domingo, 14 de junio de 2009

SE ACABÓ EL VIICNO, ¿Y AHORA QUÉ?

La Pava Aliblanca en la Quebrada Frejolillo en Piura. Esta ave debería
 ser una de las candidatas para ser el Ave Nacional del Perú.
Foto: Enrique Angulo Pratolongo
Conclusiones del VIICNO (III)


A cuatro días de concluido el VII Congreso Nacional de Ornitología (VIICNO) es el momento de reflexionar sobre algunos puntos. Los días que pasamos en Piura fueron muy provechosos. Personalmente, estas jornadas me han despejado algunas dudas y me han hecho entender aspectos sobre los que no contaba con mucha información. Es por eso que, dejando por un momento la temática netamente basada en nuestras aves, me quiero centrar en algunos aspectos que tienen que ver con el trabajo que nos corresponde a los que anhelamos conservar nuestra diversidad biológica en base a su uso responsable.

Conversando e intercambiando comentarios con algunos participantes del VIICNO, analizamos algunas de las investigaciones y trabajos que se presentaron durante el congreso. Encontramos trabajos muy bien elaborados, con unas interesantes conclusiones y con una metodología que no dejaba ningún cabo suelto, sin que necesariamente el tema de la investigación sea un tema trascendental. No obstante, este ejercicio es importante porque permite a los futuros investigadores practicar e ir adquiriendo experiencia en sus campos de estudio.

Esto no vale solo para los jóvenes investigadores, sino también para los “viejos” zorros que se dedican a estas tareas. Si bien para los jóvenes se trata de ganar experiencia y codearse con los “capos”, para los “viejos” se trata también de refrescar e incorporar nuevos métodos y tendencias en la investigación científica. Si los buenos ejemplos como el VIICNO y otros congresos similares se siguen dando, mejorando y difundiendo en el país, creo yo que estamos en buen camino.

En cuanto al tema, existen algunas investigaciones que ya de por sí llaman la atención por la especie estudiada, el lugar donde se realiza el estudio, o tal vez por la metodología innovadora utilizada. Otras abarcan especies o lugares poco conocidos (pero no por eso, no importantes), pero en resumen todas apuntan (o deben apuntar) a un mismo fin: generar conocimiento científico de provecho. Así, algunas investigaciones intentarán demostrar aspectos de mucha utilidad, y al final lo lograrán. Otras quizás no lleguen a demostrar lo planteado; y otro grupo de investigaciones posiblemente se queden sin ningún uso o aplicación pese a los resultados obtenidos.

En el caso de que la investigación demuestre, explique temas desconocidos; proponga soluciones; o genere otros estudios, esta estará colaborando con nuestro desarrollo como sociedad. Por ejemplo si un estudio logra identificar las rutas del movimiento que utilizan algunas especies marinas amenazadas para su alimentación, así como los lugares de nidificación y tal vez las rutas de migración (local, regional o intercontinental si las hubiese), dichos resultados permiten priorizar algunos lugares en la costa marina para la conservación de especies claves. No se necesita conservar todo.

Un estudio científico nos puede decir entonces qué y dónde debemos conservar ecosistemas importantes. También nos puede explicar por qué y cómo conservar en base a conocimientos validados por expertos. Esto nos permite no dejar nada a la improvisación ni que nos “metan cuentos” como suele suceder en nuestro querido país. Ahora, si una investigación no logra demostrar que la especie “A” tiene la dieta que se pensaba o los rangos de distribución asumidos; y si se concluye que no se lograron los resultados esperados, tal situación también es de utilidad. De esta manera se explican aspectos importantes para la especie “A” y dan pie a otros estudios.

En el tercer grupo de investigaciones podemos encontrar algunas que se quedaron “en nada” y que tal vez solo pasaron a formar parte de la bibliografía de otra investigación o solo fueron citadas como una referencia. Lo ideal es que esto no se dé. Por supuesto todo esfuerzo es válido pero también hay que saber conseguirlo y saber darle uso. Personalmente creo que debemos priorizar algunos temas de investigación y estudio para evitar que lo anteriormente descrito suceda.

Con esta gruesa diferenciación planteada (objeto a ser discutida y perfeccionada) podemos entonces encontrar tres variantes que nos ofrecen un panorama de cómo se manejan las investigaciones científicas. Todas tienen su merito y todas se asemejan por la rigurosidad de su metodología. Eso ya las hace valiosas para todos. Y más aún lo son si nos sirven para aplicarlas y llevarlas a la realidad.

