En el Callao, específicamente en los asentamientos humanos de Puerto Nuevo, San Juan Bosco y Ciudadela Chalaca, se viene acumulando durante años, un pasivo ambiental de contaminación por plomo. El origen principal es el manejo inadecuado de los depósitos de concentrados de minerales ubicados en la zona y el transporte de éstos para su embarque en el muelle n° 5 del puerto del Callao. La contaminación por plomo afecta a grandes y chicos provocando enfermedades renales, cardiacas, y hasta la muerte. Esperamos que las autoridades pongan cartas en el asunto.
El problema de la contaminación por plomo en el puerto chalaco está relacionado, una vez más, a la falta de conciencia ambiental y a la poca intervención de las autoridades gubernamentales. La principal fuente de contaminación de plomo, hasta el 2001, eran los depósitos al aire libre que, cuando eran manipulados para su carga y transporte, ocasionaban el desprendimiento de partículas en suspensión aérea o “polvo fugitivo”. Al dispersarse a través de los vientos que debido a las características físico-climáticas propias de la costa peruana -mínima precipitación pluvial, poca cobertura vegetal y vientos dominantes hacia el continente- lo convertían en un material de alta peligrosidad para la salud.
Hasta 1999 los concentrados de plomo fueron recibidos, pesados y almacenados a la intemperie entre 20 a 45 días antes de ser llevados hacia el terminal marítimo. Este hecho ocasionaba que la población chalaca se contaminara con el pesado mineral. En el 2001 se logró sólo quedaran operando dos de los nueve depósitos de plomo que sí contaban con estudios ambientales aprobados y que venían manejando el plomo con depósitos encapsulados. En el mismo año se lograron adoptar otras acciones, como el lavado de camiones para evitar que el viento disperse el mineral.
Sin embargo, aún quedan otras fuentes de contaminación y un pasivo ambiental de plomo en los organismos de los habitantes de la zona y en las viviendas circundantes. Entre las alternativas de solución está la implementación de una faja transportadora desde los depósitos hacia el puerto de embarque. Para su implementación existen dos propuestas; una faja elevada y otra faja subterránea que eliminarían los problemas ocasionados por operaciones contaminantes de embarque en el puerto (muelle N° 5), además de los originados durante su transporte. Además, evitaría la congestión vehicular de camiones que circulan a toda hora por la Avenida Guadalupe.
El robo del plomo
Los camiones que recogen el plomo de los almacenes y lo transportan hasta los puntos de embarque son “picoteados” por jóvenes de la zona, que extraen lo que puedan del tóxico polvo para venderlo en talleres clandestinos. Las autoridades brillan por su ausencia. La necesidad hace de esta ilícita y peligrosa actividad, una manera de “recurseo”. Diversos representantes de la sociedad civil vienen reclamando que se reanude la convocatoria para la construcción de la faja transportadora. Sin embargo, la Empresa Nacional de Puertos (ENAPU) no lo ha hecho y no ha considerado el pedido del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) que mostró interés en el tema y se reunió con las distintas entidades involucradas para buscar una solución al problema.
Pero, aunque parezca increíble, existen diversos intereses que se oponen a la construcción de la faja. Los transportistas argumentan que su trabajo se vería afectado y algunos pescadores se resisten, ya que serían reubicados lejos de la zona donde debería funcionar. No obstante, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, debería impulsar la construcción de esta alternativa, que es la medida óptima para controlar la contaminación por plomo.
Los efectos del plomo
La exposición e intoxicación por plomo es muy peligrosa para adultos y aún más para los niños. Distintos grados de exposición pueden reducir de modo significativo el coeficiente intelectual (CI) de los niños en edad escolar. Cada 10 microgramos por decilitro (µg/dl) de incremento de los niveles de plomo en la sangre podrían acarrear una reducción de entre 1 y 5 puntos en el CI.
Los niveles de plomo en la sangre oscilan entre los 15 y 40 µg/dl. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como límite aceptable hasta 40 µg/dl. El plomo ingresa al cuerpo humano por vía respiratoria, vía oral y por vía cutánea. Del plomo inhalado, entre un 30 y 40% es depositado a través de la sangre en diversos órganos, pero la mayor parte es absorbida por el sistema óseo, almacenándose en el organismo.
Una alta concentración de plomo en los adultos afecta el cerebro, los principales sistemas sensitivos, el sistema reproductor (esterilidad, abortos, espermatogénesis), el sistema renal, el sistema cardiovascular (mayor presión sanguínea, hipertensión, embolias e infartos al miocardio), el sistema neurológico, así como diversos procesos bioquímicos del cuerpo humano.
En los niños produce una disminución de la concentración, descalcificación, hiperactividad, nerviosismo y en caso de niveles muy elevados, puede llegar a ocasionar la muerte. Es posible también que el plomo sea absorbido más fácilmente por el estómago cuando éste se encuentra vacío y cuando la dieta carece de elementos esenciales, tales como hierro, calcio y zinc; situación muy común en las poblaciones de los asentamientos humanos de nuestro país. ¿Qué estamos esperando para construir la bendita faja?
