domingo, 1 de diciembre de 2024

¡PERÚ, PAÍS DE RATAS!

 

Rata negra (Rattus rattus), Foto: Heidi Snell. CDF.

Como se mencionó en una entrega anterior, “mastozoológicamente” hablando, somos un país de ratas y ratones. A ello, debo agregar que también somos un país de murciélagos; y por supuesto de mamíferos fascinantes que habitan en casi todos los rincones del país. ¿Pero sabemos lo que realmente tenemos? Por eso, para iniciar alguna acción de conservación, se debe, como primer requisito, conocer la mayor cantidad de aspectos sobre nuestro “objeto de conservación”. Sin eso, no somos nada. Una escueta aproximación y somera presentación de algunas especies podría ser la carnada para que los lectores se interesen por estos animalitos del Señor.    

Según el artículo de Víctor Pacheco et al. (2021) titulado: “Lista actualizada de la diversidad de los mamíferos del Perú y una propuesta para su actualización”, hasta ese año, el Perú registraba la presencia de 573 especies de mamíferos. De esta cifra, el orden Rodentia, que agrupa a las ratas, ratones, ardillas, cuyes silvestres, majaz y capibara, tiene 192 especies. Le sigue el orden Chiroptera, o sea el de los murciélagos y vampiros, con 187 especies. Es decir, casi el 67% del total de nuestra mastofauna está congregado en ambos órdenes zoológicos.


Es interesante revisar el listado que presenta Pacheco y otros para conocer algo más sobre las especies de mamíferos que pueblan nuestro territorio. Así podemos presumir de lo que nos toca y entender mejor por qué somos considerados una “potencia biológica”, debido a la muy alta diversidad biológica que el Creador nos ofreció hace millones de años y que estamos haciendo pedazos en tan pocos años, geológicamente hablando. 


Perú, país de ratas y ratones (y de un invasor europeo de temor)

 

Dentro del orden Rodentia, la familia Cricetidae registra 136 especies, entre ratas, ratones, hocicudos y otros. Así, por ejemplo, ¿sabían que existe en nuestros dominios una rata pescadora o cangrejera (Ichthyomys stolzmanni) que habita en nuestras yungas, que es nocturna y semiacuática? Esta rata se alimenta de cangrejos y de otros invertebrados acuáticos y está presente entre los 900 y 1700 metros de altitud. Esta rata peruana es bastante desconocida para la ciencia. Ojalá pueda sobrevivir a los embistes del humano. Ahora, si desaparece, posiblemente nadie se entere. Esa es su (nuestra) triste realidad.

 

Rata pescadora
(Icthyomys stolzmanni) Foto: Wikipedia.



En la familia Echimyidae están agrupadas 20 especies de ratas espinosas (no sé por qué serían espinosas) y de otro tipo. Uno ve las fotos de estos especímenes y la verdad es que se percibe pocas diferencias entre uno y otro. ¡Son todos muy parecidos! Me llama la atención el toró de Barbara Brown (Isothrix barbarabrownae) que recibe su nombre por una tal Bárbara Brown (según la web hay una actriz y una escritora con ese nombre) y que fue descrito en el año 2006 (o sea, es relativamente nuevo y desconocido para la ciencia). Este mamífero fue “descubierto” en la parte andina del Parque Nacional del Manu.

 

Podría escribir cientos de líneas más con historias y datos pintorescos de la gran mayoría de estas especies, pero no acabaría nunca. Solo sé que toda esta mastofauna merece nuestra atención y admiración. Sobrevivir a estos mamíferos que caminan en dos patas pegados a un celular y convivir con ellos es todo un mérito y un desafío para nuestra riqueza mastozoológica. Ojalá vivan por siempre … ellos, no los bípedos que se creen dueños del planeta.  

