Gracias a que se vienen registrando las temperaturas marinas en el planeta desde 1880, los científicos del National Climatic Data Center de Estados Unidos pueden afirmar con contundencia que los valores analizados a nivel mundial indican un claro aumento de la temperatura del agua en los mares terrícolas. Con un promedio de 17 °C, se ha superado largamente la marca establecida hace más de 10 años. La gran preocupación es que todo parece indicar que dicho valor seguirá aumentando.
Basta que este promedio esté en 0,59 °C por encima del valor normal para que los científicos se alarmen. En junio de este año se marcó el primer récord en el aumento de la temperatura promedio y en julio y agosto dicha tendencia continuó, lo que significa que los valores podrían ir en aumento. El valor más alto que se había registrado a la fecha se obtuvo en julio de 1998 cuando se presentó el Evento de El Niño en el Océano Pacífico.
La situación actual también tendría una cierta explicación por los indicios de dicho evento climático, no obstante, existen otros factores que inciden en el aumento de la temperatura de las aguas marinas. El causante principal de esto es el calentamiento global del planeta, producto de algunas actividades humanas. Las temperaturas altas ingresan en los océanos y generan estos cambios que traen consigo consecuencias negativas para el medio ambiente y el hombre.
Más huracanes
Las consecuencias del aumento de la temperatura del agua marina son varias. Así por ejemplo, los corales empiezan a degradarse y a morir. Esto trae consigo la muerte de varias especies biológicas asociadas a ellos, tales como peces, que son el sustento alimenticio de millones de habitantes del planeta. Otra consecuencia es el derretimiento de los glaciares antárticos y de las superficies de mar congeladas en los polos. Justamente al respecto, se ha reportado que en julio de este año, la superficie de hielo en los mares polares es de 8,8 millones de kilómetros cuadrados, la cual es la superficie más reducida que se conoce desde que se iniciaron los registros.
Además, las corrientes marinas de agua caliente son las causantes de la desaparición de glaciares en Groenlandia. Fotos satelitales demuestran que en el denominado “continente verde” la situación es preocupante. Pero sin irnos más lejos, en el Perú, visitar el Pastoruri es deprimente si se comparan fotos de ahora con las de hace no más de cinco o diez años.
Otra amenaza que se cierne sobre la humanidad es el aumento del número de huracanes y de la fuerza con la que se presenten.
Preocupa además el hecho de que las aguas marinas, una vez que aumentan su temperatura, se demoran mucho en enfriarse debido al calor específico que poseen. Científicos aseguran que lo acumulado en los océanos permanece años, incluso décadas. Esto significa que el aumento de la temperatura no decrecerá fácilmente y menos si el calentamiento global sigue imparable.
Asimismo, la comunidad científica asegura que El Niño podrá irse haciendo cada vez más notorio en los siguientes meses, lo que implica un incremento de la temperatura de las aguas marinas. Con esto, se presume que cada vez los fenómenos naturales irán aumentando en fuerza. Es decir, serán más devastadores. Urge tomar medidas preventivas en los lugares de país que, bien sabemos, siempre son los más afectados y vulnerables. No permitamos que nuestra inacción ocasione muertes y pérdidas que pueden evitarse.
Y hablando de mares…
Continuando con el tema marino, la depredación de los océanos ha aumentado dramáticamente en los últimos años, lo que ha obligado a que algunos países tomen de una vez cartas en el asunto para combatir la pesca ilegal. Hace unos días, se reunieron en Roma los representantes de 91 naciones para buscar salidas que detengan la desaparición de la fauna marina. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), más del 80% de la población total estimada de peces sufre la sobrepesca y está casi al borde la extinción.
El acuerdo firmado especifica, entre otros, que los barcos pesqueros ilegales no podrán anclar en los países firmantes. Así también, la carga de peces obtenida en contra de la ley y los tratados internacionales no podrá ser vendida en dichos países. Este convenio es el primero de su género y obliga a los barcos pesqueros extranjeros a solicitar primero la autorización correspondiente al país firmante para salir a pescar. De esta manera, se podrá controlar las cantidades y especies que se extraerían del mar. Se espera tener un control mucho más estricto y severo pues la situación es alarmante.
Entre los países suscriptores de este convenio están todos los de la Unión Europea, Japón, Brasil, Rusia y los Estados Unidos. El documento será revisado por la FAO en los siguientes meses y expuesto en noviembre en la conferencia mundial de esta organización para ser aceptado oficialmente. Luego, deberá ser ratificado por mínimo 25 países para que sea aprobado y entre en vigencia. Ojalá nuestro querido país firme en algún momento ese convenio y lo haga cumplir.
