año 2030 se pueda cumplir la meta nacional. Las cifras son bastante positivas, pues según se estima, se llegará con un saldo “positivo” de 80 millones de toneladas de CO2. Siguiendo esa tendencia, al año 2030, Alemania habrá reducido en un 65% sus emisiones de GEI, en comparación al año 1990; y para el año 2045, sería un país climáticamente neutral.

 

Las “ovejas negras” en todo esto son los sectores de la construcción y del transporte.  En el primer sector, si bien hubo un descenso en las emisiones, debido a que no se usó mucho la calefacción en los hogares alemanes, dado que el clima fue mucho más templado durante el año 2024 (lo cual, por otro lado, confirma el aumento de la temperatura global del planeta), aún no se llega (por poco) a la meta establecida. 

 

En el caso del sector transporte, si bien también hubo un descenso en las cifras, al parecer, como en el sector construcción, no se llegará a las metas establecidas en el 2030.  El problema en este caso ha sido que la demanda y uso de autos eléctricos han disminuido.

 

Finalmente, en el caso de la industria, las cifras se mantienen constantes y este sector sí llegaría a cumplir la meta para el año 2030. SI bien hubo un pequeño aumento en el año 2024, debido a las emisiones de la industria del acero, fierro y la industria química, hubo una reducción en la producción de cemento. Esto último niveló las cifras.

 

En resumen, los alemanes van a paso firme hacia el cumplimiento de sus metas ambientales. ¿Envidia?

 

Tortugas terrestres y de agua dulce

 

Hace unas semanas, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) publicó la “Guía para la identificación de tortugas terrestres y de agua dulce del Perú”, una herramienta valiosa para conocer más sobre estos fascinantes reptiles. Es de destacar el impecable trabajo del herpetólogo peruano Germán Chávez Ipanaqué, quien se encargó de la redacción de los textos.

 

¿Y por qué digo eso? Pues en esta república bananera no faltan algunas y algunos que intentan negar lo evidente y te quieren hacer pasar la tortuga A por la tortuga B, cuando las características físicas de una y otra son tan distintas que no es difícil diferenciarlas. Por eso, este libro deja claramente sentadas las bases para conocer y diferenciar especies, en especial, aquellas que son comercializadas a nivel nacional e internacional; y de esta forma, evitar que nos vendan gato por liebre.

 

Es interesante saber que en el Perú existen 19 especies de tortugas. De ellas, cinco son marinas (de las siete especies que existen en el planeta) y 14 son continentales (de agua dulce y terrestres). Ahora, de las 14, dos son terrestres: la motelo de patas rojas (Chelonoidis carbonarius) y la motelo de patas amarillas (Chelonoidis denticulata). Esta última especie se hizo conocida en nuestro medio por aparecer en la receta de un reconocido chef peruano que fue masacrado en redes sociales.

 

Un detalle a tomar en cuenta es que la motelo de patas rojas está categorizada, según la legislación peruana, como Vulnerable y que en el Perú solo puede ser registrada en una localidad en Tarapoto, en el departamento de San Martín, mientras que existen poblaciones de este reptil desde Nicaragua, el caribe colombiano, la amazonia de Venezuela, Guyanas, este de Brasil, Paraguay y Bolivia. La población peruana está separada más de 500 km de su distribución conocida. ¿Cómo se originó esta población “peruana”? No se sabe a la fecha.

 

En el caso de la motelo de patas amarillas, no se encuentra en la lista de especies amenazadas del Perú y tiene una distribución bastante amplia, en toda la cuenca amazónica y en las Guyanas. Esta especie forma parte de la dieta alimenticia de muchos compatriotas, lo cual sería una de las amenazas a las que se ve sometida. Pero ese es, por ahora, otro tema.

 

Otra particularidad que podemos conocer es que de las 14 especies de tortugas terrestres y de agua dulce, 13 se distribuyen en la vertiente amazónica. Solo existe una especie de ellas que habita en la cuenca del Pacífico, específicamente en el departamento de Tumbes. Esta es, anoten el nombre, la tortuga de casquito de labios blancos (Kinosternon leucostomum).

 

Vale la pena mencionar que estos fabulosos animales son importantes por su presencia en las manifestaciones culturales de diversas civilizaciones en el planeta; y también porque son un recurso alimenticio de sumo valor para diversas poblaciones amazónicas. Adicionalmente, cumplen un rol ecológico importante en las cadenas tróficas. Pueden ser presa de depredadores y ser a su vez predadores. Además, son dispersores de semillas y, como se menciona en la guía, son “testigos del Jurásico”. Es decir, son animales prehistóricos. Vale la pena saber más de ellas.

 

Para acceder a la guía, ingresar a: https://acortar.link/timAsR

 

Testimonio de un oso de anteojos

 

A inicios de marzo me llegó un mensaje anónimo en el que se me remitía el testimonio de un ejemplar de oso de anteojos u oso andino (Tremarctos ornatus). Copio literalmente lo que dejaba expresar este espécimen macho de la única especie de oso que habita en el continente sudamericano.

