Daniel Pockett - EPA-EFE - REX |
No,
no es un resultado de la primera liga mexicana de fútbol. Se trata de saber cómo
va, por ahora, la disputa de estos dos grandes felinos por sobrevivir en
canchas terrícolas. Ambas especies han sufrido y sufren los embistes de la
humanidad de forma parecida. Sin embargo, existe una indiscutible amenaza común:
China. Es sabida la gran demanda de colmillos, dientes, pieles y de otras
partes de estos dos depredadores por ciudadanos chinos y del sureste asiático
para fines supuestamente medicinales y afrodisiacos. Esta situación promueve el
comercio ilegal de especies de flora y fauna silvestre y tendría como
consecuencia una erosión en la diversidad biológica[1]
en los territorios donde estos mamíferos son cazados al margen de la ley.
Veamos cómo así el tigre llevaría la delantera en la lucha por salir airoso.
El tigre (Panthera
tigris) y el jaguar (Panthera onca)
son especies representativas de dos continentes en el planeta: Asía y América
respectivamente. El tigre compite con el (rey) león (Panthera leo) en el colectivo mundial en cuanto a popularidad;
mientras que, en el continente americano, el puma (Puma concolor) le hace la competencia al jaguar también en lo referido
al estrellato. Pese a estas “disputas” triviales, ambos protagonistas libran
una batalla terrenal para sobrevivir. Su futuro es algo sombrío. En el caso del
tigre, hay buenas noticias, por lo que le llevaría una ligera (y relativa)
ventaja al jaguar. Veamos por qué.
En India, el número de individuos de tigre ha subido
este año a 3000. El Primer Ministro Indio, Narendra Mondi, indicó hace poco que
esta cifra es un “éxito histórico”. Ya en el 2018, se había registrado la
presencia de 2967 individuos; y hace 15 años se contabilizó tan solo 1400
ejemplares de tigres. Para esto, en los años setenta del siglo pasado, el
gobierno hindú puso en marcha una serie de programas de conservación destinados
a salvaguardar esta y otras especies que han tenido, como se ve, buenos
resultados. Y es que, pese a que en el 2004 se había registrado 2226 tigres,
esta cifra disminuyó, pero como se ve, se ha vuelto a recuperar.
Hoy, India puede jactarse de ser uno de los países
que ofrece hábitats extensos y seguros para el tigre y otros grandes animales
amenazados. Se sabe también que no existirían más de 4000 tigres en estado
silvestre en el mundo; y que todos ellos están dispersos en diversos hábitats
que van desde Siberia hasta la isla Sumatra en Indonesia. Ambos puntos
geográficos están separados por más de 10 000 kilómetros.
El
tigre saca ventaja
El país asiático sería el último paraíso de
salvación para los tigres. Actualmente, alberga las tres cuartas partes de la
población mundial de este gran felino. Desde Nueva Delhi[2]
y en el Día Internacional del Tigre —que se celebra el 29 de julio[3]—,
según Modi, “el resultado del último censo del tigre debería alegrar a cada
hindú y a los amantes de la naturaleza”. Y es que en la cuna de “Bollywood” se
realiza un censo de esta especie cada cuatro años (¡qué envidia!).
Según Modi también, en India, la extensión de los
bosques tropicales ha aumentado en los últimos cinco años, pese a que este país
cercano a ser del “Primer Mundo” ha invertido bastante en infraestructura, con
los impactos colaterales en el medio ambiente que ello ocasiona. Además, el
número de espacios protegidos en India ha aumentado de 692 en el año 2014 a más
de 860 en el 2019. A ello, se suma el efecto positivo “en la ecología” que
tendrían las llamadas reservas comunales, que pasaron de 43 en el 2014 a ser
más de 100 en el 2019. Estos espacios conectarían espacios protegidos ya
establecidos y ofrecerían corredores biológicos para estos felinos y otras
especies de fauna silvestre.
Jaguar: el rey de las Américas. |
Jaguares
y tigres: 64 000 contra 4000
Tras analizar el genoma completo de 32 individuos
representativos de tigres, los expertos afirman que existen seis subespecies de
este felino que se diferencian principalmente en el tamaño, el pelaje y claro,
en el hábitat de donde provienen originalmente. Tenemos el tigre real, el
siberiano, el de Sumatra, el indonesio, el malayo y el del sur de China. A este
último solo se le encuentra en cautiverio. Otras tres subespecies están ya
completamente extintas: el tigre del Caspio, el de Java y el de Bali. Entre
cada una de las subespecies vivas de tigre existen variaciones genéticas muy
pequeñas.
Su historia genética es exclusiva de la especie. Con
ello, el tigre se diferencia de los otros grandes felinos como, por ejemplo,
del jaguar que es una especie que presenta una evidente y fuerte mezcla entre
sus variedades. Los exámenes genéticos muestran que hace dos o tres millones de
años, los tigres ya poblaban la Tierra. Sin embargo, las especies actuales
existen “solo” desde hace 110 000 años. En ese entonces, la población de tigres
era bastante baja y se produjo un cuello de botella genético que “desembocó” en
la población original de la especie. Ya con el hombre en la faz del planeta, su
historia, sin duda, cambió.