Google y la diversidad biológica
Como ya lo he escrito repetidas veces, la desaparición de especies en el planeta avanza a pasos agigantados. No entraré en detalles de cifras ni en las causas que originan dicha situación, sin embargo, para entender un poco mejor lo que viene sucediendo, explicaré parte de los resultados de una investigación reciente hecha por científicos estadounidenses. En ella se explica que la desaparición de una especie implica también que otras especies puedan sucumbir.
Generalmente se asocia la pérdida de la diversidad biológica con determinadas especies, lo cual, para Alessandro Allesina, de la Universidad de California, debe cambiar. Según el científico, se debe identificar qué tanto dependen las especies biológicas unas de las otras. Allesina junto a Mercedes Pascual, de la Universidad de Michigan, han desarrollado una aplicación que permite estimar las consecuencias de la desaparición de especies en el planeta. Para ello, ambos investigadores presentaron en la revista especializada “PLoS Computational Biology” un modelo basado en los algoritmos que utiliza el conocido buscador Google.
El algoritmo Page Rank le otorga a cada página web un valor que mide su significado y que se determina en base a cuántas otras páginas la mencionan. A más sitios, más valor. Adicionalmente, si un portal web importante y muy visitado la menciona, el valor aumenta considerablemente. Dicho concepto es aplicado por Allesina y Pascal para las especies. Para tal fin, partieron del cuestionamiento de cómo puede colapsar rápidamente un ecosistema ante la desaparición de una especie y se concentraron en el tema del acceso a los alimentos. Así, con el algoritmo de Google se determinó qué especies son las más importantes para mantener una cadena alimenticia.
El algoritmo fue probado en doce cadenas alimenticias que siempre son utilizadas como referencias. En cada una de ellas existen entre 25 y 124 especies claves (animales y vegetales) que si desaparecen harían colapsar todo un ecosistema. Para emplear el algoritmo en la naturaleza, los científicos debieron utilizar un pequeño “truco”. Crearon una especie biológica virtual para poder incluirla en la cadena alimenticia y cerrar el ciclo sin problemas. Esta “nueva” especie tenía la función de producir nutrientes para plantas en base a individuos muertos. De esta manera, el ciclo podía empezar desde el inicio, mientras todas las especies aún existían. Es decir, la especie concebida se encontraba siempre presente y servía para medir los impactos en sus “compañeros” en la cadena alimenticia ante diversas pérdidas.
La próxima vez que se bañen en el mar, coman pescado y “googleen” piensen en lo que estamos haciendo con el medio ambiente.
Basta que este promedio esté en 0,59 °C por encima del valor normal para que los científicos se alarmen. En junio de este año se marcó el primer récord en el aumento de la temperatura promedio y en julio y agosto dicha tendencia continuó, lo que significa que los valores podrían ir en aumento. El valor más alto que se había registrado a la fecha se obtuvo en julio de 1998 cuando se presentó el Evento de El Niño en el Océano Pacífico.
La situación actual también tendría una cierta explicación por los indicios de dicho evento climático, no obstante, existen otros factores que inciden en el aumento de la temperatura de las aguas marinas. El causante principal de esto es el calentamiento global del planeta, producto de algunas actividades humanas. Las temperaturas altas ingresan en los océanos y generan estos cambios que traen consigo consecuencias negativas para el medio ambiente y el hombre.
Más huracanes
Las consecuencias del aumento de la temperatura del agua marina son varias. Así por ejemplo, los corales empiezan a degradarse y a morir. Esto trae consigo la muerte de varias especies biológicas asociadas a ellos, tales como peces, que son el sustento alimenticio de millones de habitantes del planeta. Otra consecuencia es el derretimiento de los glaciares antárticos y de las superficies de mar congeladas en los polos. Justamente al respecto, se ha reportado que en julio de este año, la superficie de hielo en los mares polares es de 8,8 millones de kilómetros cuadrados, la cual es la superficie más reducida que se conoce desde que se iniciaron los registros.
Además, las corrientes marinas de agua caliente son las causantes de la desaparición de glaciares en Groenlandia. Fotos satelitales demuestran que en el denominado “continente verde” la situación es preocupante. Pero sin irnos más lejos, en el Perú, visitar el Pastoruri es deprimente si se comparan fotos de ahora con las de hace no más de cinco o diez años.
Otra amenaza que se cierne sobre la humanidad es el aumento del número de huracanes y de la fuerza con la que se presenten.
Preocupa además el hecho de que las aguas marinas, una vez que aumentan su temperatura, se demoran mucho en enfriarse debido al calor específico que poseen. Científicos aseguran que lo acumulado en los océanos permanece años, incluso décadas. Esto significa que el aumento de la temperatura no decrecerá fácilmente y menos si el calentamiento global sigue imparable.
