miércoles, 22 de abril de 2020

Dr. HANS LANGEWIESE: “VAMOS A SALIR DE ESTA, PERO MIRAREMOS A TODOS LOS QUE NOS RODEAN COMO POSIBLE ZOOMBIES” (Parte 1)

El Prof. Dr. Hans Langewies alerta sobre lo que viene. 

Entrevista de un estudiante peruano al Prof. Dr. Hans Langewiese, profesor emérito de la Facultad de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Gotinga (Georg-August-Universität Göttingen) de Alemania y gran conocedor de la coyuntura política y ambiental en Europa y América del Sur, sobre lo que nos deja la pandemia. Wilfredo Molina estudió un semestre en el país bávaro y fue alumno de Langewiese hasta poco antes de que empezará la cuarentena en el Perú. Le mandó sus preguntas y esto es lo que le dijo su profesor. Le di una mano con la edición.  

Como todos los días desde hace veinte años, el Dr. Langewiese empieza la mañana con un espresso doble sin azúcar servido en una diminuta taza de cerámica. Acto seguido, revisa rápidamente las portadas de los principales diarios del planeta en su respectivo idioma original. Su gran bagaje cultural y el conocimiento de casi todos los idiomas romanos, germánicos y anglosajones se lo permiten. “Con la pandemia, algunos sectores del cerebro humano se han activado por primera vez para hacernos sentir miedo, miedo al vacío de las calles, a saber que nos enfrentamos a partículas invisibles que nos mantienen aislados; y sobre todo, a que en el momento menos pensado podemos pasar de ser ‘normales’ a convertirnos en seres infectados camino a la tumba”.


La ciudad de Gotinga alberga a una de las universidades
de mayor prestigio en Alemania. 
SI bien en su país natal, Alemania, no se ha instalado la cuarentena como en otros países del cono sur, Langewiese afirma que “a pesar de que se critica por doquier la cuarentena ‘obligada’ e impuesta por los gobiernos de turno, sabemos que es lo mejor para evitar que este poco conocido virus nos pase violentamente por encima”. El país germánico apela a que sus ciudadanos limiten sus salidas, guarden su distancia y que eviten toda reunión social. Las cifras denotan que su estrategia funciona. “No quiero alardear de nada, pero para querer salvarse hay que ser responsables, sacrificar varias ventajas del día a día ‘normal’, ser disciplinado y sobre todo, como ya lo dije, querer salvarse. Esto no es un juego, no es una película, no es un simulacro. Es nuestra maldita realidad”.

Durante las dos últimas décadas del siglo pasado, Langewiese viajó innumerables veces por el continente americano, sobre todo por México, Guatemala, Ecuador y Perú. Conoce la idiosincrasia de este lado del planeta; y por eso afirma que “en algunos lugares, como el Perú, es difícil pensar que toda la ciudadanía acatará a rajatabla la cuarentena. Esto por varias razones, porque el peruano es desconfiado hasta que no le sucede una desgracia, porque acostumbra a sacarle la vuelta a la ley; y sobre todo, porque un gran porcentaje de su población vive con poco dinero, tanto, porque no ahorra o no sabe ahorrar y porque vive del día a día. Atarlos de manos en su casas es condenarlos casi al abismo”.

Anguilas altamente cotizadas en la cocina asiática.
Foto: Nick Upton - Nature Picture Library - imago images
El Dr. Langewiese tiene autoridad moral para hablar de la idiosincrasia sur y centro americana. Estuvo casado con una peruana y tuvo una novia guatemalteca con la que vivió casi un lustro en Chiapas y México DF. En el Perú, vivió en Lima (dos meses) y en Iquitos (casi ocho años). Es gracioso escuchar su español con acento “charapa”, que al final, fue el que se impuso frente al acento mexicano. En Ecuador vivió casi dos años entre Quito, Esmeraldas y Guayaquil. Luego pasó casi cinco años viajando por Sudamérica. “Los sudamericanos son indisciplinados, relajados, no creen que haya que hacer caso a las autoridades, ‘no pasa nada’. Yo como alemán y europeo, disfruté mucho ese ‘relajo’ e incluso anulé parcialmente mi ‘chip teutón’ para vivir como americano en los países donde estuve, pero al final, mi formación y mi disciplina ganaron y se impusieron. Siempre me detenía en los semáforos en rojo a toda hora, así no hubiese nadie en la calle y nunca faltaron los insultos”.

Wilfredo Molina: Profesor Langewiese, ¿qué nos espera después de la Covid-19?

Hans Langewiese: Se vienen tiempos (más) virulentos. Desconfiaremos de todos y de todo. Debemos replantearnos cómo nos vamos a relacionar con los demás y con el planeta (y con los animales silvestres). Dejando de lado el tema de la recuperación económica, el cual será una prueba casi sin precedentes para la humanidad, antes de salir de la cuarentena, debemos sacar la cabeza por la ventana y pensar seriamente en cómo afrontar lo que se viene. Ya nada será igual; y está bien que sea así. Acá, o te adaptas y sigues para adelante con un nuevo “chip”, o los que vienen atrás te van a pisotear, muchos de ellos, sin remordimiento alguno. 

WM: El coronavirus nos llegó a través de la fauna silvestre, ¿qué tan peligros es el comercio ilegal de vida silvestre para el ser humano y para el planeta?

