En plena fiebre mundialista, pensar en este resultado futbolístico no es muy alejado de la realidad ya que nuestra selección peruana de fútbol es tan inoperante como un cirujano con guantes de box. Sin embargo, no solo nuestros peloteros (y los dirigentes futboleros que forman parte de esa fauna tan repudiada por los sufridos peruanos) dan muestra de su falta de compromiso con la camiseta. Nuestros gobernantes de turno se pusieron la camiseta de Brasil para (auto)arrimarnos seis “pepas” en nuestro arco. Hace unos días se firmó el Acuerdo Energético con Brasil en la ciudad de Manaos. Así, aprovechando el Mundial de Fútbol y eligiendo dicha ciudad brasilera —ubicada en plena llanura amazónica y aislada de todo el “bolondrón” mediático— nuestro país ha firmado un acuerdo que pone en grave riesgo nuestra Amazonía.
El encuentro presagiaba (como casi siempre) que Perú iba a perder. Y claro, perdió. Nuestro equipo y cuerpo técnico sucumbieron ante el “Scrath” y se dejaron vapulear como unos aficionados. Acá va la descripción de las seis “arrimadas de piano” que nos encajaron (y que seguro más adelante serán más).
1:0 A través de este acuerdo estamos bajándonos los pantalones para que los brasileños —que se ven en pocos años como la quinta potencia del mundo— se aprovechen de nosotros. Los cariocas son concientes de que son una potencia monárquica que se está expandiendo a pasos agigantados. Su bien constituido Ministerio de Planificación (entidad que se encarga de planificar a largo plazo las políticas brasileras, cosa que acá suena a chino) ya ha establecido que la energía que tienen les va a quedar chica. Y como la consigna es expandirse, necesitan obtenerla de donde sea y a un precio ganga. Pero claro, para eso estamos los peruanos, este equipo desorganizado, improvisado, poco profesional, temeroso y dispuesto a venderse al mejor postor. El primer golazo de media cancha de los cariocas augura un partido con la cancha inclinada para el lado brasilero.
2:0 Cuando el Perú necesite la energía para consumo interno (y asumiendo que seguiremos creciendo económicamente) vamos a tener que estar mendigando y asumiendo enormes costos para utilizar las represas (las cuales tienen un promedio de vida de 30 años) que se piensa construir en nuestro territorio con capital carioca. Estos tremendos “jugadorazos” nos hicieron una “huachita” espectacular para clavarnos otro buen gol. Y es que nos han ofrecido otorgarnos los excedentes de energía de las centrales hidroeléctricas que ellos construyan en el país. Nosotros, por el momento, no necesitamos energía adicional, pues las centrales hidroeléctricas que ya tenemos nos la aseguran para los siguientes años. Es decir, toda la energía que se produciría en corto plazo iría de todas maneras para nuestro vecino. Acá se muestra que los “canharinos” son unos jugadores mañosos y pendencieros. Y cuando queramos utilizar esas represas, estas tendrán tal cantidad de sedimentos (en especial aquellas represas ubicadas en la selva, pues los ríos allí son turbios) que su mantenimiento nos costará un ojo de la cara.
3:0 El partido es claramente dominado por Brasil. Sus astutos jugadores nos camotean como en una “pichanguita” de práctica. Los daños socioambientales que implica la construcción de las centrales hidroeléctricas en el Perú se quedarán lógicamente en nuestra patria. Los brasileros, claro, ponen el “billete” pero nos dejan un escenario complicado. El porcentaje del presupuesto total que invertirían en el país en la mitigación de impactos socioambientales (no mayor del 5%, cuando debería ser un monto cercano al 10%) es ínfimo. ¿Qué sucederá con toda la gente que sería empleada como mano de obra? Lo más probable es que se quede y que luego se dedique a la minería informal, tala, agricultura migratoria, generando un impacto ambiental mayor del previsto y problemas como la prostitución, violencia, producto de un crecimiento desordenado. Para la construcción de una central hidroelectrica se necesita miles de trabajadores, pero para su funcionamiento, solo se requiere menos de un ciento de personas. Nos están metiendo harta “taba” y leña. El equipo peruano saldrá muy lesionado.
4:0 La posesión del balón está claramente del lado brasilero, pese a que al parecer están jugando a “media máquina”, pero no es así. Nuestros contrincantes son unos expertos en diplomacia y en agarrarnos de “lornas” (bueno, esto no es difícil). Además, no están tomando en cuenta que existen diversos jugadores peruanos que se oponen a que este equipo brasilero juegue en sus territorios pues saben que serán desplazados y que como siempre no recibirán nada a cambio. Además, debemos tomar en cuenta que en el país de la samba existe parte de la “torcida” que se opone a su propio equipo, pues ellos han experimentado mucha resistencia a la construcción de grandes represas. Pero no hay problema, para eso está el Perú, un equipo “sparring” que se deja vapulear y moldear según le sea indicado y a un costo ínfimo.
