Ojo, del 2 al 6 de junio de 2025, en Celendín, Cajamarca tendremos el décimo cuarto Congreso Nacional de Ornitología. Esta importante reunión se da en un sitio bastante atractivo, en una ciudad cajamarquina ubicada ad portas del valle del Marañón; pues de ahí se puede llegar, por vía terrestre a Balsas, en el imponente río Marañón, ahí donde está la frontera entre los departamentos de Amazonas y Cajamarca. Ese valle es un sitio muy atractivo para ir a ver aves, por la alta cuota de aves endémicas que presenta y por la belleza paisajística. ¡Y no me queda duda! Seguro que en los alrededores de Celendín existen también buenos sitios para pajarear y aprovechar el viajecito hasta ese rincón de los Andes, cercano a la cuenca amazónica.
Los congresos nacionales
de ornitología son importantes para los que estamos metidos, unos más, otros
menos, en los temas relacionados a las aves y por supuesto a la fauna
silvestre. Estos espacios son de suma utilidad para conocer qué avances se
tiene en la investigación científica con respecto a nuestras plumiferas; qué se
viene haciendo para impulsar su conservación; y también para conocer más sobre
cómo la observación de aves contribuye a poner en vitrina a las aves y a saber
más sobre su distribución, comportamiento y aspectos que nos permitan construir
y gestionar información de interés.
Ahora, en algún momento,
en una editorial que escribí en uno de los volúmenes del Boletín de la Unión de
Ornitólogos del Perú (UNOP), uno de los organizadores del congreso, sostuve que
estas reuniones también sirven para “intercambiar figuritas”, es decir, para
hacer relaciones públicas y conocer a nuevos actores. Hubo unos cuantos que me
querían linchar, porque al parecer mi comentario fue algo “ofensivo”. Pero,
valgan verdades, todo congreso, simposio o reunión similar tiene ese
componente; y no está mal. Es necesario relacionarse y saber en qué andan los
otros orques; y que sepan en qué andamos nosotros. Pese a que la tecnología nos
ayuda con ello, siempre es y será necesario tener el contacto físico y visual
(¡Y unas chelas!).
Sea como sea, amigas y
amigos pajareros e interesados en las aves, ¡no dejen de ir al congreso!
Necesitamos seguir construyendo las bases para convertirnos en una potencia
ornitológica. Es fundamental involucrar a más actores en esta gesta para seguir
impulsando la maquinaria privada y estatal, de tal forma que podamos aprovechar
esta riqueza ornitológica para generar beneficios y dejarle algo sólido a los
que vienen en los siguientes años.
¡Ya saben, no dejen de ir
al congreso! ¡Además, Cajamarca es chévere!
Las palomas que se irán
al cielo
Colegas alemanes me han
vuelto a llamar, esta vez para preguntarme qué es lo que opino sobre la oferta
que hacen las autoridades de la ciudad de Limburg, en el centro de Alemania,
para que una persona o empresa lidere la captura y sacrificio de 200 individuos
de paloma de castilla (Columba livia). Parece que el criterio que
definirá al mejor postor será la propuesta económica. Por supuesto, los
animalistas y defensores de los animales (que, creo yo, no son lo mismo) han
saltado hasta el techo. Ojo, el cálculo que hicieron los funcionarios ediles
alemanes es de 125 euros por paloma, viva o muerta. Los primeros postores para
hacer esta “chambita” ofrecían costos astronómicos por cada paloma.
El 22 de abril debería
empezar esta saca sanitaria; y debe culminar en tres meses como máximo. Esta
medida responde a una orden judicial municipal de noviembre de 2023 que
indicaba que la población citadina de estas aves, de cerca de 300 en la ciudad
(y de 1000 en la región) debería reducirse a no más de 100 ejemplares. El
método a utilizar es el desnucamiento. Las protestas trascendieron las
fronteras municipales y pese a que se apeló a esta medida, en junio del año
pasado hubo una consulta electoral; y en esta ciudad de cerca de 36 000
habitantes ganó el SÍ, entre los casi 27 000 votantes.
Los defensores de los
animales preparan ya las acusaciones contra el municipio. Ahora, los de PETA (Personas
por el Trato Ético de los Animales) proponen una solución “pacífica”, pero
según me cuentan, las soluciones “amigables” son muy caras para el municipio.