Artículo aparecido el 30 de marzo de 2006 en la versión online de la Revista Viajeros.
http://www.viajerosperu.com/articulo.asp?cod_cat=4&cod_art=222
El problema de la contaminación por plomo en el puerto chalaco está relacionado, una vez más, a la falta de conciencia ambiental y a la poca intervención de las autoridades gubernamentales. La principal fuente de contaminación de plomo, hasta el 2001, eran los depósitos al aire libre que, cuando eran manipulados para su carga y transporte, ocasionaban el desprendimiento de partículas en suspensión aérea o “polvo fugitivo”. Al dispersarse a través de los vientos que debido a las características físico-climáticas propias de la costa peruana -mínima precipitación pluvial, poca cobertura vegetal y vientos dominantes hacia el continente- lo convertían en un material de alta peligrosidad para la salud.
Hasta 1999 los concentrados de plomo fueron recibidos, pesados y almacenados a la intemperie entre 20 a 45 días antes de ser llevados hacia el terminal marítimo. Este hecho ocasionaba que la población chalaca se contaminara con el pesado mineral. En el 2001 se logró sólo quedaran operando dos de los nueve depósitos de plomo que sí contaban con estudios ambientales aprobados y que venían manejando el plomo con depósitos encapsulados. En el mismo año se lograron adoptar otras acciones, como el lavado de camiones para evitar que el viento disperse el mineral.
Sin embargo, aún quedan otras fuentes de contaminación y un pasivo ambiental de plomo en los organismos de los habitantes de la zona y en las viviendas circundantes. Entre las alternativas de solución está la implementación de una faja transportadora desde los depósitos hacia el puerto de embarque. Para su implementación existen dos propuestas; una faja elevada y otra faja subterránea que eliminarían los problemas ocasionados por operaciones contaminantes de embarque en el puerto (muelle N° 5), además de los originados durante su transporte. Además, evitaría la congestión vehicular de camiones que circulan a toda hora por la Avenida Guadalupe.
El robo del plomo
Los camiones que recogen el plomo de los almacenes y lo transportan hasta los puntos de embarque son “picoteados” por jóvenes de la zona, que extraen lo que puedan del tóxico polvo para venderlo en talleres clandestinos. Las autoridades brillan por su ausencia. La necesidad hace de esta ilícita y peligrosa actividad, una manera de “recurseo”. Diversos representantes de la sociedad civil vienen reclamando que se reanude la convocatoria para la construcción de la faja transportadora. Sin embargo, la Empresa Nacional de Puertos (ENAPU) no lo ha hecho y no ha considerado el pedido del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) que mostró interés en el tema y se reunió con las distintas entidades involucradas para buscar una solución al problema.
Pero, aunque parezca increíble, existen diversos intereses que se oponen a la construcción de la faja. Los transportistas argumentan que su trabajo se vería afectado y algunos pescadores se resisten, ya que serían reubicados lejos de la zona donde debería funcionar. No obstante, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, debería impulsar la construcción de esta alternativa, que es la medida óptima para controlar la contaminación por plomo.
Los efectos del plomo
La exposición e intoxicación por plomo es muy peligrosa para adultos y aún más para los niños. Distintos grados de exposición pueden reducir de modo significativo el coeficiente intelectual (CI) de los niños en edad escolar. Cada 10 microgramos por decilitro (µg/dl) de incremento de los niveles de plomo en la sangre podrían acarrear una reducción de entre 1 y 5 puntos en el CI.
Los niveles de plomo en la sangre oscilan entre los 15 y 40 µg/dl. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como límite aceptable hasta 40 µg/dl. El plomo ingresa al cuerpo humano por vía respiratoria, vía oral y por vía cutánea. Del plomo inhalado, entre un 30 y 40% es depositado a través de la sangre en diversos órganos, pero la mayor parte es absorbida por el sistema óseo, almacenándose en el organismo.
Una alta concentración de plomo en los adultos afecta el cerebro, los principales sistemas sensitivos, el sistema reproductor (esterilidad, abortos, espermatogénesis), el sistema renal, el sistema cardiovascular (mayor presión sanguínea, hipertensión, embolias e infartos al miocardio), el sistema neurológico, así como diversos procesos bioquímicos del cuerpo humano.
En los niños produce una disminución de la concentración, descalcificación, hiperactividad, nerviosismo y en caso de niveles muy elevados, puede llegar a ocasionar la muerte. Es posible también que el plomo sea absorbido más fácilmente por el estómago cuando éste se encuentra vacío y cuando la dieta carece de elementos esenciales, tales como hierro, calcio y zinc; situación muy común en las poblaciones de los asentamientos humanos de nuestro país. ¿Qué estamos esperando para construir la bendita faja?
Artículo aparecido el 30 de marzo de 2006 en la versión online de la Revista Viajeros.
http://www.viajerosperu.com/articulo.asp?cod_cat=4&cod_art=222
No hay comentarios:
Publicar un comentario