miércoles, 18 de marzo de 2020

CUARENTENA EN EL AÑO DE LA RATA




 Se supone que este es mi año, según el (ahora maldito) calendario chino. El año de la rata traía buenos augurios. No obstante, esta cuarentena parece desmentir lo anterior. Aunque, claro está, la pandemia originada en Wuhan, China, nos coge a todos; y a algunos incluso los intercepta y samaquea con los pantalones abajo. Sea como sea, es tiempo de sentarse unos minutos en casa (aunque suene irónico) a reflexionar qué tan imberbes somos los humanos frente a la infinita grandeza del universo y frente al microscópico mundo que convive con nosotros. Ya ni detenerse a pensar en aquellos humanos que creen que esto es un juego. A ellos (y ellas) solo queda desearles que hagan espacio.

Para empezar, es importante saber que los virus no son seres vivos, por lo tanto, no se les puede matar. Los virus son expertos en duplicar su material genético y en asegurar su permanencia. Estos seres microscópicos apelan a la cantidad y velocidad para conquistar el planeta. En ese sentido, se replican y no se reproducen. Es decir, se multiplican utilizando las  células de su víctima o “huésped”. En eso andan y así es que pasan a ser agentes infecciosos porque alteran la estructura “normal” del ser vivo que atacan. No contento con todo lo anterior, estos seres mutan. No sé si es una estrategia de supervivencia (al parecer sí lo es) para seguir conquistando el planeta o si es este su único “mandato divino”.

No hay nada que un buen tequila
no pueda solucionar. 
Como se dijo, en estos días estamos luchando contra seres microscópicos que no pueden ser “matados” porque no son seres vivos (a diferencia de bacterias u hongos), contra los cuales ya hemos perdido varias batallas. Estos seres “insignificantes” son auténticos parásitos que necesitan de las células para “vivir” y seguir su destino que es multiplicarse hasta el infinito. Por eso, necesitan portadores que los hagan viajar por otros territorios para seguir colonizando y conquistando espacios, sin saber ellos mismos los cambios negativos que originan en sus huéspedes.

Por supuesto, uno de los mejores “hospederos” que tienen a disposición son los humanos, esos seres vivos “pensantes” que se creen superior a todo lo que hay en el universo y que subestiman a fuerzas y seres que están incluso antes o desde el mismo tiempo que ellos en el planeta. El ser humano cree dominar todo, pero nos damos cuenta que no. Estos nano elementos sin vida nos demuestran qué tan vulnerables y cretinos podemos ser si nos lo proponemos. Por otro lado, basta dar una mirada al libro: armas, gérmenes y acero de Jared Diamond (1998) para entender mejor cómo seres invisibles al ojo humano nos llevan la delantera y pueden influir enormemente en el destino del ser humano.

Dicho esto, no me queda más que pasar al día a día de esta tan necesaria cuarentena. Así, al empezar el día y mientras pensamos en qué desayunar, les recomiendo escuchar al rey del soneo, al mejor en esto, al hombre del chacharachá: el Cano Estremera. Con esta buena rumba, uno puede empezar a trabajar duro por el bienestar del hogar.

Cano Estremera – periquito pim pim

Para la media mañana, mientras contemplan el jardín, la calle o la ventana del vecino (buscando a la vecina o para chismear) —y para que no me acusen de machista y para ellas, mientras miran la ventana de la vecina (buscando al vecino o también para chismear)— buscando entender qué está pasando y pensando qué diablos hacen los demás, les recomiendo esta canción:

The National – about today

Claro, a estas alturas del partido, todo esto parece un mal sueño y una cosa que no está pasando, pero sí está pasando y tenemos para rato. Solo nos queda acatar este estado para el cual nunca hemos practicado. Seguirás seguramente dando vueltas y en eso, se aproxima violentamente la hora del almuerzo. Y para animar el momento de cocinar, qué mejor que transportarse a Sinaloa, México, con el firme propósito de echarle unos tequilas y animarnos un poco. ¡No mamen cabrones!  Ahí les va unas canciones chingonas:
Lean a Jared Diamond. 

Los Cuates de Sinaloa – negro y azul

Los Cuates de Sinaloa – el manicero

Los Cuates de Sinaloa – el sinaloense

Ya después de haber digerido el rico almuerzo pre fin del mundo y si siguen ahí parados (o paradas) reflexionando otra vez sobre cómo demonios hemos llegado a este encierro sanitario, no se alarmen ni llamen en su mente los mensajes apocalípticos de las series que han visto sobre zoombies, ataques de virus, apocalipsis y cosas similares. No estamos en esa situación, pese a que estamos en el país de las maravillas, donde cualquier cosa puede suceder.

En realidad, más me preocupa un gran terremoto en el Perú, en Lima, que destruya por completo la Carretera Central y haga colapsar la Atarjea y la distribución de agua potable en la ciudad. Ahí sí vamos a vivir un auténtico ataque zoombie. En otras partes del país podría pasar algo similar. Si falta alimento y agua así de la nada y la situación se prolonga varios días, ahí sí estaremos más cercanos a la desgracia humana. Para acompañar esos pensamientos, escuchen y vean estas propuestas musicales:

"28 Days Later" Soundtrack - In The House, In A Heartbeat by John Murphy

Pero no todo es desgracia. Necesitamos paz y tranquilidad para sobrellevar este confinamiento inesperado que promete dejar muchas secuelas en todos los niveles. Por eso, es importante relajarse y afinar el oído. Propongo que escuchen esta canción:

Current Joys - A Different Age
A punto de convertirme en zoombie. 

Pensemos que esto es solo momentáneo y que al final saldremos airosos y más fortalecidos. Seguramente habrá daños colaterales inevitables que deberemos asumir. No obstante, esta situación debe sacar lo mejor de nosotros para reflexionar sobre lo frágiles que somos frente a fuerzas que nos sobrepasan.

Y antes de acostarse, les aconsejo relajarse y pensar que mañana será un mejor día, claro si es que no nos invaden seres desconocidos de tamaño invisibles o vikingos. Por ello, para calmar los ánimos y llamar al sueño reparador, escuchen:

Fever Ray - If I had a heart

Dulces y apocalípticos sueños. “Nos vemos” mañana.

Marzo 2020

7 comentarios:

  1. Muy acertada tu presentación, breve y clara, de lo que es un virus. Es eso mismo y, por eso, es tan difícil combatirlo o, más bien, evitarlo.

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    1. Gracias Marc por tus palabras. Ahora solo nos queda combatirlo y sin duda cambiar nuestro "chip" pues saldremos de esta con varios cambios por asumir y enfrentar. Un fuerte abrazo.

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  2. Buen comentarioDr.Ángulo.Q Dios nos proteja.

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  3. Excelente nota mi estimado Batigol¡¡¡
    Sugiero que recomiendes otros temas musicales, ya voy varios día en la misma rutina jejejeje.
    Saludos

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    1. Habla chochera!!! Acá te va una lista de hace 10 años que ya me toca actualizar. https://mitambordehojalata.blogspot.com/2009/08/canciones-para-mi-muerte.html
      Los Shapis infaltables!!!

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