 

“Te imaginas ser un oso de anteojos silvestre ―un macho alfa (aunque una querida amiga me dice que ese término no le correspondería porque se usa para poblaciones gregarias, situación que no es el caso en este mamífero, pero que en el fondo describe cuál es parte de su rol en estos lugares)― que habita en los bosques tropicales estacionalmente secos distribuidos entre Lambayeque y Cajamarca y que deambulando por esos dominios, entre el Refugio de Vida Silvestre Laquipampa y Chongoyape, siguiendo los rastros de hembras en celo para preñarlas y garantizar la continuidad de mi especie, terminas en un espacio donde habitaría un espécimen hembra recluido en un cerco eléctrico, donde sería (ella) mostrada como un caso exitoso de “manejo sostenible de la fauna silvestre”.

 

Llegas convencido de que podrás seguir tus instintos naturales y luego continuar la marcha por esa parte del país, diseminando semillas, contribuyendo a regenerar los bosques secos, buscando más hembras y aprovechando la época de abundancia de sapote y otros frutos para poder alimentarte a más no poder para enfrentar la época seca, pero te encuentras ahora sin poder regresar a tu hábitat natural porque serías parte en exhibición de una “iniciativa de conservación”.

 

Amigos, ¿qué debería hacer para salir de ahí y poder continuar con el rol biológico y ecológico que cumplo; y contribuir con ello a la continuidad de la población única y particular a la que pertenezco y que habita en la vertiente del Pacífico?, ¿alguna sugerencia? La foto es referencial, ese no soy yo”.

 

A la fecha, no sé cómo ha terminado la historia. Según me comentaron, el oso ya estaría libre, es decir, ya habría sido liberado. Habrá que confirmar esa información y saber realmente qué habría pasado.

 

Marzo 2025

martes, 18 de marzo de 2025

BIENVENIDOS AL NUEVO MORDOR: ¡EL PERÚ! (II)

 

Hace unos meses, tras un golpe de lucidez y un destello de valor, decidí abrir dos redes sociales para lanzar mensajes sobre diversos temas. Por supuesto, prevalecerán los tópicos ambientales y los relacionados a múltiples aristas en torno a la diversidad biológica. El título de esta serie de videos nació de una visión que tuve tras escuchar a alguien que decía que la situación que atraviesa el país se asemeja al lugar donde reside el “Ojo de Sauron”, en el cual pululan diversos tipos de orcos que solo responden a lo que ordena su amo, sin pensar y sin chistar y que son expertos dejando el caos por donde van.


Para no perder de vista los contenidos propalados en las redes sociales, colocaré algunos de ellos acá. Tal vez un entusiasta orco, orca u orque desee leerlos.


Tengo un mensaje para todes les orques. Ahora que estamos en plena temporada veraniega, por favor, eviten acercarse a la fauna silvestre marino costera. ¿Y por qué? Hace unos días me llegó un video de un pescador en Ilo (que es de hace uno o dos años) que alimentaba a un lobo marino chusco macho, al que llamaba hijo; e incluso ante la pregunta de cómo se llamaba el mamífero, dijo: Juan. Se llama Juan. ¡Tremendo fanfarrón! (el hombre, no el lobo). Entiendan por favor: No tenemos por qué alimentar a pingüinos, lobos de mar, pelícanos, tortugas marinas y otros animales. Ellos no necesitan que les demos de comer. ¡ellos se las agencian solos! Y si no pueden hacerlo, mueren. 


Es la ley natural de supervivencia. Así han sobrevivido miles de años. No tenemos por qué intervenir. Y eso no es ser “malo o insensible”, es ser consciente de que la vida silvestre tiene sus propias normas. Si les damos de comer, no estamos haciéndoles un favor. Al contrario, estamos cometiendo un grave error. Primero, podemos transmitirle alguna enfermedad y con ello hacer que un espécimen contagie a toda una población y ahí sí que la cosa se pone fea; o ellos podrían pasarnos algún virus o enfermedad. Ese proceso es lo que se llama zoonosis; y ojo, estamos ante un creciente rebrote de la gripe aviar en las costas del Pacífico. 

 
Segundo: al darles de comer, creamos una dependencia nada sana que más es lo que ocasiona problemas y es fuente de posibles conflictos que siempre terminan mal, casi siempre, para los animales. Si ves, por ejemplo, a un lobo marino en la playa descansando; o a un pelícano o pingüino deambular en playas, rocas, peñas, déjalos ahí. Ellos usan esos espacios porque son parte de su hábitat natural. No necesitan que los manipules para meterlos de vuelta al mar o para que salgan volando.


En el caso de los lobos marinos, por ejemplo, muchos de ellos salen a descansar después de buscar alimento. A veces, las madres, mientras pescan, dejan a sus cachorros en las playas, porque por un oleaje u otra condición no pudieron llegar a las islas o peñas que es donde normalmente están y desde donde salen a pescar. Deja a los animales en paz. Entiende ¡No te necesitan!
 

Si ves por conveniente hacerlo, avisa a las autoridades, pero no te acerques a ellos. Recuerda: la fauna silvestre marino costera ha estado desde siempre y antes que nosotros en estos espacios. Nosotros los hemos invadido. O para ser menos severos, hacemos uso de los mismos lugares. Entonces aprendamos a convivir. 
 

Mas de la fauna silvestre marino costera


Les pido lo siguiente. Si tienes perritos, evita llevarlos a la playa; y si eso es impostergable porque son tus “perrijos”, chequea bien y contrólalos, para que no se acerquen a los animales silvestres que por ahí deambulan en su territorio. Los perros, no es su culpa, van a querer interactuar con los mamíferos, réptiles o aves, los van a corretear, asustar, es normal, pero eso es lo que debemos evitar.


