Hace unos
meses, tras un golpe de lucidez y un destello de valor, decidí abrir dos redes
sociales para lanzar mensajes sobre diversos temas. Por supuesto, prevalecerán
los tópicos ambientales y los relacionados a múltiples aristas en torno a la
diversidad biológica. El título de esta serie de videos nació de una visión que
tuve tras escuchar a alguien que decía que la situación que atraviesa el país
se asemeja al lugar donde reside el “Ojo de Sauron”, en el cual pululan
diversos tipos de orcos que solo responden a lo que ordena su amo, sin pensar y
sin chistar y que son expertos dejando el caos por donde van.
Para no
perder de vista los contenidos propalados en las redes sociales, colocaré
algunos de ellos acá. Tal vez un entusiasta orco, orca u orque desee leerlos.
¿Conocen al pangolín? Este peculiar mamífero es la especie de fauna
silvestre más amenazada por el comercio ilegal en el planeta. Las ocho especies
de este género ―cuatro en África y cuatro en Asia― están incluidas en la Lista
Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en
las categorías de amenaza con más riesgo de extinción. Según la Sociedad
Zoológica de Londres, en los últimos diez años, se ha exterminado a más de un
millón de ejemplares de pangolines. Esta cifra supera al número de
rinocerontes, elefantes y tigres que corrieron la misma (mala) suerte. Su
comercio internacional está totalmente prohibido y es penado con cárcel.
¿Y por qué están
aniquilándolos? Se presume (para variar, sin certeza de nada) que sus escamas
tienen poderes sanatorios. No obstante, la revista Nature Ecology &
Evolution señala que, por lo menos en Nigeria, los pangolines son cazados para terminar
en la olla. Las escamas, que están formadas por queratina, es decir, del mismo
material que las uñas en humanos, van a la basura.
Y es que un equipo de
científicos de la Universidad de Cambridge y de otros institutos de
investigación logró entrevistar a más de 100 cazadores y comerciantes (ilegales)
de pangolines en 33 lugares de la selva nigeriana, entre los años 2020 y 2023.
Los principales
resultados: más de dos tercios de ejemplares de pangolín cazados fueron
sacrificados en el acto; 27% para consumo local. El uso de su carne para
alimentación representa el 98% de la motivación para su caza. Resalta que en el
70% de los casos, las escamas fueron a la basura, pese a su presunto alto valor
comercial. En el mercado nigeriano se ha determinado que la carne del pangolín
cuesta tres o cuatro veces más que las escamas. Si bien se ha decomisado miles
de kilos de escamas en puertos nigerianos, lo cual da la impresión que estas
representan la principal motivación para su demanda, no es así. La carne lo es.
En esa parte de África, su
carne es considerada una exquisitez y como una de las mejores entre todas. En
Nigeria se cree que su carne es buena para que las mujeres embarazadas traigan
bebes fuertes al mundo. Están jodidos: son fáciles de cazar, su tasa de
natalidad es baja (una cría al año), su carne sabe bien y sus escamas serían
muy preciadas en varias partes del planeta.
Pero no todo está perdido,
pues con este hallazgo, resultaría más barato combatir el hecho que los
pangolines sean sacrificados y “comidos”, que enfrentar el comercio
internacional e ilegal de escamas. Este reconocimiento podría ser trasladado a
otros países de África, en donde el pangolín está presente y sirve de alimento.
Vuelos de largo alcance
¡Otra vez! Los animales
silvestres no dejan de sorprendernos. Mis colegas alemanes me han llamado otra
vez para comentarme que en la revista “Pacific Conservation Biology” apareció
un artículo que registra una hazaña ornitológica. Un ejemplar de garza
plumífera (Ardea plumifera) habría volado más de 1000 kilómetros de un
solo tirón, desde Australia hasta Papua – Nueva Guinea. Para ello, el ave
habría surcado el cielo casi dos días sin pausa alguna, exactamente 38 horas.
Una locura.
A través de GPS,
científicos neozelandeses estudiaron durante varios meses el vuelo de 18
individuos de dos especies de garzas: la garza plumífera y la garza blanca (Ardea
alba). Con la hazaña Non stop nombrada, ese individuo se llevó de
encuentro a todas las demás aves de este estudio. Pero, ojo, comparado con otro
caso, ¡este es un chancay de a 20! En el año 2022, un espécimen juvenil (de cinco
meses de edad) de la aguja colipinta (Limosa lapponica), un ave playera,
habría recorrido de un solo tirón 13 560 kilómetros.
A esta plumífera, un
equipo de investigadores le puso un chip con GPS y un pequeño panel solar en
Alaska. En su primer vuelo de migración se fue al hemisferio sur, específicamente
a Tasmania. Partió el 13 de octubre y llegó a su destino, 11 días después. Así lo
informaron los ornitólogos alemanes del Max Planck Institut. Una verdadera
hazaña.
