Sobre el
hecho de liberar animales (e incluso plantas) al medio ambiente sin ningún tipo
de estudio, hay mucho por discutir. Lo cierto es que si esto se hace sin un
respaldo científico, se actúa con negligencia. Por ende, es necesario poner
mano dura para regular este tema. Adicionalmente, existe un peligro muy grave
que debemos tomar en cuenta: la amenaza que implica la presencia de especies
exóticas o invasoras en nuestro territorio. Rondan por doquier ejemplos de
introducción ─deliberada o no─ de especies en territorios que no eran los suyos
y que a la larga se han convertido en problemas de difícil solución. Veamos por
qué.
Las especies exóticas o invasoras son especies animales o
vegetales no nativas de un lugar o región que, debido a la intervención humana
o a otros factores, han sido introducidas en un territorio ajeno al suyo. En
algunos casos, esto sucede de manera deliberada y en otros, debido a motivos
involuntarios pero potencializados por el crecimiento del comercio global y por
otras razones. Muchas especies viajan como polizontes en barcos o en otros
medios de transporte y llegan generalmente para quedarse. Y ojo, las especies
exóticas no son aquellas que destacan por sus llamativos y coloridos rasgos
externos.
Para muchos expertos, la presencia de las especies
invasoras es la segunda causa de la desaparición de la diversidad biológica en el
planeta, después de la pérdida del hábitat de las especies, debido a la
expansión de la frontera agrícola, deforestación, minería ilegal, ganadería
extensiva y a la degradación ambiental por contaminación. Por eso, para evitar
los efectos negativos de su presencia (extinción de especies nativas,
transmisión de enfermedades y otros) se debe tomar medidas drásticas, dado que
una vez que estas se adueñan de su nuevo territorio, es casi imposible (y muy
costoso) erradicarlas.
Lo ideal sería afinar la detección de especies invasoras
y evitar su indeseada y dañina entrada. Pero, eso es casi una utopía, en
especial en países como el nuestro donde no se destina dinero a temas como este,
ya que no son prioritarios y además, solo son de interés de los que “defienden
la ecología” (por cierto, esa es una expresión idiomática errónea). Así, cuando
nos damos cuenta, ya es muy tarde y ya “estamos invadidos”. No obstante, en el
país no tenemos, a la fecha, ningún evento contundente y bien documentado que
realmente demuestre los efectos negativos de las especies invasoras.
Vinieron
para quedarse
Casi siempre, cuando se ha detectado una invasión
biológica, ya el daño está hecho y el medio ambiente ya fue alterado. En la
mayoría de los casos, ya es demasiado tarde para actuar. Dicho esto, existen
especies que llegaron al Perú (y a otros territorios) para ser introducidas
deliberadamente. Estas ya forman parte de nuestra fauna local, sin dejar de
haber sido y de ser un problema para nuestra diversidad biológica. Su inclusión
o no como parte de nuestra riqueza animal o vegetal es un tema permanente de
debate científico.
¿Ejemplos en el Perú? Tenemos varios, desde peces e insectos
hasta plantas. Veamos. La Trucha Arcoiris (Oncorhynchus
mykiss), procedente de Estados Unidos, fue introducida en un criadero en
Junín en la década del cuarenta del siglo pasado. Posteriormente, se trasladó
ejemplares a Ingenio en Huancayo y luego a otros ríos y lagunas serranas. Hoy
en día, esta especie está en todos los cuerpos de agua por arriba de los 1500
msnm. Su presencia ha desplazado a diversas especies nativas de su hábitat
original e incluso habría ocasionado la extinción de algunas de ellas, como el
Suche (Trychomycterus rivulatus).
Otro caso notorio es el del Pejerrey de Río (Odontesthes bonariensis), pez
originario de Argentina que fue introducido en Bolivia y de ahí, a través del
río Desaguadero, llegó al Perú, específicamente al Lago Titicaca y a los
cuerpos de agua del sur del país hasta Cajamarca. Junto a la Trucha Arcoiris
han ocasionado estragos en los peces oriundos del Perú. Así también, la Tilapia
del Nilo (Oreochromis niloticus), introducida
primeramente en Brasil desde África, fue liberada a finales de la década del
setenta en Ucayali y San Martín y en la costa del Perú y hoy se encuentra en casi
en todo el país. Su agresivo comportamiento y su voracidad han puesto en jaque
a muchas especies locales.