Y dado que estamos en este tema, otra cosa, evitemos humanizar a la fauna silvestre. Los animales, silvestres o domésticos, son animales. Al intentar darle un “valor humano”, creo yo, no les hacemos un bien o un favor. Los “lobitos”, “pajaritos”, “avecitas”, “bebitos” no son “pobrecitos”. No necesitan de tu cariño para sobrevivir. Ellos saben cómo hacerlo.


Preocupémonos mejor de no perturbarlos y de no cometer tonteras como intentar abrigarlos, alimentarlos sin saber qué comen o incluso de querer llevarlos a casa para cuidarlos, “porque lo necesitan, su carita así lo pide”. Lo repito, deja que la naturaleza siga su rumbo. En todo caso, reporta su presencia a las autoridades. Si no estás capacitado para manipularlos, y no tienes razón alguna para hacerlo, evita el contacto con la fauna silvestre, en general. Así de simple.

 
Y otra cosa, querido orque, llévate tu basura de la playa. No seas desconsiderado con el entorno. ¿sabes por ejemplo que pasa con las bolsas de plástico que tiras al mar hijo o hija de la guayaba?

 
Un ejemplo. En el caso de las tortugas marinas, estos réptiles, piensan que las bolsas plásticas son medusas y se las tragan. Esto hace que cuando las bolsas ya están en su estómago, se sientan permanentemente llenas (dado que demora mucho hasta que se degraden) y consecuentemente, dejan de alimentarse, con lo cual, muchas mueren de inanición o intoxicadas. Ya pues mascota, respeta la vida silvestre, disfruta de ella, pero sin perturbarla e invadir los pocos espacios que les hemos dejado. Demostremos que sí se puede, ¿o es muy difícil?


Los no binarios en los nombres científicos


Orcas, orcos, orques les tengo una buena noticia. Y es que en un grupo de Whatsapp, conformado por personas LGTBQ más otro tipo de opciones aún no descritas, me pasaron un artículo de diciembre de 2024, aparecido en el Boletín de Nomenclatura Zoológica, titulado: Una 
sugerencia sobre cómo nombrar especies en honor a las personas no binarias sin romper con la tradición.

 
De esta forma, los autores, primero argumentan que las personas no binarias aparecen desde el principio de la historia humana y las definen como que son aquellas que se identifican con una identidad de género diferente a la que se les “asignó” al nacer. Esto incluye también a personas con identidades binarias (hombre y mujer) y no binarias (es decir, identidades de género que no son ni masculinas ni femeninas)”. ¿qué son? No entiendo.

 
Los autores señalan también que “actualmente vemos que los derechos de las personas transgénero, incluyendo su derecho a existir, reciben cada vez más atención. Esto incluye debates sobre cómo cambiar nuestros idiomas para adaptarlos, sin romper reglas y tradiciones, de una manera respetuosa e inclusiva hacia las personas no binarias”.


 Indican que el inglés ya usa el "they" singular y los neopronombres como pronombres neutrales y señalan que esto no es una modificación de la gramática existente, sino una adición para hacer el idioma más inclusivo. Así, por ejemplo, en Ecuador se descubrió una nueva especie para la ciencia, una hormiga, y se le asignó el nombre científico: Strumigenys ayersthey, en honor al activista y artista estadounidense Jeremy Ayers, que murió en 2016.

 
Los autores van más allá. Proponen una “solución” a esta subrepresentación utilizando las mismas reglas latinas que utiliza el Artículo 31.1.2 del Código de Nomenclatura Zoológica (de uso internacional), con el objetivo de no afectar su estabilidad. Según el Código, los sufijos provienen de las terminaciones de las declinaciones del caso genitivo latino. Las terminaciones -ae y -arum, son utilizadas, respectivamente, para nombres de especies formados a partir del nombre personal de una mujer y de mujeres.

 
Por ejemplo, en el Perú, tenemos a la Lechuza de Koepcke (Megascops koepckeae), en honor a la científica alemana María Koepcke; y al tapaculo de Jalca (Scytalopus frankeae), en honor a la ornitóloga peruana Irma Franke. Por otro lado, las terminaciones -i y -orum, son utilizadas, respectivamente, para nombres de especies formados a partir del nombre personal de un hombre, hombres, o un hombre/hombres y una mujer/mujeres juntos.

 
Dos ejemplos, pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti), en honor a Alexander Von Humboldt; y el cortarrama peruano (Phytotoma raimondii), en honor al naturalista y geógrafo italiano Antonio Raimondi. En base a lo anterior, los autores sugieren usar la tercera declinación del genitivo latino, utilizada para palabras de todos los géneros gramaticales, para nombrar especies en honor a personas no binarias.

 
Sugieren incluir -is para nombres formados a partir del nombre de cualquier persona (incluyendo personas no binarias) y -ium para nombres formados a partir del nombre de cualquier grupo de personas (incluyendo aquellos que incluyen personas no binarias). Finalmente, entre otros, los autores afirman que la propuesta no es “procedimental” (porque no creo que sugieran revisar los cientos de miles de nombres científicos), sino más que todo “destacar cómo las personas no binarias no están incluidas en nuestras prácticas tradicionales de nomenclatura” porque “como se ve en la redacción del Artículo 31.1.2 se usa solo las palabras "hombre" y "mujer”.
 