 

 Toró de Barbara Brown
  (Isothrix barbarabrownae).
Foto: The Scientist.
Y si bien no es una rata porque pertenece a la familia Leporidae y al orden Lagomorpha y no figura en el listado de Pacheco, asumo porque es una especie exótica invasora, no podemos perder de vista a la liebre europea (Lepus europaeus) que cada día avanza disciplinadamente a la conquista de nuestro territorio, en desmedro de especies de mamíferos locales como la vizcacha (Lagidium viscacia) y perjudicando, por ejemplo, a agricultores. Este mamífero no tiene muchos depredadores naturales, porque es “nuevo” en el barrio y es, comparativamente con especies locales del mismo orden, mucho más corpulento y astuto. Urge tomar cartas en el asunto para mitigar el impacto que esta especie no deseada trae consigo.


Murciélagos

 

Estos fabulosos mamíferos tienen mala fama y son aborrecidos por muchos. No obstante, nos ofrecen múltiples beneficios porque contribuyen sustancialmente a la regeneración y expansión de los ecosistemas forestales, dado que polinizan flores y dispersan semillas. Además, controlan plagas (insectos) y su excremento sirve como fertilizante.

 

Estos “animalitos” —que son los únicos mamíferos voladores del planeta— se alimentan principalmente de insectos, frutas y polen. Algunas especies incluyen como parte de su dieta a ranas y peces. Y ojo, solo tres especies de murciélago en el mundo son hematófagas, es decir, se alimentan de sangre animal y eventualmente humana. Las tres son exclusivas del continente americano y están entre nosotros los peruanos. Estas son: Desmodus rotundus, Dyphilla ecaudata y Diaemus youngii.

 

Lamentablemente, la gente no los quiere mucho, pero son animales fascinantes e inofensivos. Emiten ultrasonidos de alta frecuencia —inaudibles para los humanos y que varían por especie— para orientarse mientras vuelan y cazan. Lamentablemente, están amenazados por la pérdida de hábitat, por las turbinas eólicas, el uso de insecticidas y el desconocimiento humano. Además, muchas especies tienen áreas de distribución muy restringidas y fragmentadas, lo que dificulta su conservación.

 

Camélidos

 

Las Naciones Unidas han declarado el año 2024 como el Año Internacional de los Camélidos. Estos fascinantes mamíferos son clave para millones de familias que habitan entornos hostiles en más de 90 países. Los camélidos, que comprenden desde las alpacas hasta los camellos bactrianos, dromedarios, guanacos, llamas y vicuñas, contribuyen a la seguridad alimentaria, a la nutrición y al crecimiento económico, además de poseer una gran relevancia social y cultural para muchas comunidades de todo el mundo.

 

En el Perú tenemos cuatro especies de camélidos, dos silvestres, el guanaco (Lama guanicoe) y la vicuña (Vicugna vicugna); y dos domésticas, la llama (Lama glama) y la alpaca (Vicugna pacos). A través de la domesticación que hizo el antiguo poblador sudamericano del guanaco, se tiene a la llama; y de la vicuña, se tiene a la alpaca. Por otro lado, de las siete especies de camélidos que existen en el mundo, cuatro son camélidos andinos o sudamericanos. Y si hablamos del mundo silvestre, de las siete especies de camélidos, tres son silvestres; dos de ellas se encuentran en el Perú (vicuña y guanaco) y la otra es el camello salvaje (Camelus ferus) que habita en los desiertos de Gobi y Gashun Gobi en el noroeste de China y el suroeste de Mongolia.

Un dromedario y yo. 

 

Resalta el hecho, en esta fabulosa familia zoológica, de que la vicuña es uno de los casos más exitosos del planeta de recuperación de una especie al borde de la extinción y del uso sostenible en beneficio de las comunidades locales mediante una técnica ancestral (el chaccu) que revalora los conocimientos locales e involucra la participación de las comunidades en su conservación.