Papelito manda
Con resultados científicos podemos ir donde las muchas veces “desconocedoras” autoridades para explicarles por qué, para qué y cómo se debe conservar nuestra diversidad biológica. De esta manera, las acciones de conservación, uso y manejo tienen un sustento real que busca el beneficio de todos. Así también, si la autoridad piensa que proteger a un ave “X” y a su hábitat es un capricho de unos afanosos “conservacionistas”, a través de un estudio científico se le demuestra que “así no es”.

Pero ese conocimiento científico adquirido debe ser “traducido en cristiano”, pues sabemos que no todos manejan el lenguaje técnico (y a veces nuestras autoridades menos). Es por eso que insisto con el tema; en este tramo entran a talar los mismos científicos y los comunicadores. Debemos generar conocimiento pero también debemos difundirlo; y mejor aún: usarlo. En el VIICNO discutimos también otro punto interesante: ¿cómo materializar lo estudiado e investigado? Así por ejemplo ¿cómo podríamos proteger a una especie alada “Y” si no conocemos su comportamiento reproductivo, dieta, taxonomía y otros aspectos que nos permitirían por ejemplo la reproducción en cautiverio y su posterior reintroducción en la naturaleza?
Pelícano Peruano (Pelecanus thagus).
Foto: Enrique Angulo Pratolongo

No es cuestión de capturar a individuos de la especie “Y” para meterlos en una jaula y esperar a que se reproduzcan. Tampoco es cuestión de, en caso se reproduzcan, soltarlos donde creamos que puedan vivir felices y contentos. Existen muchos aspectos que se basan en estudios serios basados en investigaciones científicas de larga duración pero con buenos resultados. Con todo esto, regreso al VIICNO para volver a saludar a todos los que participaron, organizaron y le dieron la calidad a esta importante reunión. Pese a algunas deficiencias en la organización, creo que el objetivo principal se cumplió, es decir revisar el estado de la ornitología en el país. Su estado es bueno y estoy seguro que podrá ser mejor. El 2011 nos esperan dos congresos (el Nacional y el Neotropical) que tendrán otra vez a nuestras aladas como protagonistas.

Esperemos que para entonces no se reporten estudios de especies extinguidas, o se alerte sobre poblaciones restringidas de aves en vías de la desaparición total. Asimismo, esperemos que
se reporten programas eficientes de manejo de hábitat y de aves que incluyan a las poblaciones, así como a las autoridades locales. También esperemos que para ese entonces, el Perú se haya ya consolidado como una potencia ornitológica en el mundo; y que dé cátedra en aves. De igual manera, esperemos que en el 2011 el país se haya ya convertido en el primer destino para observar aves en el mundo.

Otras conclusiones del VIICNO (II)

En el tercer y último día del VII Congreso Nacional de Ornitología (VIICNO) en Piura continuó el ritmo intenso de esta reunión con presentaciones de calidad y muy bien preparadas. Este es el último resporte de la agitada agenda de los pajarólogos y pajareros que se dieron cita en la cálida ciudad de Piura para disfrutar y compartir las investigaciones y experiencias venidas de diferentes puntos del globo.

En la primera conferencia magistral del día, Tatiana Pequeño del Centro de Conservación, Investigación y Manejo de Áreas Naturales (CIMA), narró al público presente cómo se realiza el monitoreo de avifauna como parte de la gestión del Parque Nacional Cerro Azul (PNCA). Tatiana explicó también que este sistema de monitoreo se basa en la medición de la avifauna de la zona a cargo de investigadores y guardaparques, en este caso del PNCA. Justamente esto último es un aspecto importante ya que esta base de datos elaborada por CIMA cuenta con el importante aporte de los guardaparques capacitados por esta institución. Asimismo, esta iniciativa permite complementar la gestión integral del PNCA y promocionar actividades estratégicas de conservación.

Finalmente afirmó que este sistema se puede aplicar en cualquier área natural protegida tras un proceso de adaptación a las condiciones de cada una de ellas. Luego de esta charla, se iniciaron las diversas exposiciones por parte de especialistas y estudiantes de todo el país sobre las distintas investigaciones que se vienen realizando a lo largo del territorio nacional. Durante todo el congreso se tuvieron 44 exposiciones orales y todas presentaron interesantes resultados que demuestran el avance e interés en temas científicos. No obstante, antes de culminar esta idea debo manifestar mi preocupación por la evidente menor asistencia de estudiantes, en comparación con el VI Congreso Nacional de Ornitología realizado el 2005 en Chiclayo.