Finalmente, las, les, los autores sustentan que no solo es una cuestión de proporcionar la posibilidad de que las personas no binarias sean honradas en los nombres de especies, lo cual ya existe, sino que también se buscaría garantizar que las personas no binarias sean tratadas de manera igualitaria a hombres y mujeres por las palabras y regulaciones del Código. ¿Qué opinan?

 
Así que, si ven un nombre científico con su apellido, por ejemplo, en una nueva especie para la ciencia, como el pato multicolor (Anas garciais) o el pato rosado (Anas perezis), averigüen el origen de la nomenclatura de ambas especies. Solo por si acaso.

 
Marzo 2025

viernes, 14 de marzo de 2025

BIENVENIDOS AL NUEVO MORDOR: ¡EL PERÚ! (I)

 
BIENVENIDOS AL NUEVO MORDOR: ¡EL PERÚ! (I)
 
Hace unos meses, tras un golpe de lucidez y un destello de valor, decidí abrir dos redes sociales para lanzar mensajes sobre diversos temas. Por supuesto, prevalecerán los tópicos ambientales y los relacionados a múltiples aristas en torno a la diversidad biológica. El título de esta serie de videos nació de una visión que tuve tras escuchar a alguien que decía que la situación que atraviesa el país se asemeja al lugar donde reside el “Ojo de Sauron”, en el cual pululan diversos tipos de orcos que solo responden a lo que ordena su amo, sin pensar y sin chistar y que son expertos dejando el caos por donde van.
 
Para no perder de vista los contenidos propalados en las redes sociales, colocaré algunos de ellos acá. Tal vez un entusiasta orco, orca u orque desee leerlos.
 
¡Estamos jodidos! Según un reciente estudio, la corriente marina más fuerte que existe en el planeta, es decir la Corriente Circumpolar Antártica (CCA), se está debilitando. Esta corriente hace circular más de 100 millones de metros cúbicos por segundo (cuatro veces más que la Corriente del Golfo en el Atlántico), lo cual es fundamental para el clima del planeta.
 
¿Y por qué? La principal causa sería el constante desprendimiento de glaciares. Ahora, esta corriente es una de las tantas que existen y que forman el complejo sistema de todos los océanos de la Tierra. La CCA circula por la Antártida de oeste a este, en un circuito cerrado y separa las aguas frías, ricas en nutrientes provenientes de la Antártida, de las aguas calientes que circulan y se dirigen al norte del planeta.

 
El problema es que la velocidad actual de la CCA estaría disminuyendo en cerca del 20% en proyección al año 20250, si sigue el ritmo de emisiones de CO2 en el planeta. Según científicos australianos entramos a un círculo vicioso: la Tierra se calienta, la CCA disminuye su velocidad y el planeta se calienta mucho más.


En este sistema complejo en el que vivimos los terrícolas, los océanos son vitales para mantener el equilibrio planetario. Si este motor, la corriente en cuestión, se detiene, las consecuencias pueden ser de terror. ¿Y por qué disminuye la velocidad de esta corriente marina?
 
Simple, porque la Tierra se calienta y los glaciares se derriten, sobre todo los de la Antártida, con lo cual se incorpora cada vez más agua dulce a los océanos, modificando todo el sistema de circulación y las características físicas de estos (salinidad, temperatura).
 
Pero hay más, la CCA es como una barrera que frena el avance de especies invasoras que podrían llegar a la Antártida con aguas más calientes, como camarones y otras que pondrían en jaque el frágil ecosistema antártico. Con ello, se podría afectar las fuentes de alimento de pingüinos y ballenas, las mismas que vienen al norte del Perú. Y ni qué decir del clima, se vienen variaciones extremas que nos van a perjudicar a todos, posiblemente más a las poblaciones costeras.
 
Ya pasamos los 1,5°C del calentamiento global del planeta. Y según tantas COP y reuniones absurdas, a la fecha, no deberíamos haber pasado esa cifra. Ya fue.
 
¡Vive Le France!
 
Me acaban de llamar desde Paris unos colegas, para decirme que Francia se prepara ante el escenario de un calentamiento global planetario que se acerca, para el año 2100, a los 4°C. La ministra de Ambiente francesa, Agnés Pannier-Runacher, anunció recientemente que presentará más de 50 medidas para que el país galo se prepare ante un escenario real y trágico. La idea es contribuir a que el cambio climático que se genera por el calentamiento global del planeta no afecte o afecte lo menos posible las actividades productivas, en especial, las agrícolas (vino) y ganaderas (quesos).
 
Lo interesante es que, en Francia, se han dado cuenta de que estos temas climáticos no son solo un problema del hemisferio sur, es decir, de los países del Tercer Mundo o en vías de desarrollo (como les peruvians). La ministra ya la vio: para el 2100, el planeta podría ser, en promedio, 4°C más caliente que ahora; y Francia no se salva de eso.
 
Los escenarios actuales ya lo demuestran, récords de temperaturas altas por año, inundaciones, aumento de la frecuencia e intensidad de huracanes, erosión en las costas, etc. Por eso, los franceses ya tienen un tercer plan nacional para la mitigación y adaptación al cambio climático. Una de las medidas es reclutar y capacitar a civiles como reservistas para enfrentar eventos climáticos extremos. Ya en Francia se registra un aumento de 1,7°C en comparación al año 1900. Siguiendo la tendencia, los franchutes parten de que para el 2050, el aumento de la temperatura global del planeta será de 2,7°C y para el 2100, de 4°C.
 