Asimismo, la comunidad científica asegura que El Niño podrá irse haciendo cada vez más notorio en los siguientes meses, lo que implica un incremento de la temperatura de las aguas marinas. Con esto, se presume que cada vez los fenómenos naturales irán aumentando en fuerza. Es decir, serán más devastadores. Urge tomar medidas preventivas en los lugares de país que, bien sabemos, siempre son los más afectados y vulnerables. No permitamos que nuestra inacción ocasione muertes y pérdidas que pueden evitarse.
Y hablando de mares…
Continuando con el tema marino, la depredación de los océanos ha aumentado dramáticamente en los últimos años, lo que ha obligado a que algunos países tomen de una vez cartas en el asunto para combatir la pesca ilegal. Hace unos días, se reunieron en Roma los representantes de 91 naciones para buscar salidas que detengan la desaparición de la fauna marina. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), más del 80% de la población total estimada de peces sufre la sobrepesca y está casi al borde la extinción.
El acuerdo firmado especifica, entre otros, que los barcos pesqueros ilegales no podrán anclar en los países firmantes. Así también, la carga de peces obtenida en contra de la ley y los tratados internacionales no podrá ser vendida en dichos países. Este convenio es el primero de su género y obliga a los barcos pesqueros extranjeros a solicitar primero la autorización correspondiente al país firmante para salir a pescar. De esta manera, se podrá controlar las cantidades y especies que se extraerían del mar. Se espera tener un control mucho más estricto y severo pues la situación es alarmante.
Entre los países suscriptores de este convenio están todos los de la Unión Europea, Japón, Brasil, Rusia y los Estados Unidos. El documento será revisado por la FAO en los siguientes meses y expuesto en noviembre en la conferencia mundial de esta organización para ser aceptado oficialmente. Luego, deberá ser ratificado por mínimo 25 países para que sea aprobado y entre en vigencia. Ojalá nuestro querido país firme en algún momento ese convenio y lo haga cumplir.
Google y la diversidad biológica
Como ya lo he escrito repetidas veces, la desaparición de especies en el planeta avanza a pasos agigantados. No entraré en detalles de cifras ni en las causas que originan dicha situación, sin embargo, para entender un poco mejor lo que viene sucediendo, explicaré parte de los resultados de una investigación reciente hecha por científicos estadounidenses. En ella se explica que la desaparición de una especie implica también que otras especies puedan sucumbir.
Generalmente se asocia la pérdida de la diversidad biológica con determinadas especies, lo cual, para Alessandro Allesina, de la Universidad de California, debe cambiar. Según el científico, se debe identificar qué tanto dependen las especies biológicas unas de las otras. Allesina junto a Mercedes Pascual, de la Universidad de Michigan, han desarrollado una aplicación que permite estimar las consecuencias de la desaparición de especies en el planeta. Para ello, ambos investigadores presentaron en la revista especializada “PLoS Computational Biology” un modelo basado en los algoritmos que utiliza el conocido buscador Google.
El algoritmo Page Rank le otorga a cada página web un valor que mide su significado y que se determina en base a cuántas otras páginas la mencionan. A más sitios, más valor. Adicionalmente, si un portal web importante y muy visitado la menciona, el valor aumenta considerablemente. Dicho concepto es aplicado por Allesina y Pascal para las especies. Para tal fin, partieron del cuestionamiento de cómo puede colapsar rápidamente un ecosistema ante la desaparición de una especie y se concentraron en el tema del acceso a los alimentos. Así, con el algoritmo de Google se determinó qué especies son las más importantes para mantener una cadena alimenticia.
El algoritmo fue probado en doce cadenas alimenticias que siempre son utilizadas como referencias. En cada una de ellas existen entre 25 y 124 especies claves (animales y vegetales) que si desaparecen harían colapsar todo un ecosistema. Para emplear el algoritmo en la naturaleza, los científicos debieron utilizar un pequeño “truco”. Crearon una especie biológica virtual para poder incluirla en la cadena alimenticia y cerrar el ciclo sin problemas. Esta “nueva” especie tenía la función de producir nutrientes para plantas en base a individuos muertos. De esta manera, el ciclo podía empezar desde el inicio, mientras todas las especies aún existían. Es decir, la especie concebida se encontraba siempre presente y servía para medir los impactos en sus “compañeros” en la cadena alimenticia ante diversas pérdidas.
La próxima vez que se bañen en el mar, coman pescado y “googleen” piensen en lo que estamos haciendo con el medio ambiente.
Artículo publicado el 07 de setiembre en la versión online de la Revista Viajeros:
No hay comentarios:
Publicar un comentario