Luego de visitar algunas exposiciones pudimos escuchar la interesante conferencia magistral de la bióloga peruana Ùrsula Valdéz sobre el comportamiento de halcones selváticos del genero Micrastur en la selva de Madre de Dios. Así pudimos conocer diferentes aspectos de estas aves muy pocas estudiadas, los cuales nos brindan luces para entender parte de las dinámicas de estas aves así como su relación con el bosque amazónico para enfocar acciones de monitoreo y conservación. En la última tarde del VIICNO pudimos leer y apreciar uno a uno los 48 posters que se presentaron para el congreso. Estos materiales de divulgación nos permitieron conocer comportamientos, dietas, rangos de distribución y otros, de las aves que concluyen importantes investigaciones o dan paso a otros trabajos de relevancia.

Al final de la tarde todos nos reunimos para la clausura del congreso. Uno de los resultados del congreso fue la recomendación al Gobierno Regional de Piura para nombrar como ave de interés regional a la Cortarrama Peruana (Phitotoma raimondii). De este modo también se busca implementar esta iniciativa a nivel nacional tal como ya se ha hecho en Lambayeque y Junin con la Pava Aliblanca (Penelope albipennis) y con el Zambullidor de Junín (Podiceps taczanowski) respectivamente. Ojalá que esta iniciativa se consolide para darle un empuje al conocimiento y conservación de muchas especies aladas del país. Luego de estos días de estar rodeados entre pajarólogos y pajareros es necesario entender la importancia de los estudios científicos sobre las aves ya que estos permiten fortalecer la toma de decisiones políticas, mejorar la observación de aves y desarrollar actividades de conservación.

Existen muchos vacíos de información sobre diversos temas relacionados con la avifauna nacional que no permiten contar con datos fidedignos y sistematizados. Uno de los compromisos es llenar esos vacíos con información de calidad. Asimismo, en la clausura, la Unión Ornitológica del Perú (UNOP) anunció que en el 2011 se realizará en el país el Congreso de Aves Neotropicales y, de manera paralela, tendremos el VIII Congreso Nacional de Ornitología. Si bien la sede aún está por decidirse entre Lima, Arequipa y Cusco, ya se vienen preparando estas dos importantes reuniones. Para esa ocasión se realizará una feria de aves la cual albergará a los principales operadores turísticos especializados en el aviturismo. Esta buena noticia cuenta con el apoyo de todos los participantes del congreso y de otras instituciones en el país.

Ya una vez que se apagaron las luces en la Universidad Nacional de Piura, pude sacar algunas conclusiones. En primer lugar insisto en que es lastimoso que hayan asistido pocos estudiantes. Veo con algo de optimismo que estén surgiendo nuevos “cuadros” ornitológicos. El “semillero” está presente. Ojalá puedan seguir investigando y reciban el apoyo necesario. De hecho codearse con los “monstruos” pajareros es bueno, pero ahora la pelota está en su cancha. Otra conclusión es que en el Perú se pueden hacer buenas cosas si es que nos lo proponemos. Y en estas épocas de buen viento, es imprescindible trabajar duro y darle un giro al timón para mejorar el conocimiento sobre nuestra diversidad biológica y sobre lo que debemos hacer para utilizarla y conservarla.

Personalmente me quedó un ligero sabor amargo producto de los diversos frentes que tenemos en este terreno. Es decir, existen distintos actores con metodologías y objetivos distintos que seguramente apuntan a un fin similar, pero que no permiten la unión de fuerzas. Creo que falta conciliar para actuar más rápido y mejor. Finalmente creo que en algunos puntos debemos pisar suelo y asumir que el impulso de la ornitología y del aviturismo exige un acercamiento (a veces este puede ser desagradable y parecer inútil, lo sé) con las autoridades políticas y con la población involucrada. No podemos esperar que todo se mantenga así por siempre. El país le debe mucho a su “buena suerte” de ser grande y agreste por lo que aún quedan zonas bien conservadas. No obstante la presión antrópica no se detiene y más bien aumenta aceleradamente.

El estudio, conservación y uso de nuestra riqueza en aves debe cristalizarse en una política global que una conocimiento científico; argumentos sólidos de conservación y manejo de la avifauna; impulso a decisiones políticas que beneficien a todos los involucrados; respeto por nuestra diversidad biológica; y el compromiso de sentar las bases para hacer del segundo país en aves, una potencia ornitológica. No dejemos que se deje de investigar y exijamos que los resultados de las investigaciones ya hechas sirvan y sean utilizados. Como comentaba Pepe Alvaréz, evitemos que los estudios se apolillen. Debemos usarlos y aplicarlos, pero para tal fin hay que comunicar sus resultados y explicarlos. Coincido plenamente con Pepe. En esas estamos. Felicitaciones a todos los organizadores y participantes del VIICNO. Estos días han sido muy provechosos. Me da un gusto enorme haber visto a muchos amigos involucrados hasta el tuétano en hacer las cosas bien. Mi más merecido respeto. Y como me dijo uno de los organizadores “lo más importante es no perder el entusiasmo”. ¡Que así sea!