Por eso, los descendientes de Asterix y Obelix priorizarán acciones en zonas costeras, en sus montañas, bosques y en las zonas agropecuarias. Otra medida que tomarán está relacionada a aplicar nuevas tecnologías para el diseño, renovación y construcción de casas y edificios. Y por supuesto tomarán medidas para preservar parte de sus joyas arquitectónicas como la Torre Eiffel y el castillo de Saint-Michel. Algunas ONG ya han saltado hasta el techo porque dicen que el plan no es viable, es muy caro y que es una locura.

 
Francia está dispuesta a desembolsar 260 millones de euros. Según ellos, por cada euro que se invierte en mitigación, se ahorra ocho euros en gastos para remediar, reparar, asistir y revertir los efectos del desastre ambiental en el que estamos. ¿Y acá? Estamos a años luz de poder planificar de esta manera.
 
Faltan niños en Japón
 
Colegas japoneses me han mandado un llamado de auxilio. Y es que, en el país del sol naciente, por cada bebe nacido se reporta dos personas muertas. En el año 2024 se registró, históricamente, la menor tasa de natalidad. El gobierno está desesperado viendo cómo incentivar que los nipones tengan hijos. Los resultados, a la fecha, son poco esperanzadores. El número de neonatos en el año 2024 fue de 720 988, con lo cual se continúa con la racha de nueve años “en caída”. Por otro lado, ese año se tuvo 1,62 millones de personas muertas, es decir, por cada nuevo japonesito o japonesita, hay dos personas muertas. Y eso no es todo, la cifra de nacimientos del 2024 es 5% menor a la del 2023. 
 
Ese año, el en ese entonces ministro presidente Fumio Kishida puso en marcha diversas medidas, pero al parecer, sin éxito alguno. Si miramos a sus vecinos de Corea del Sur, allá se implementó medidas similares, pero el resultado es distinto: en el año 2024, tras nueve años, se reportó más bebes que en los años anteriores.  
 
Una de las causas de este problema en Japón es que el número de matrimonios ha disminuido en los últimos años. Y una de las razones de ello serían los cambios que trajeron consigo el coronavirus y el encierro de varios meses. El economista Takumi Fujinami del Instituto de Investigación de Japón afirma que, si bien el número de matrimonios aumentó el 2024, a casi medio millón, en el año 2020, esta cifra bajó a casi el 13% de la actual.
 
Pero el problema va más allá. Los japoneses tienen muy pocos niños fuera del matrimonio, en comparación con otros países occidentales. Las cifras actuales indican que, en el año 2023, el promedio de niños por mujer era de 1,20. Fujinami afirma que aún es demasiado temprano para sacar conclusiones finales, pero que es imprescindible promover que las condiciones laborales de las mujeres y los hombres mejoren y que el acceso a trabajos y servicios sea igual para ambos sexos. Esto podría hacer que los jóvenes se motiven para casarse y tener descendencia.
 

Finalmente, me comentan mis colegas japoneses que los expertos están convencidos de que las medidas que está implementando el gobierno en Corea del Sur para apoyar a que tanto hombres y mujeres puedan trabajar y dedicarse a la familia, se dé facilidades para comprar un departamento, así como promover albergues para niños de padres trabajadores y ofrecer incentivos, podría generar que Japón haga lo mismo. Vamos amigos nipones, tomen más sake y hagan lo que deban hacer, ¿o debemos mandar una horda de orques peruanos?
 


Nos vamos a Belem do Para
 
¿Sabían que la próxima reunión de la Conferencia de las Partes o COP, que es la reunión anual de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, será este año en la ciudad brasileña de Belem? La COP 30 que se viene en noviembre (del 10 al 21) podría ser algo especial por una razón algo extraña.
 
Los organizadores plantean que los invitados se alojen en embarcaciones de lujo que naveguen por los ríos de la zona. ¿Será una buena idea? Lo novedoso es que la COP se realizará, por primera vez, en una ciudad que está “a orillas” de la llanura amazónica. ¿Será esta una señal política para el planeta?
 
La ciudad de Belem está ubicada en las puertas de la gran selva amazónica y está rodeada de ríos y muy cerca del Océano Atlántico. La contradicción radica en lo siguiente. Al utilizar esos barcos de lujo para los invitados de todos los países se gastará un dineral y se emitirá obscenas cantidades de CO2, lo cual, va en contra de lo que se pregona en la tan cuestionada COP. Se estima que se emitirá 28 450 toneladas de CO2 en tanto se espera a cerca de 12 000 invitados, de los cuales, la gran mayoría dormirá en estos lujosos barcos.
 
La revista especializada Science ya hizo el primer llamado sobre este absurdo plan carioca. Lo más lógico sería usar los hoteles. Aún se está a tiempo de cambiar esta locura para que esta reunión sea algo más amigable con el medio ambiente. A la fecha, el país de la samba no ha presentado ninguna estrategia política para virar a un desarrollo más amigable con el entorno, que tome en cuenta un cambio en la matriz energética. Sin embargo, ha dado algunas señales positivas, pero eso no es suficiente.
 
Primero, las cifras de deforestación habrían tenido un declive y se ha puesto más énfasis en pactar con los otros países amazónicos (entre ellos, el Perú) para impulsar políticas que promuevan la conservación de la cuenca amazónica. Adicionalmente, el gobierno de Lula busca impulsar la reducción de emisiones de GEI para el año 2035, tal como lo anunció su viceministro en la COP 29 del 2024 en Baku, Azerbaiyán. Y como tercera señal, el gobierno brasilero ha creado el Ministerio de los Pueblos Indígenas, lo cual para algunos sería una medida acertada, pero para otros sería una medida populista y burocrática.

