Me
he tomado el trabajo de soplarme y escuchar —más de un par de veces— al
tinterillo de Marco Tulio Gutierrez y a un par de sus secuaces. Empecemos por
el primero. Este abogaducho tiene el perfil del típico peruano “criollazo” que
se presta a cualquier jugarreta sin importarle el resultado final, sino solo
cuánto va a cobrar y cómo puede salir beneficiado. Esa mala costumbre peruana puede
ser descrita en lo que nos sucede a menudo en este país de criminales. La frase
típica es: “Señor, ¿tiene tal cosa, o brinda tal servicio?, “Sí tenemos o sí lo
hacemos” (nunca delinquen solos), te dicen descaradamente, luego de haberte mecido
un rato. Luego te das cuenta de que no tienen o que realmente no brindan el
servicio que deseas. Sin embargo, te aseguran con toda la concha del planeta que
a través de un conocido o familiar te pueden conseguir o hacer lo que
necesites. Claro, para esto surge la famosa frase: ¿Cómo es? o ¿Cómo haríamos? O
te advierten inmediatamente del gasto “extra” que supone hacerte ese favor,
como si fuese un favor.
Y
de los otros secuaces, no hay mucho más que decir. Estos son unos zoombies hambrientos de carroña y basura
para sobrevivir que se venden —como el primero— al mejor postor. Les apuesto
que si los llamo y les ofrezco el doble de plata para apoyar una causa distinta
o contraria a lo que vienen apoyando, aceptan. Son unos buitres de la política carentes
de principios. Todo esto hace que esta gente, bendecidos y financiados por
Castañeda, actúen cumpliendo un papel perfectamente delineado por el mudo y por
los mafiosos que lo acompañan, teniendo a la vista los millones de dólares que
se vienen ejecutando y ejecutarán para el bien de Lima (por lo menos así espero
que sea) y a los que con artimañas podrían acceder con el visto bueno de otros
corruptos.
No
es cuerdo apoyar este capricho y el mal uso de la herramienta democrática
llamada revocatoria dirigida por personas de espantosa procedencia, aunque urge
reformular su existencia, su aprobación y su uso en general en este país de tan
débil estructura social y política. No puede ser posible que estos atorrantes
hayan puesto en jaque a esta ciudad que ya de por sí está por sucumbir ante la
mafia de las combis, los delincuentes, la improvisación, la informalidad y ante
la falta de educación y civismo de sus ciudadanos.
Votaré
decididamente por el NO, pero debo decir también lo siguiente: no estoy del
todo acuerdo con la manera como Villarán conduce la comuna limeña. Tampoco apoyo
a personas como Marisa Glave, fundamentalista roja que, pese a su figurita de
limeñita regia, es, para mí, un lobo disfrazado de oveja. Me jode que la
alcaldesa se haya confiado y haya pensado que una ciudad tan caótica puede
cambiar tan solo con la buena voluntad de personas que quieren imponer algunas ideas
de marcada tendencia. Rodearse de gente que no es técnica y que piensa más en
ofrecer espacios de encuentro y armonía, no me parece la mejor opción para esta
sucursal del infierno, por lo menos, no por ahora. Se han creído capaces de “gerenciar”
el infierno y se han dado cuenta que eso no es tan fácil.
De
hecho, tampoco es necesario llenarse de tan solo tecnócratas que trabajan indiferentes
a lo que la gente necesita y que solo están interesados en cumplir con sus
metas y sus resultados por actividades. Por supuesto que no, pero una mezcla
sensata, bien pensada y sin favoritismos, creo que es lo mejor para Lima. No
estoy de acuerdo con pactar alianzas con radicales que manejan diversos
discursos para diferentes escenarios. Además, no me gustan las argollas.
Sin
embargo, todo esto no justifica para nada que vote por el sí. Capricho inútil que,
sin ningún sustento claro y técnico, pregona el pobre diablo de Marco Tulio con
una banda de impresentables como Pacheco, Luna, Tudela y gente de la peor
calaña que, luego de hacer números y especular cuánto les caerá por su
participación, siguen demostrando que este país está infesto de ratas inmundas
a las que no les importa el bien de los peruanos y peruanas. Su cinismo es
asombroso, pues aducen estar preocupados por el bienestar de los suyos y el de
la ciudad. ¡Mentira! Están pensando en cómo sacar rédito a esta exposición
mediática y cómo invertir en lo que han cobrado, ¿o alguien piensa que todo
esto es gratis?
Como
uno de los deportes principales del peruano es el criticar y al toque ponerle
la cruz a alguien que no es de su agrado o que sí sabe o que sí chambea (o que
es honesto), me enferma ver a todos estos débiles mentales justificando el sí y
el caos por un revanchismo malintencionado. Estos descerebrados ya han
demostrado que no tienen argumentos para detener el trabajo que se viene
haciendo en Lima. Y, repito, la alcaldesa y su gente deben hacer mucho mejor
las cosas y bajar al llano. Les espera días apocalípticos y muy duros. Susana
no seas sobrada ni te dejes engatusar por algunas posiciones muy idealistas.
Aplastar a estos revocadores es la primera parte de tu misión. Ya luego
reordena tus fichas y tu gente. Comunica lo que haces, asesórate bien y no
limites tu colaboración a un par de regidores con ideas recicladas y radicales.
Finalmente,
me da curiosidad saber cómo será el orden político tras esta aventura para una presumible
“unión” de fuerzas de diversas orientaciones por un bien común. Me parece muy
bien que prime la inteligencia y las ganas de hacer algo por la ciudad, pero
veamos también qué viene. No todo es gratis en la política.
Marzo 2013
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