Algunas conclusiones del VIICNO (I)

Desde Piura y a punto de finalizar este último encuentro ornitológico, Enrique Angulo le pasa revista a dos dias de sustanciosas jornadas ... En el segundo día del VII Congreso Nacional de Ornitología (VIICNO) en Piura se vienen cristalizando diferentes propuestas para desarrollar acciones específicas a favor de la avifauna peruana. Así, se ha determinado que es importante la recopilación, procesamiento, validación y almacenamiento de toda la información disponible sobre las más de 1820 especies de aves que tiene el Perú. Para dicho fin se vienen implementando diversas plataformas tecnológicas que permiten recoger información y datos para su mejor aprovechamiento.
Red-crested Cotinga (Ampelion rubrocristatus).
Foto: Fernando Angulo Pratolongo

En una primera instancia se recopila la información de la mayor cantidad de proveedores de la misma, ya sea de aficionados, científicos y todo aquel que pueda aportar valiosos insumos informativos. Cumplido esta etapa es necesario que la información sea procesada y validada por expertos a fin de filtrar los datos relevantes a través de una revisión científica. De este modo, el producto informativo final es de calidad y de suma utilidad para facilitar y fomentar la investigación, así como el uso de la misma por los observadores de aves.

Finalmente viene la etapa de almacenamiento de la información para evaluar las mejores alternativas de mantenimiento, actualización y acceso a esta; con el fin de que sea utilizada. De la mano de esto último, es necesario fomentar la investigación científica en el país para el aporte y sostén de acciones específicas de conservación de aves. Existe un avance significativo en este campo, no obstante aún nos falta investigar y producir información de primer nivel. Por otro lado, se ha planteado el uso del estudio de las poblaciones de aves como indicador biológico para determinar el estado de degradación o de conservación de ecosistemas específicos. Así también, a través de todas las ponencias, talleres y exposiciones magistrales se puede determinar que existe un creciente desarrollo de la ornitología y de la observación de aves en el Perú.

Es notorio el optimismo que transita en los pabellones de la Universidad Nacional de Piura con respecto a la oportunidad de desarrollar a corto plazo el turismo, la investigación científica, así como el manejo y conservación de las aves del país. Está en nuestras manos no dejar pasar esta posibilidad y los buenos vientos que se ciernen sobre el país. Aún tenemos la oportunidad de cimentarnos como una potencia ornitológica que sabe qué posee, cómo utilizarlo y cómo protegerlo. Hasta ahora me llevo una muy buena impresión de esta reunión.

No obstante, creo que aún falta afinar algunos elementos para llevar estos grandes aportes de la ornitología peruana a la “cancha”. Esto es por un lado, la inclusión del aspecto socioeconómico en las diferentes estrategias de uso y conservación de especies aladas; así como la conexión entre los interesados y los directamente involucrados a través del manejo y transmisión de la información.
Esto nos lleva a asumir también una crítica. Se pide investigación y estudios, pero también debemos pedir comunicación y difusión. Es decir, faltan medios especializados que transmitan información valiosa para la toma de decisiones y la comprensión de los problemas que afectan a la diversidad biológica del país y específicamente a las aves. Entonces, en un esfuerzo conjunto obligatorio, es momento de actuar.

Adicionalmente, es imprescindible en mi opinión, buscar la unificación de criterios y pautas para el estudio de las aves que permitan una mejor recopilación, estandarización e intercambio de información, así como un trabajo más dinámico y provechoso que deje de lado la pérdida de tiempo que demanda la validación de datos obtenidos de sesudas investigaciones y trabajos de campo pero que persiguen objetivos distintos, cuando tal vez deberían apuntar a una estrategia nacional. No hay mucho tiempo.

Finalmente, quiero expresar en estas líneas que debemos seguir trabajando duro en mejorar lo que hasta ahora hemos hecho. La bidireccionalidad de la información es necesaria, es decir tanto aquella que se deriva del estudio científico hacia el poblador y dueño de la tierra, así como aquella de este último hacía los investigadores; debe ir de un lado a otro y debe poder ser asimilada y utilizada por ambos polos. Hay que entendernos. Así podemos trabajar mejor.

Artículo publicado el 4 de mayo de 2008 en la versión online de la Revista Viajeros:
http://www.viajerosperu.com/articulo.asp?cod_cat=11&cod_art=901

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