 
Vale la pena recordar que las dos últimas COP fueron bastante polémicas. La COP 29 en Azerbaiyán (2024) fue para muchos como una provocación porque ese país asiático y ex URSS es un gran productor de petróleo. Además, ante las críticas de científicos y periodistas al respecto, estos fueron perseguidos y censurados y se les dio duro a los activistas que protestaron sobre este tema.  
 

Marzo 2025

domingo, 1 de diciembre de 2024

¡PERÚ, PAÍS DE RATAS!

 

Rata negra (Rattus rattus), Foto: Heidi Snell. CDF.

Como se mencionó en una entrega anterior, “mastozoológicamente” hablando, somos un país de ratas y ratones. A ello, debo agregar que también somos un país de murciélagos; y por supuesto de mamíferos fascinantes que habitan en casi todos los rincones del país. ¿Pero sabemos lo que realmente tenemos? Por eso, para iniciar alguna acción de conservación, se debe, como primer requisito, conocer la mayor cantidad de aspectos sobre nuestro “objeto de conservación”. Sin eso, no somos nada. Una escueta aproximación y somera presentación de algunas especies podría ser la carnada para que los lectores se interesen por estos animalitos del Señor.    

Según el artículo de Víctor Pacheco et al. (2021) titulado: “Lista actualizada de la diversidad de los mamíferos del Perú y una propuesta para su actualización”, hasta ese año, el Perú registraba la presencia de 573 especies de mamíferos. De esta cifra, el orden Rodentia, que agrupa a las ratas, ratones, ardillas, cuyes silvestres, majaz y capibara, tiene 192 especies. Le sigue el orden Chiroptera, o sea el de los murciélagos y vampiros, con 187 especies. Es decir, casi el 67% del total de nuestra mastofauna está congregado en ambos órdenes zoológicos.


Es interesante revisar el listado que presenta Pacheco y otros para conocer algo más sobre las especies de mamíferos que pueblan nuestro territorio. Así podemos presumir de lo que nos toca y entender mejor por qué somos considerados una “potencia biológica”, debido a la muy alta diversidad biológica que el Creador nos ofreció hace millones de años y que estamos haciendo pedazos en tan pocos años, geológicamente hablando. 


Perú, país de ratas y ratones (y de un invasor europeo de temor)

 

Dentro del orden Rodentia, la familia Cricetidae registra 136 especies, entre ratas, ratones, hocicudos y otros. Así, por ejemplo, ¿sabían que existe en nuestros dominios una rata pescadora o cangrejera (Ichthyomys stolzmanni) que habita en nuestras yungas, que es nocturna y semiacuática? Esta rata se alimenta de cangrejos y de otros invertebrados acuáticos y está presente entre los 900 y 1700 metros de altitud. Esta rata peruana es bastante desconocida para la ciencia. Ojalá pueda sobrevivir a los embistes del humano. Ahora, si desaparece, posiblemente nadie se entere. Esa es su (nuestra) triste realidad.

 

Rata pescadora
(Icthyomys stolzmanni) Foto: Wikipedia.



En la familia Echimyidae están agrupadas 20 especies de ratas espinosas (no sé por qué serían espinosas) y de otro tipo. Uno ve las fotos de estos especímenes y la verdad es que se percibe pocas diferencias entre uno y otro. ¡Son todos muy parecidos! Me llama la atención el toró de Barbara Brown (Isothrix barbarabrownae) que recibe su nombre por una tal Bárbara Brown (según la web hay una actriz y una escritora con ese nombre) y que fue descrito en el año 2006 (o sea, es relativamente nuevo y desconocido para la ciencia). Este mamífero fue “descubierto” en la parte andina del Parque Nacional del Manu.

 

Podría escribir cientos de líneas más con historias y datos pintorescos de la gran mayoría de estas especies, pero no acabaría nunca. Solo sé que toda esta mastofauna merece nuestra atención y admiración. Sobrevivir a estos mamíferos que caminan en dos patas pegados a un celular y convivir con ellos es todo un mérito y un desafío para nuestra riqueza mastozoológica. Ojalá vivan por siempre … ellos, no los bípedos que se creen dueños del planeta.  

 

 Toró de Barbara Brown
  (Isothrix barbarabrownae).
Foto: The Scientist.
Y si bien no es una rata porque pertenece a la familia Leporidae y al orden Lagomorpha y no figura en el listado de Pacheco, asumo porque es una especie exótica invasora, no podemos perder de vista a la liebre europea (Lepus europaeus) que cada día avanza disciplinadamente a la conquista de nuestro territorio, en desmedro de especies de mamíferos locales como la vizcacha (Lagidium viscacia) y perjudicando, por ejemplo, a agricultores. Este mamífero no tiene muchos depredadores naturales, porque es “nuevo” en el barrio y es, comparativamente con especies locales del mismo orden, mucho más corpulento y astuto. Urge tomar cartas en el asunto para mitigar el impacto que esta especie no deseada trae consigo.


Murciélagos

 

Estos fabulosos mamíferos tienen mala fama y son aborrecidos por muchos. No obstante, nos ofrecen múltiples beneficios porque contribuyen sustancialmente a la regeneración y expansión de los ecosistemas forestales, dado que polinizan flores y dispersan semillas. Además, controlan plagas (insectos) y su excremento sirve como fertilizante.