Endemismo

 

Según el listado presentado, de las 573 especies de mamíferos que tiene el Perú, 87 de ellas son endémicas, es decir, habitan exclusivamente en espacios específicos dentro del país. Con ello, en este aspecto, ocupamos, en el Neotrópico, el tercer lugar, después de Brasil y México. Como se menciona en el artículo, “A nivel de especies, 87 (15,2%) son endémicas de Perú, que incluyen a 1 cingulado, 10 didelfimorfos, 9 murciélagos, 9 primates, 56 roedores y 2 eulipotiflanos (…); siendo los roedores el grupo con mayor porcentaje de endémicos (64,4%). (…) las Yungas albergan la mayor cantidad de especies endémicas (48 especies, 55,2%) seguida por Selva Baja (18 especies, 20,7%)”.

 

Cuando hablamos de un cingulado, nos referimos al armadillo o quirquincho peludo (Dasypus pilosus) que habita en el sureste de los Andes, en los departamentos de San Martín, La Libertad, Huánuco, Junín y Amazonas. Sin embargo, también podría estar presente en Cajamarca, Huancavelica, Ayacucho y Puno, pero su presencia en estas áreas necesita ser confirmada. Se sabe tan poco de esta especie que no podemos afirmar que está amenazada. Cuando hablamos de didelfimorfos, nos referimos a la familia zoológica que agrupa a las zarigüeyas, comadrejas y a diversos marsupiales.

 

En el caso de los eulipotiflanos, se trata de dos musarañas, la musaraña de orejas cortas de Evaristo (Cryptotis evaristoi) y la musaraña de orejas cortas peruana (Cryptotis peruviensis). Ambas especies habitan en las yungas peruanas, es decir, en los bosques nublados o montanos, también conocidos como selva alta; y en los páramos, específicamente en las partes altas de Cajamarca y Piura.

 

Dentro de los primates, destaca el mono choro de cola amarilla (Lagothrix flavicauda) que habita también en las yungas peruanas y que enfrenta diversas amenazas, entre las que destaca, ¡cómo no!, la pérdida y fragmentación del hábitat.

 

Me llama la atención que Indonesia tenga 408 especies endémicas de un total de 773, con un porcentaje de endemismo de 52,8. Brasil tiene 751 especies, 223 endémicas, con un porcentaje de 29,7; Perú tiene 573 especies, 87 de ellas endémicas, con un porcentaje de 15,2; y México tiene 564 especies, 162 endémicas con un porcentaje de 28,7.

 

Liebre europea (Lepus europaeus).
Foto: Wikimedia Commons.

Indonesia tiene una superficie de 1 904 569 km², contra los 1 285 215 km2, es decir, casi 620 000 km² más que nosotros, o sea tiene casi un tercio más de territorio, lo cual parece no ser mucho, pero casi quintuplica nuestro número de especies endémicas. Es llamativo también que un país como Argentina (2 780 085 km²) no tenga, según el artículo mencionado, ninguna especie endémica, pese a que hace poco han descubierto a un mamífero que solo estaría presente en la región central del país gaucho, el Ctenomys uco.

 

Cifras van y vienen. Lo que me preocupa es que la mayor cantidad de especies endémicas habitan en las ecorregiones (según Brack, 1986) de las Yungas y el Páramo, las cuales son dos de las más amenazadas por el cambio no autorizado de uso de suelo, producto de las actividades humanas. Un ejemplo de esta triste realidad nos lo ofrece el tapir andino, manta o pinchaque (Tapirus pinchaque) que es uno de los mamíferos más amenazados y enigmáticos en el país y en general, en todo su rango de distribución.


Gatitos y perritos

 

Ya que no puedo hablar de cada una de las familias y de los órdenes zoológicos de la lista de los mamíferos del Perú, me concentraré solo en algunas de ellas. En cuanto al orden Carnivora que agrupa a las familias Felidae, Canidae, Ursidae (que tiene al único oso de América del Sur, el oso de anteojos), Otaridae (lobos de mar), Mustelidae (nutrias, manco, hurones), Mephitidae (zorrinos), Procyonidae (coaties, chosna, osito cangrejero), voy a concentrarme brevemente en dos familias, la de los felinos y la de los canidos.