Regresando a la garza plumífera,
lo interesante en su caso es que esta no es un ave migratoria, es decir, no
está en su ADN migrar. No debe volar grandes distancias cada año, como sí lo
hacen diversas especies de aves, como los halcones peregrinos, las grullas,
aves playeras, vencejos y otras.
Y hablando de aves
playeras, ¿sabían que en el Perú contamos con un Plan Nacional para la
Conservación de Aves Playeras 2023 - 2032? ¿sabían que dicho documento de
gestión incluye a 53 especies que pertenecen al orden Charadriiformes?
En el Perú se ha registrado la presencia de 61 especies de aves playeras, aunque ocho son consideradas como errantes y de presencia hipotética en el territorio peruano.
¿Pero a qué nos referimos
con aves playeras? Son aquellas que utilizan las playas y orillas de cuerpos de
agua como el mar, los ríos (incluidos los costeros, andinos y amazónicos),
humedales, pastizales y lagunas costeras y bofedales para alimentarse, descansar
y nidificar, salvo algunas excepciones. ¿Ejemplos?: los playeros, los ostreros,
chorlitos, alcaraván, entre otras.
Orcos prehistóricos
¡Buenas noticias Orcas,
Orcos, Orques! ¡Siéntanse orgullosos! Investigadores gringos han descubierto
una nueva especie de lagarto prehistórico, bautizada como “pequeño monstruo”:
el Bolg amondol, en homenaje a J.R.R. Tolkien, creador del universo del
Señor de los Anillos y del Orco Bolg, un jefe de ustedes que sale en la
película El Hobbit. El cráneo acorzado de este reptil se asemejaría al de
vuestros parientes, los orcos.
Según la revista Royal
Society Open Science, el descubrimiento fue hecho en Estados Unidos, en el
Estado de Utah. Vuestro antepasado vivió hace 75 millones de años en la era de
los dinosaurios y se alimentaba de huevos y de pequeños animales. Regresando al
nombre científico, amon significa colina y dol significa cabeza
en el idioma ficticio de los Elfos, el sindarin; y hace referencia a la
formación ósea, en forma de colina, que protege su cráneo.
Un detalle interesante es
que el investigador Hank Woolley del Museo de Historia Natural de Los Ángeles
hizo este descubrimiento cuando de manera casual revisaba unos antiguos pomos
llenos de restos óseos y agarró uno que decía “lagarto” en el Museo de Historia
Natura de Utah y pensó que solo era eso, fragmentos de un esqueleto. Hasta ese
momento eran poco conocidos los restos de lagartos en la Formación Kaiparowits,
una formación rocosa sedimentaria en la meseta de Kaiparowits en el Monumento
Nacional Grand Staircase-Escalante, en el sur del Estado de Utah en el oeste de
Estados Unidos.
Así es como Woolley,
intuyó que ese pomo contenía algo interesante. Acto seguido, los investigadores
pasaron a armar una especie de rompecabezas, es decir, a juntar los pequeños
restos fosilizados de esta nueva especie. Según los investigadores, lo
interesante es que se tiene la certeza de que se trata de un solo individuo
bien conservado.
Vuestro antepasado tenía
el tamaño aproximado de un mapache. Para un lagarto hoy en día, era bastante
grande. Podría ser comparado, en tamaño, con un varano de sabana (Varanus
exanthematicus); y además está emparentado con el Monstruo de Gila (Heloderma
suspectum), un lagarto que vive en las zonas desérticas de México y de los
EE. UU.; y que forma parte de la familia de los lagartos acorazados. Tienen
dientes afilados y son venenosos.
Un pariente de este reptil
proviene del otro lado del planeta, del desierto de Gobi, en Asia, según el
estudio que describe a esta especie. Con ello se demostraría que no solamente,
en el Cretácico en la Era Mesozoica, los dinosaurios se trasladaban de un
continente a otro (en búsqueda de alimento, tal vez), sino también animales más
pequeños. Fascinante. Se movían en mancha, pues como ahora, cada especie
cumplía un rol ecológico en esos tiempos.
Blas, el zorrito audaz
Orcas, orcos, orques, para
contribuir con vuestra formación cultural y el conocimiento de nuestra fauna
silvestre, les recomiendo la siguiente obra teatral: Blas, el zorrito audaz,
que va desde el 21 de junio hasta el 3 de agosto, todos los sábados y domingos
a las 4 pm, en el teatro Ricardo Blume, en Jesús María (por el local principal
de la Universidad del Pacífico). La obra dura una hora; y realmente vale la
pena, especialmente para las y los chibolos orcos.
En su peripecia por el
accidentado Perú, Blas verá cómo pinta el mundo real y será parte de divertidas
e intrépidas aventuras. La tendrá difícil, pero saldrá airoso; y, sobre todo,
se dará cuenta que la vida es dura, pero vale la pena vivirla.
Además, la obra nos
deleita con canciones compuestas especialmente para la ocasión. Entradas en
Teleticket
Julio 2025