 

Estos “animalitos” —que son los únicos mamíferos voladores del planeta— se alimentan principalmente de insectos, frutas y polen. Algunas especies incluyen como parte de su dieta a ranas y peces. Y ojo, solo tres especies de murciélago en el mundo son hematófagas, es decir, se alimentan de sangre animal y eventualmente humana. Las tres son exclusivas del continente americano y están entre nosotros los peruanos. Estas son: Desmodus rotundus, Dyphilla ecaudata y Diaemus youngii.

 

Lamentablemente, la gente no los quiere mucho, pero son animales fascinantes e inofensivos. Emiten ultrasonidos de alta frecuencia —inaudibles para los humanos y que varían por especie— para orientarse mientras vuelan y cazan. Lamentablemente, están amenazados por la pérdida de hábitat, por las turbinas eólicas, el uso de insecticidas y el desconocimiento humano. Además, muchas especies tienen áreas de distribución muy restringidas y fragmentadas, lo que dificulta su conservación.

 

Camélidos

 

Las Naciones Unidas han declarado el año 2024 como el Año Internacional de los Camélidos. Estos fascinantes mamíferos son clave para millones de familias que habitan entornos hostiles en más de 90 países. Los camélidos, que comprenden desde las alpacas hasta los camellos bactrianos, dromedarios, guanacos, llamas y vicuñas, contribuyen a la seguridad alimentaria, a la nutrición y al crecimiento económico, además de poseer una gran relevancia social y cultural para muchas comunidades de todo el mundo.

 

En el Perú tenemos cuatro especies de camélidos, dos silvestres, el guanaco (Lama guanicoe) y la vicuña (Vicugna vicugna); y dos domésticas, la llama (Lama glama) y la alpaca (Vicugna pacos). A través de la domesticación que hizo el antiguo poblador sudamericano del guanaco, se tiene a la llama; y de la vicuña, se tiene a la alpaca. Por otro lado, de las siete especies de camélidos que existen en el mundo, cuatro son camélidos andinos o sudamericanos. Y si hablamos del mundo silvestre, de las siete especies de camélidos, tres son silvestres; dos de ellas se encuentran en el Perú (vicuña y guanaco) y la otra es el camello salvaje (Camelus ferus) que habita en los desiertos de Gobi y Gashun Gobi en el noroeste de China y el suroeste de Mongolia.

Un dromedario y yo. 

 

Resalta el hecho, en esta fabulosa familia zoológica, de que la vicuña es uno de los casos más exitosos del planeta de recuperación de una especie al borde de la extinción y del uso sostenible en beneficio de las comunidades locales mediante una técnica ancestral (el chaccu) que revalora los conocimientos locales e involucra la participación de las comunidades en su conservación.


Endemismo

 

Según el listado presentado, de las 573 especies de mamíferos que tiene el Perú, 87 de ellas son endémicas, es decir, habitan exclusivamente en espacios específicos dentro del país. Con ello, en este aspecto, ocupamos, en el Neotrópico, el tercer lugar, después de Brasil y México. Como se menciona en el artículo, “A nivel de especies, 87 (15,2%) son endémicas de Perú, que incluyen a 1 cingulado, 10 didelfimorfos, 9 murciélagos, 9 primates, 56 roedores y 2 eulipotiflanos (…); siendo los roedores el grupo con mayor porcentaje de endémicos (64,4%). (…) las Yungas albergan la mayor cantidad de especies endémicas (48 especies, 55,2%) seguida por Selva Baja (18 especies, 20,7%)”.

 

Cuando hablamos de un cingulado, nos referimos al armadillo o quirquincho peludo (Dasypus pilosus) que habita en el sureste de los Andes, en los departamentos de San Martín, La Libertad, Huánuco, Junín y Amazonas. Sin embargo, también podría estar presente en Cajamarca, Huancavelica, Ayacucho y Puno, pero su presencia en estas áreas necesita ser confirmada. Se sabe tan poco de esta especie que no podemos afirmar que está amenazada. Cuando hablamos de didelfimorfos, nos referimos a la familia zoológica que agrupa a las zarigüeyas, comadrejas y a diversos marsupiales.

 

En el caso de los eulipotiflanos, se trata de dos musarañas, la musaraña de orejas cortas de Evaristo (Cryptotis evaristoi) y la musaraña de orejas cortas peruana (Cryptotis peruviensis). Ambas especies habitan en las yungas peruanas, es decir, en los bosques nublados o montanos, también conocidos como selva alta; y en los páramos, específicamente en las partes altas de Cajamarca y Piura.

 

Dentro de los primates, destaca el mono choro de cola amarilla (Lagothrix flavicauda) que habita también en las yungas peruanas y que enfrenta diversas amenazas, entre las que destaca, ¡cómo no!, la pérdida y fragmentación del hábitat.

 

Me llama la atención que Indonesia tenga 408 especies endémicas de un total de 773, con un porcentaje de endemismo de 52,8. Brasil tiene 751 especies, 223 endémicas, con un porcentaje de 29,7; Perú tiene 573 especies, 87 de ellas endémicas, con un porcentaje de 15,2; y México tiene 564 especies, 162 endémicas con un porcentaje de 28,7.

 

Liebre europea (Lepus europaeus).
Foto: Wikimedia Commons.