5:0 Entra a la cancha el jugador peruano nacionalizado brasilero llamado Inambari. Este virtuoso del balón nació en la frontera de Cusco, Madre de Dios y Puno en la cuenca del río del mismo nombre. Ya lo perdimos. Su presencia en la cancha (con el número 10) permitirá concentrar todos los balones brasileros en nuestra cancha para beneficio de su equipo. El “jogo bonito” de los amarillos es evidente y nos apaga del todo. Este jugador sería ya fijo en la selección brasilera e inundará miles de hectáreas de bosque, desplazando a cientos de familias, inundando casi 150 Km de la carretera interoceánica sur (otro “partidaso” a favor de Brasil) y generando una gran emisión de metano (que es entre 20 y 30 veces más nocivo para el medio ambiente que el CO2 porque retiene más calor) debido a la putrefacción de las hectáreas de bosques en buen estado de conservación. Además, este jugador juega muy cerca de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene y debe ver dónde “colocaría” los kilómetros inundados de la carretera. Lo más probable es que destruya lo que ya se conserva.
6:0 El Perú se ha olvidado de meter a la cancha al jugador llamado “Minam”, el cual debió estar desde el minuto inicial de juego. Muchos especulan que una lesión ocasionada por su entrenador (cosa curiosa) lo dejó afuera. Otros dicen que el mismo buscó una lesión para mantenerse al margen de este juego. Su corazón por enfrentar la situación se ve reprimido al parecer por las ordenes del D.T. Esperemos que no sea así y que entre a la cancha lo más pronto posible. Mientras esto sucede en la banca peruana, los brasileros ya nos clavaron un gol más. Su comando técnico se relaja pues sabe que con este resultado nos van a seguir teniendo de hijos por la eternidad.
¿Qué sacamos de este juego? Los comentarios rondan por doquier. Somos un equipito de improvisados que no podemos organizarnos de manera contundente para enfrentar a un grupo de personas que nos agarran de “punto”. Pero claro, debemos reconocer que con la plata (y la coima) baila el mono. Además, sabemos que tenemos una cantera de jugadores (limpios) que debemos empezar a “foguear”, como la energía eólica y la solar. Así también, ¿Por qué insisten en jugar el partido en la selva peruana? Tenemos otras canchas mejores en la sierra. Me refiero a que, si debemos construir represas hidroeléctricas, podemos utilizar los ríos de la sierra que por su topografía generan también energía y son de caída, es decir, no se necesita retener el agua e inundar vastos territorios.
Hagamos algo por mejorar esta situación que nos pone en clara desventaja en otro partido que recién empieza, en el cual, una vez más, podríamos hacer un gran papelón y donde nosotros mismos nos hacemos los goles. Discutamos al respecto. Seamos más críticos con este y otros compromisos que se nos vienen. No nos oponemos a jugar, pero preparémonos bien y exijamos jugar bajo las mismas condiciones. Qué no nos agarren de “cojudhinos”.
El encuentro presagiaba (como casi siempre) que Perú iba a perder. Y claro, perdió. Nuestro equipo y cuerpo técnico sucumbieron ante el “Scrath” y se dejaron vapulear como unos aficionados. Acá va la descripción de las seis “arrimadas de piano” que nos encajaron (y que seguro más adelante serán más).
1:0 A través de este acuerdo estamos bajándonos los pantalones para que los brasileños —que se ven en pocos años como la quinta potencia del mundo— se aprovechen de nosotros. Los cariocas son concientes de que son una potencia monárquica que se está expandiendo a pasos agigantados. Su bien constituido Ministerio de Planificación (entidad que se encarga de planificar a largo plazo las políticas brasileras, cosa que acá suena a chino) ya ha establecido que la energía que tienen les va a quedar chica. Y como la consigna es expandirse, necesitan obtenerla de donde sea y a un precio ganga. Pero claro, para eso estamos los peruanos, este equipo desorganizado, improvisado, poco profesional, temeroso y dispuesto a venderse al mejor postor. El primer golazo de media cancha de los cariocas augura un partido con la cancha inclinada para el lado brasilero.
2:0 Cuando el Perú necesite la energía para consumo interno (y asumiendo que seguiremos creciendo económicamente) vamos a tener que estar mendigando y asumiendo enormes costos para utilizar las represas (las cuales tienen un promedio de vida de 30 años) que se piensa construir en nuestro territorio con capital carioca. Estos tremendos “jugadorazos” nos hicieron una “huachita” espectacular para clavarnos otro buen gol. Y es que nos han ofrecido otorgarnos los excedentes de energía de las centrales hidroeléctricas que ellos construyan en el país. Nosotros, por el momento, no necesitamos energía adicional, pues las centrales hidroeléctricas que ya tenemos nos la aseguran para los siguientes años. Es decir, toda la energía que se produciría en corto plazo iría de todas maneras para nuestro vecino. Acá se muestra que los “canharinos” son unos jugadores mañosos y pendencieros. Y cuando queramos utilizar esas represas, estas tendrán tal cantidad de sedimentos (en especial aquellas represas ubicadas en la selva, pues los ríos allí son turbios) que su mantenimiento nos costará un ojo de la cara.