 

El Perú alberga a ocho representantes de la familia Felidae, cinco del género Leopardus: gato del pajonal (Leopardus garleppi), gato andino (L. jacobita), ocelote o tigrillo (L. pardalis), oncilla (L. tigrinus), margay o huamburushu (L. wiedii); dos del género Puma: el puma (Puma concolor) y el jaguarundi (P. yagouaroundi); y una especie del género Panthera, el conocido jaguar u otorongo (Panthera onca).

 

En el caso de la familia Canidae, el Perú reporta seis especies, tres del género Lycalopex: el zorro andino (Lycalopex culpaeus), el zorro gris (L. griseus) y el zorro de Sechura o costeño (L. sechurae); y tres especies poco conocidas, pero muy interesantes y fascinantes: el perro de monte o de orejas cortas (Atelocynus microtis), el lobo de crin (Chrysocyon brachyurus) y el perro de monte o selvático (Speothos venaticus). Los dos perros de montes viven principalmente en la selva alta y baja y son de distribución restringida. Sabemos poco de ellos.

 

Lobo de crin (Chrysocyon brachyurus). 
 Foto: Getty images.

En el caso del lobo de crin, este cánido es bastante más conocido y vive exclusivamente, en el Perú, en la ecorregión de la Sábana de Palmeras, específicamente en las Pampas del Heath, dado que el río del mismo nombre que las atraviesa en esta parte del continente sirve de límite natural entre el Perú y Bolivia. Estas están ubicadas dentro del Parque Nacional Bahuaja Sonene y es la parte más al norte de este ecosistema que viene desde Bolivia. Sus patas largas son una adaptación a la vegetación de esas sábanas que son prácticamente pastizales y que se inundan casi en su totalidad durante las lluvias. En estos terrenos vive la principal presa de este cánido, el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), el cérvido más grande del continente sudamericano.

Para cerrar…  


Revisando la lista de mamíferos, es interesante hacer notar que, entre otros, tenemos 19 especies de delfines: 17 de la familia Delphinidae, que agrupa a los delfines de agua salada y a uno de agua dulce, el delfín gris (Sotalia fluviatilis), habitante de los ríos de la cuenca amazónica, en selva baja; 1 de la familia Phocoenidae, el chancho marino o bufeo (Phocoena spinipinnis) que se caracteriza por tener una cabeza casi roma sin pico; y una especie de la familia Iniidae, el delfín rosado (Inia geoffrensis), de agua dulce.

 

También resalta el hecho de que tengamos 13 especies de ballenas y cachalotes. En la familia Balaenopteridae tenemos seis especies: la ballena minke austral (Balaenoptera bonaerensis), ballena de sei (B. borealis), ballena de Bryde (B. edeni), ballena azul (B. musculus), ballena de aleta (B. physalus) y la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae)

 

Tenemos, además, tres ballenas de la familia Ziphidae, donde resalta la ballena de pico peruana (Mesoplodon peruvianus); y tres especies de cachalotes pertenecientes a la familia Physeteridae. Estos enormes mamíferos, ninguno endémico del Perú, porque claro, se mueven en grandes distancias y nunca se quedan en un solo lugar, están expuestos a diversas amenazas, tales como la caza para la venta, la captura por accidente, los accidentes con barcos, el cambio climático, varamientos y muerte por contaminación y el impacto de las actividades industriales marinas.

 

Toda esta deslumbrante lista de mamíferos merece nuestra atención, valoración y que los tomemos más en cuenta. Su presencia es un lujo para nosotros. Los beneficios y satisfacciones que nos brindan son muchos. Conozcamos y protejámoslos. ¡No seas rata!    

 

Diciembre 2024

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