domingo, 13 de septiembre de 2009

ESTIMADO AMIGO RATERO:

Debo decirte sin medias tintas que me cagaste. La hiciste linda hijo de la granputa. Te llevaste mi mochila, la cual era para mí muy preciada. Si supieses todo lo que tuve que pasar para comprarla, seguro que igual te la hubieses llevado cabrón. Debo reconocer también que te la hice fácil, pues como nunca, no estuve atento a mis cosas y te la puse en bandeja. Te has llevado, además de mi mochila, un short, medias y canilleras nuevas. 

Cabrón de mierda a ver si te dedicas a hacer deporte en vez de chorerar, vago de mierda. También te levantaste el chocolate bitter y los snacks de sacha inchi que compré en una feria de alimentos. Ojalá que te caigan mal recabrón y que te indigestes. Y claro, te llevaste mi lonchera con mi Tapper cochino oliendo a pescado pues como me cagaste un viernes, debes saber que desde la semana santa del 2007, todos los viernes no como carne animal, salvo que sea de pescado, pero esa historia a ti no te debe interesar mal nacido. Concha tu madre, aunque sea lava el Tapper. 

La próxima vez te dejaré alguna frutita o algo más para que comas, ¿está bien? Te choreaste también las cosas de mi enamorada. Malparido. Claro, esto pudo ser peor, es decir, dentro de todo felizmente no hubo violencia física ni agresión alguna. Aunque en la próxima mochila que cargue, tendré una inyección de morfina porque si te agarro hijo de puta te voy a reventar a golpes y vas a necesitar esa droga para el dolor.

¿Qué vas a hacer con mis cosas? Seguro que las venderás por un precio irrisorio para ir a juerguearte o para comprarte un pacaso y destruirte el poco cerebro que tienes. Está bien, eres totalmente prescindible. Aunque sea usa esa plata para algo productivo, cómprate un libro, anda al teatro, paga la universidad o lo que mierda sea, pero que te sirva de algo pues imbecil. Ojala estés haciendo algo productivo y ojala te dé el cerebro. Pero claro, ya no debería importarme, pero sí me importa pues idiota. Te doblaste con todo lo que te has llevado. Debo reconocerlo. Lo que más bronca me da es que yo haya caído como una mansa paloma. 

No sé, tal vez hubiese preferido que me arranchases la mochila y que hubiésemos forcejeado o que por lo menos nos hubiésemos agarrado a golpes. Quisiera haber podido defender mis cosas, pero no se dio así. Sé que hay peores cosas en la vida y robos mucho más bravos, por lo que en parte debo estar agradecido. 

Pero bueno, ya reflexionaré al respecto. Justamente, en estos últimos días pensaba que yo había tenido suerte en este infierno, pues hace años que no me robaban, pero bueno, perdí y tú ganaste. Así es este mundo miserable y tenemos la mala suerte de vivir en esta ciudad que sabe ser horripilante. Para acabar, lo repito, me jodiste feo. Bienaventurado seas concha tu madre. Choro maldito.

1 comentario:

  1. El robo fue en la Máquina del Cafe, ubicado en Alcanfores 323 (esquina con Diez Canseco). Me distraje y la mochila desapareció.

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