Indonesia tiene una superficie de 1 904 569 km², contra los 1 285 215 km2, es decir, casi 620 000 km² más que nosotros, o sea tiene casi un tercio más de territorio, lo cual parece no ser mucho, pero casi quintuplica nuestro número de especies endémicas. Es llamativo también que un país como Argentina (2 780 085 km²) no tenga, según el artículo mencionado, ninguna especie endémica, pese a que hace poco han descubierto a un mamífero que solo estaría presente en la región central del país gaucho, el Ctenomys uco.

 

Cifras van y vienen. Lo que me preocupa es que la mayor cantidad de especies endémicas habitan en las ecorregiones (según Brack, 1986) de las Yungas y el Páramo, las cuales son dos de las más amenazadas por el cambio no autorizado de uso de suelo, producto de las actividades humanas. Un ejemplo de esta triste realidad nos lo ofrece el tapir andino, manta o pinchaque (Tapirus pinchaque) que es uno de los mamíferos más amenazados y enigmáticos en el país y en general, en todo su rango de distribución.


Gatitos y perritos

 

Ya que no puedo hablar de cada una de las familias y de los órdenes zoológicos de la lista de los mamíferos del Perú, me concentraré solo en algunas de ellas. En cuanto al orden Carnivora que agrupa a las familias Felidae, Canidae, Ursidae (que tiene al único oso de América del Sur, el oso de anteojos), Otaridae (lobos de mar), Mustelidae (nutrias, manco, hurones), Mephitidae (zorrinos), Procyonidae (coaties, chosna, osito cangrejero), voy a concentrarme brevemente en dos familias, la de los felinos y la de los canidos.

 

El Perú alberga a ocho representantes de la familia Felidae, cinco del género Leopardus: gato del pajonal (Leopardus garleppi), gato andino (L. jacobita), ocelote o tigrillo (L. pardalis), oncilla (L. tigrinus), margay o huamburushu (L. wiedii); dos del género Puma: el puma (Puma concolor) y el jaguarundi (P. yagouaroundi); y una especie del género Panthera, el conocido jaguar u otorongo (Panthera onca).

 

En el caso de la familia Canidae, el Perú reporta seis especies, tres del género Lycalopex: el zorro andino (Lycalopex culpaeus), el zorro gris (L. griseus) y el zorro de Sechura o costeño (L. sechurae); y tres especies poco conocidas, pero muy interesantes y fascinantes: el perro de monte o de orejas cortas (Atelocynus microtis), el lobo de crin (Chrysocyon brachyurus) y el perro de monte o selvático (Speothos venaticus). Los dos perros de montes viven principalmente en la selva alta y baja y son de distribución restringida. Sabemos poco de ellos.

 

Lobo de crin (Chrysocyon brachyurus). 
 Foto: Getty images.

En el caso del lobo de crin, este cánido es bastante más conocido y vive exclusivamente, en el Perú, en la ecorregión de la Sábana de Palmeras, específicamente en las Pampas del Heath, dado que el río del mismo nombre que las atraviesa en esta parte del continente sirve de límite natural entre el Perú y Bolivia. Estas están ubicadas dentro del Parque Nacional Bahuaja Sonene y es la parte más al norte de este ecosistema que viene desde Bolivia. Sus patas largas son una adaptación a la vegetación de esas sábanas que son prácticamente pastizales y que se inundan casi en su totalidad durante las lluvias. En estos terrenos vive la principal presa de este cánido, el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), el cérvido más grande del continente sudamericano.

Para cerrar…  


Revisando la lista de mamíferos, es interesante hacer notar que, entre otros, tenemos 19 especies de delfines: 17 de la familia Delphinidae, que agrupa a los delfines de agua salada y a uno de agua dulce, el delfín gris (Sotalia fluviatilis), habitante de los ríos de la cuenca amazónica, en selva baja; 1 de la familia Phocoenidae, el chancho marino o bufeo (Phocoena spinipinnis) que se caracteriza por tener una cabeza casi roma sin pico; y una especie de la familia Iniidae, el delfín rosado (Inia geoffrensis), de agua dulce.

 

También resalta el hecho de que tengamos 13 especies de ballenas y cachalotes. En la familia Balaenopteridae tenemos seis especies: la ballena minke austral (Balaenoptera bonaerensis), ballena de sei (B. borealis), ballena de Bryde (B. edeni), ballena azul (B. musculus), ballena de aleta (B. physalus) y la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae)

 

Tenemos, además, tres ballenas de la familia Ziphidae, donde resalta la ballena de pico peruana (Mesoplodon peruvianus); y tres especies de cachalotes pertenecientes a la familia Physeteridae. Estos enormes mamíferos, ninguno endémico del Perú, porque claro, se mueven en grandes distancias y nunca se quedan en un solo lugar, están expuestos a diversas amenazas, tales como la caza para la venta, la captura por accidente, los accidentes con barcos, el cambio climático, varamientos y muerte por contaminación y el impacto de las actividades industriales marinas.

 

Toda esta deslumbrante lista de mamíferos merece nuestra atención, valoración y que los tomemos más en cuenta. Su presencia es un lujo para nosotros. Los beneficios y satisfacciones que nos brindan son muchos. Conozcamos y protejámoslos. ¡No seas rata!    

 

Diciembre 2024

BIENVENIDOS AL NUEVO MORDOR: ¡EL PERÚ! (IV)

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