Otro caso es el de la Cochinilla del Algodón (Icerya purchasi). Este insecto proveniente
de Australia se ha convertido en una de las plagas más dañinas de los cítricos.
Se le ha intentado exterminar mediante el control biológico utilizando, entre
otros, a las conocidas mariquitas, pero esto solo ha sido un remedio pasajero y
focalizado sin éxito. Entre las especies vegetales, la lista es larga. Destaca
el tan mentado Eucalipto (Eucalyptus
camaldulensis), especie originaria de Australia e introducida en el país en
la época de la Conquista por los españoles. Este árbol ha sido el centro de
muchas discusiones y se encuentra por doquier (para bien o para mal), salvo tal
vez en la llanura amazónica.
Un caso interesante es el de la Retama (Spartium junceum), especie original del
Mediterráneo que fue introducida también por los españoles. Esta planta es considerada,
para muchos, casi como un símbolo patrio. Sin embargo, debemos saber que es
foránea y que se adaptó muy bien a nuestro medio desplazando a otras especies,
tanto así que ya estaría considerada como autóctona.
Especies
exóticas imposibles de erradicar
Entre nosotros rondan especies invasoras que ya se quedarán
acá para siempre. Un caso, que también es universal, es el de la Paloma Torcaza
(Columba livia), especie aviar que
llegó con los españoles a nuestros territorios y que se ha convertido en una
amenaza sanitaria en algunos lugares. En cuanto a los mamíferos, la lista es
larga. La Rata Negra (Rattus rattus) es
una de las especies expandidas en casi todo el planeta, salvo en los polos.
Llegó al Perú con los españoles como polizonte, posiblemente al igual que la
Rata Noruega (Rattus norvegicus) y que
el Ratón Doméstico (Mus musculus).
Existen incluso poblaciones silvestres de estos tres roedores,
lo que demuestra su alto grado de adaptabilidad. La Rata Negra ha sido letal
para muchas poblaciones de aves, en especial, las guaneras. Su presencia en las
islas del litoral peruano habría ocasionado la reducción de especies de aves endémicas
de la costa peruana (y chilena), como es el caso del Potoyunco Peruano (Pelecanoides garnotii). Además, habría
contagiado la peste a otras especies de roedores locales.
Otros casos interesantes son los del Gato Doméstico (Felis cattus), del Cerdo (Sus domesticus) y del Caballo (Equus caballus), especies que también
fueron introducidas. Incluso, existirían en el país poblaciones silvestres de
estas especies. En el caso del Gato Doméstico, su presencia en islas guaneras
es y ha sido una amenaza permanente para la anidación de aves marinas. En este
tema tenemos además, otro problema: la falta de información y de un monitoreo
consistente que nos permita sacar conclusiones certeras.
Pero al parecer no todo está perdido. Existe un programa
sobre especies exóticas invasoras en el Perú, liderado por el Ministerio del
Ambiente, que busca poner en marcha las acciones necesarias para tomar real
conciencia de este tema en el país. Pero primero debemos estar convencidos de
que esto es un problema, para luego ahondar en la investigación científica.
Existen muchos vacíos de información sobre el número de especies que podemos considerar
invasoras y sobre aquellas que ya están naturalizadas como la Trucha Arco Iris
o el Eucalipto; o sobre los efectos reales que podrían ocasionar o que ya están
ocasionando en el país.
Una de las maneras de entender mejor esta situación, es
conociendo algunos casos internacionales. Eso es lo que viene en la siguiente
entrega.
Julio 2013
P.D. Recomiendo leer estos dos textos para enterarse de una
experiencia de gran envergadura destinada a erradicar a un roedor en unas islas
remotas y para conocer a la Liebre Europea (Lepus
europaeus), una especie que está invadiendo el Perú.
Exterminio en el fin del mundo, en el Perú y al costado
de mi casa (I)
Exterminio en el fin del mundo, en el Perú y al costado
de mi casa (II)
Artículo aparecido en la versión online de la revista Rumbos:
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