3:0 El partido es claramente dominado por Brasil. Sus astutos jugadores nos camotean como en una “pichanguita” de práctica. Los daños socioambientales que implica la construcción de las centrales hidroeléctricas en el Perú se quedarán lógicamente en nuestra patria. Los brasileros, claro, ponen el “billete” pero nos dejan un escenario complicado. El porcentaje del presupuesto total que invertirían en el país en la mitigación de impactos socioambientales (no mayor del 5%, cuando debería ser un monto cercano al 10%) es ínfimo. ¿Qué sucederá con toda la gente que sería empleada como mano de obra? Lo más probable es que se quede y que luego se dedique a la minería informal, tala, agricultura migratoria, generando un impacto ambiental mayor del previsto y problemas como la prostitución, violencia, producto de un crecimiento desordenado. Para la construcción de una central hidroelectrica se necesita miles de trabajadores, pero para su funcionamiento, solo se requiere menos de un ciento de personas. Nos están metiendo harta “taba” y leña. El equipo peruano saldrá muy lesionado.
4:0 La posesión del balón está claramente del lado brasilero, pese a que al parecer están jugando a “media máquina”, pero no es así. Nuestros contrincantes son unos expertos en diplomacia y en agarrarnos de “lornas” (bueno, esto no es difícil). Además, no están tomando en cuenta que existen diversos jugadores peruanos que se oponen a que este equipo brasilero juegue en sus territorios pues saben que serán desplazados y que como siempre no recibirán nada a cambio. Además, debemos tomar en cuenta que en el país de la samba existe parte de la “torcida” que se opone a su propio equipo, pues ellos han experimentado mucha resistencia a la construcción de grandes represas. Pero no hay problema, para eso está el Perú, un equipo “sparring” que se deja vapulear y moldear según le sea indicado y a un costo ínfimo.
5:0 Entra a la cancha el jugador peruano nacionalizado brasilero llamado Inambari. Este virtuoso del balón nació en la frontera de Cusco, Madre de Dios y Puno en la cuenca del río del mismo nombre. Ya lo perdimos. Su presencia en la cancha (con el número 10) permitirá concentrar todos los balones brasileros en nuestra cancha para beneficio de su equipo. El “jogo bonito” de los amarillos es evidente y nos apaga del todo. Este jugador sería ya fijo en la selección brasilera e inundará miles de hectáreas de bosque, desplazando a cientos de familias, inundando casi 150 Km de la carretera interoceánica sur (otro “partidaso” a favor de Brasil) y generando una gran emisión de metano (que es entre 20 y 30 veces más nocivo para el medio ambiente que el CO2 porque retiene más calor) debido a la putrefacción de las hectáreas de bosques en buen estado de conservación. Además, este jugador juega muy cerca de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene y debe ver dónde “colocaría” los kilómetros inundados de la carretera. Lo más probable es que destruya lo que ya se conserva.
6:0 El Perú se ha olvidado de meter a la cancha al jugador llamado “Minam”, el cual debió estar desde el minuto inicial de juego. Muchos especulan que una lesión ocasionada por su entrenador (cosa curiosa) lo dejó afuera. Otros dicen que el mismo buscó una lesión para mantenerse al margen de este juego. Su corazón por enfrentar la situación se ve reprimido al parecer por las ordenes del D.T. Esperemos que no sea así y que entre a la cancha lo más pronto posible. Mientras esto sucede en la banca peruana, los brasileros ya nos clavaron un gol más. Su comando técnico se relaja pues sabe que con este resultado nos van a seguir teniendo de hijos por la eternidad.
¿Qué sacamos de este juego? Los comentarios rondan por doquier. Somos un equipito de improvisados que no podemos organizarnos de manera contundente para enfrentar a un grupo de personas que nos agarran de “punto”. Pero claro, debemos reconocer que con la plata (y la coima) baila el mono. Además, sabemos que tenemos una cantera de jugadores (limpios) que debemos empezar a “foguear”, como la energía eólica y la solar. Así también, ¿Por qué insisten en jugar el partido en la selva peruana? Tenemos otras canchas mejores en la sierra. Me refiero a que, si debemos construir represas hidroeléctricas, podemos utilizar los ríos de la sierra que por su topografía generan también energía y son de caída, es decir, no se necesita retener el agua e inundar vastos territorios.
Hagamos algo por mejorar esta situación que nos pone en clara desventaja en otro partido que recién empieza, en el cual, una vez más, podríamos hacer un gran papelón y donde nosotros mismos nos hacemos los goles. Discutamos al respecto. Seamos más críticos con este y otros compromisos que se nos vienen. No nos oponemos a jugar, pero preparémonos bien y exijamos jugar bajo las mismas condiciones. Qué no nos agarren de “cojudhinos”.
Querido Kiko-
ResponderEliminarGracias por hacer saber a mas personas lo importante de la educacion con respecto al ambiente. Me apena que nuestro presidente y demas politicos sean apaticos como tanto ser humano en todo el mundo y no se interesen por ayudar para que nuestros hijos reciban un mundo menos destruido. En fin, un indio californiano dijo algo asi: cuando el ultimo pez haya sido pescado y el ultimo venado cazado, solo ahi nos daremos cuenta que no podemos comer dinero.
Un abrazo,
Quique