Los defensores de estas “plumiferas” argumentan que después de un tiempo, la
población de palomas sería la misma. Para ellos, la construcción de palomares,
el control especializado de las poblaciones y usar huevos de yeso y destruir
los puestos son la solución (aunque los animalistas dicen que los embriones son
ya seres vivos). Además, afirman que existen suficientes voluntarios que pueden
hacer estos trabajos. Pese a estas propuestas, las autoridades no dan marcha
atrás.
Iguanas en peligro
¡Esto es el colmo! Se
dispara el comercio ilegal de iguanas procedentes de las Islas Galápagos. En un
reciente artículo
científico, más de 20 expertos llegan a la conclusión que estos reptiles,
que ya de por sí están amenazados, deben sumar una amenaza más, su extracción no
autorizada. Estas especies están protegidas por la Convención sobre el Comercio
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que
rige desde 1973; y desde el año 1936, su extracción sin permiso es considerado
como un acto ilegal y penado por el gobierno ecuatoriano.
Se informa que existe una
maquinaria organizada para extraer a estos maravillosos saurios del
archipiélago hacia Uganda, que es el principal destino. Ahí existe un centro de
cría liderado por el capo de una mafia que ha monopolizado este ilegal negocio.
Según se informa, este señor ya lleva acumulado más de tres millones de dólares,
desde el año 1999, que empezó a comercializar reptiles de diversos rincones del
mundo, capturados ilegalmente. Incluso, este señor ya ha sido encarcelado un
par de veces en Kenia y Nueva Zelanda.
Se ha reportado que desde hace casi ocho existen envíos autorizados de iguanas terrestres (rosadas), procedentes de Galápagos. El principal destino es el mercado asiático, aunque también se reporta envíos de algunos individuos a Suecia, Ucrania y Canadá.
Según la CITES, Uganda ha
vendido legalmente 77 ejemplares de iguanas. En el mercado negro, cada ejemplar
cuesta entre 30 mil y 50 mil dólares. Es decir, estamos hablando de entre 2,2 y
3 millones de la moneda verde. El fin es tenerlas como mascotas.
Los autores del artículo
hacen un llamado a las autoridades ecuatorianas que no se permita extraer
ejemplares vivos del archipiélago si no se puede probar el origen legal y no se
tiene la certeza de que el demandante sea también un operador autorizado. De
forma contraria, no se debería autorizar el comercio y se debe aplicar la
regulación nacional. Pero también se hace un llamado a la cooperación
internacional de todos los países para poner candados más estrictos en lo
referido a la compra y venta de especies altamente amenazadas.
Se menciona además que “algunas
Partes (países) de la CITES, emiten permisos de exportación para animales o
plantas adquiridos ilegalmente, lo que fomenta el tráfico, socava la eficacia e
integridad de las disposiciones de la Convención y expone a las especies en
peligro de extinción a un mayor riesgo debido al comercio internacional”. Se
debe evitar la lavandería.
Según el artículo, “la
cooperación internacional se considera ampliamente necesaria para prevenir la
sobreexplotación de especies amenazadas en el comercio. La CITES es el
principal acuerdo intergubernamental para que los Estados miembros aborden el
comercio legal e ilegal de animales y plantas”. Así también, el artículo
analiza el comercio ilegal de iguanas vivas, endémicas de las Islas Galápagos
de Ecuador, mediante la emisión de permisos CITES por parte de Estados fuera
del área de distribución sin consultar al Estado del área de distribución para
determinar la procedencia legal de los especímenes.
Se indica que es
fundamental que los Estados miembros de la CITES sean diligentes, apliquen
estrictamente las disposiciones de la Convención y se abstengan de emitir
permisos de exportación para animales o sus crías objeto de tráfico ilegal, en
particular para especies en peligro de extinción con alto valor comercial.
En base a lo anterior,
debemos estar alertas y no comprar animales silvestres de origen ilegal; y
también, debemos entender los alcances de la CITES y no dejar que nos quieran agarrar
de lornas los que dicen que son los expertos en la gestión de fauna silvestre.
Abril 2025
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