Por su lado, el jaguar habita desde México hasta el
norte de Argentina y en el noroeste de Brasil; y ocupa principalmente bosques
con vegetación densa y cuerpos de agua; y áreas pantanosas, pastizales
inundables e incluso bosques secos. El también conocido en Perú como otorongo
tiene nueve subespecies: el jaguar de pantanal o de Paraná, el de Yucatán, el
de Texas o mexicano oriental, el de Panamá, el mexicano occidental, el de Perú,
el del norte argentino, el del Amazonas y el de Arizona (que ya estaría
extinto).
Uñas y colmillo de jaguar ofrecidos en plena vía pública en Iquitos. |
Así también, se considera que existirían 34 subpoblaciones
de jaguar en todo el continente americano. De ellas, 25 estarían amenazadas y
ocho en peligro de extinción. Se asume además que habría, según la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), cerca de 64 000
ejemplares en todo su rango de distribución: y de ellos, la mayor parte estaría
en Brasil. A su vez, la región brasileña del Pantanal registraría la mayor
densidad de jaguares en el mundo.
Recientes estimaciones poblacionales en el Perú
arrojan que tendríamos cerca de 6000 ejemplares, la mayoría de ellos
concentrados en el sureste del país. Este gran felino forma parte de nuestras
expresiones culturales y es un elemento importante en la cosmovisión de los
pueblos amazónicos. El Estado peruano lo considera como una especie Casi
Amenazada[4],
debido principalmente a la pérdida de hábitat por el avance de actividades
humanas y a la cacería ilegal. En los años sesenta del siglo pasado se les
mataba para obtener de ellos pieles para la industria de la moda. ¿Qué país
sudamericano sería al equivalente para el jaguar, como lo es India para el
tigre? No lo sé.
De
China con amor
Una amenaza para ambos felinos es la caza ilegal
para usar sus partes en la “medicina tradicional”. En el caso del tigre, el
número de individuos disminuyó aceleradamente debido a ello. Se asume que la
mayor demanda de sus partes proviene de China y del sureste asiático (¿se
imaginan si de los 1300 millones de chinos, solo el 1% “necesita” adquirir
estos productos?). Incluso, se presume que, debido al declive de la población
de tigres en Asia, los comerciantes ilegales (la gran mayoría, chinos) han
virado su atención hacia América para “reemplazar” al tigre con el jaguar. Esto
se evidencia en países como Bolivia, Perú y Brasil.
Un ejemplo es lo que informa un artículo aparecido
en la última edición (julio 2019) de la revista Eco Américas[5]
que indica que una sola persona habría cazado en Brasil más de 1000 ejemplares
de jaguar desde 1987. Además, se tiene un alto número de denuncias en nuestro
país de casos similares; y se registra numerosos conflictos entre humanos y
grandes animales carnívoros, en los cuales, estos últimos se llevan la peor
parte.
EcoAméricas, julio 2019. Cacería ilegal de jagaures en América del Sur. |
Hay mucho por hacer en esta parte del planeta para
aportar a la conservación del jaguar. Se requiere la participación de todos los
países comprendidos en el área de distribución de este felino; y también de los
países que son los principales destinos de sus partes. Es decir, se debe
incidir en reducir la demanda que es saciada por el comercio ilegal de vida
silvestre. Un esfuerzo en esa dirección es el pedido hecho por el Perú y otros
países ante la Convención sobre el Comercio Internacional de las Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) para tomar acciones más
contundentes destinadas a su conservación[6],[7]
antes de que sea demasiado tarde.
Así como vamos, es difícil saber qué pasará con
ambos felinos. Lo que sí podemos inferir es que estas y otras especies de fauna
silvestre la tienen bastante difícil. Es fundamental atacar la demanda y
cambiar mentes. Todavía existen millones de personas que creen erróneamente en
que las partes de estos y otros animales tienen propiedades afrodisiacas,
curativas, espirituales y otras. Por supuesto, no existe evidencia científica
de esto. Lo más complicado es que estas falsas creencias desaparezcan. Es
necesario trabajar en la difusión de información sobre el estado actual de la
problemática que trae consigo el tráfico ilegal de fauna silvestre y todo lo
que está detrás de ello.
Pero no solo eso, también debemos enfrentar otro
gran problema: la sobrepoblación
del planeta. Para mí, ese fenómeno imparable es la madre del cordero. Mi
esperanza es que la nueva generación viene, en su mayoría, con una nueva
mentalidad. Por lo menos eso es lo que espero, sino gran parte de los esfuerzos
hechos y otros por venir, se irán por la borda.
Agosto 2019
[1] Se habla incluso de la “desfaunización” de los bosques
y de otros ecosistemas.
[3] Esta celebración se da desde el año 2010 y se festeja a lo grande en
países como India, China, Bután y otros. Su objetivo es llamar la atención
sobre el crítico estado de amenaza de este gran felino. ¿Y el Día Internacional
del Jaguar?
[4]
Según el DS 004-2014-MINAGRI.
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