HL: Sabemos del terrible impacto —para el entorno natural, para la misma fauna silvestre y para el hombre finalmente— que trae consigo esta actividad ilícita. Sin entrar en detalles, para mí el gran problema es la falta de conocimiento sobre sus consecuencias y la idiosincrasia humana hacia los animales silvestres. Hace poco supimos que un traficante logró ingresar a Asia más de ¡300 millones! de anguilas europeas (Anguilla anguilla), lo que equivale a 62,5 millones de Euros. Entre los años 2015 y 2018, este individuo transportó a estos animales (vivos) desde Londres a Hong Kong, escondidos entre peces congelados. Lo hizo en 16 entregas. Esta especie, muy cotizada en la cocina asiática, está altamente amenazada, pero eso, ¿a quién le importa, además de a un puñado de científicos y a la CITES?

Los bosques tropicales están perdiendo su efectividad como
agentes mitigadores del cambio climático. 
Y así, hay decenas, sino cientos de casos. Estamos pagando las consecuencias del maltrato sostenido que hacemos hacia el planeta. Tampoco debemos irnos a un extremo apocalíptico que prevé que el fin del mundo es después de esta pandemia. Si vemos a nuestro alrededor, la naturaleza es más resilente de lo que creemos. No obstante, en mi percepción, el principal problema del planeta es la humanidad; y eso se cristaliza en la sobrepoblación. La ecuación es simple: a más cabezas que alimentar, más naturaleza por destruir para levantar poblados, sembrar y abastecernos de energía y de oro.

WM: En una de sus clases, mencionó que los bosques tropicales de América y de África están almacenando, actualmente, 30% menos dióxido de carbono en comparación a los años noventa del siglo pasado, ¿cómo así? ¿Qué implicancias tiene ese hecho para el planeta?

HL: Es correcto. La Tierra podría estar ya perdiendo la efectividad de uno de sus principales agentes mitigadores del cambio climático: los bosques lluviosos americanos y africanos. En los años noventa, los bosques primarios del trópico podían retener cerca del 17% de las emisiones de CO2 generadas por el hombre. Actualmente, esa masa forestal estaría reteniendo no más del 7%. Y esto debido a que, de los bosques primarios que teníamos en los años noventa, hemos perdido la quinta parte y a su vez, la emisión mundial de dióxido de carbono habría aumentado casi en un 50%. Y así como vamos, esto no va a mejorar. Cada vez que “abrimos” monte y “sacamos” fauna silvestre, aceleramos este problema y nos llevamos a casa nuevos virus y bacterias. Ya sabemos que puede venir después.

El Dr. Langewiese sale de su casa religiosamente siempre antes de las ocho de la mañana en su bicicleta para la universidad. No se demora más de 15 minutos en llegar. “Cada día pienso obstinadamente en cómo reducir mi impacto sobre la Tierra. He pensado incluso en volverme vegetariano, pero no me perdonaría regresar a Iquitos y no comer cecina con tacacho. Por eso, evito usar el auto, viajar en avión y hago todo lo que esté a mi alcance. Incluso se me pasó por la mente dejar de tomar café porque sé que para su cosecha, en muchos casos, se debe talar el monte”.

WM: Usted disertó en una de sus clases, sobre un mal que aqueja al mundo: los parlanchines. ¿Por qué son peligrosos?

HL: Los parlanchines o aquellos que se creen dueños de la verdad son otro tipo de virus porque muchas veces (a los más despistados) les trastornan el nivel de conocimiento con otro tipo de conocimiento que no siempre es el certero y que no se sustenta en conocimientos científicos. Eso es un verdadero peligro. Transforman tu estructura funcional para que te guíes en torno a especulaciones y a un sentimentalismo que puede llegar a ser absurdo, por ejemplo, en temas como la tenencia y “humanización” de mascotas, Greta, el amor a los árboles, adorar y esperar las COP como eventos que salvarán al planeta y otros tópicos que podrían entorpecer el camino de la ciencia. Debemos cuidarnos de los animalistas. Les tengo pavor.

WM: ¿Cómo nos debemos relacionar entonces con los que nos rodean?

Universidad de Gotinga. 
HL: Cuando termine toda esta historia, seremos una raza fortalecida inmunológicamente y sin duda más resilente, pero seremos también seres vivientes que le han demostrado al universo de qué estamos hechos. Somos cobardes, valientes, abusivos, solidarios, desconfiados, temerosos, osados; y sobre todo, somos tan vulnerables y dependientes de nuestro entorno, que unos seres microscópicos nos han puesto contra la pared. Vamos a salir de esta, pero miraremos a todos los que nos rodean como posible zoombies.

Como mencionó mi colega Carolin Emcke (joven filosofa alemana), “ha quedado a la vista que no se puede negar la realidad, que hay límites a la manipulación del discurso, al delirio narcisista, a la mentira política. Nadie es invulnerable, nadie es intocable, aunque Trump o Putin quieran negarlo”. Esperemos que después de esto, no olvidemos y pensemos en un “borrón y cuenta nueva. Eso sería un grave error.

Esto no se queda acá. El Dr. Langewiese tiene aún varios temas para abordar. La segunda parte de la entrevista que se le hizo por “Zoom” y de manera escrita viene en la siguiente entrega. ¡No se la pierdan! Entre otros, el catedrático alemán nos habla de la posible extinción de algunas especies de aves, de la situación del polo norte, del altamente contagioso coronavirus, de las palomas, de los grandes simios, de los corales; y por supuesto de otras apreciaciones sobre el Perú.

Abril 2020

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