domingo, 14 de junio de 2009

REFLEXIONES EN UN PARADERO


Escribo sobre temas de medio ambiente, diversidad biológica, conservación, así como sobre otros tópicos afines. Pregono y estudio la manera de lograr un desarrollo sostenible en base a la gran diversidad biológica, de ecosistemas, genética y cultural de nuestro país, en base a su conservación y su uso responsable. Estoy convencido de que (aún) es posible lograrlo y que para ello se requiere la participación de todos los peruanos. Además, pienso que las políticas de gestión ambiental bien planteadas nos pueden ofrecer una mejor calidad de vida a todos; pero, acá viene un punto que me da un persistente dolor de cabeza y que me desquicia:

Perú 21, edición on line del martes 10 de octubre de 2006:
“El accidente se produjo alrededor de las 8:00 a.m., cuando la Couster (1) conducida por Teófilo Luis Carhuallanqui Rojas se salió de la pista y atropelló a los pasajeros del paradero (2). Testigos señalaron que el chofer iba a excesiva velocidad, compitiendo con otro vehículo para ganar pasajeros. Además, aseguraron que se encontraba en estado de ebriedad”.

Una vez más la estupidez humana en su máximo esplendor nos hace reflexionar sobre las atrocidades que somos capaces de cometer.
“Fabrizzio Cavero, un joven dentista de 31 años, falleció en un accidente de tránsito. Lo mató un cobrador en estado etílico conduciendo una combi”
Un familiar cercano a Fabrizzio me contó varios detalles de este fatal incidente que realmente indigna a cualquiera y que nos debe obligar de una vez por todas a exigir cambios. Estos inescrupulosos asesinos siguen manejando, violando toda regla que se le cruza y demostrando que la ignorancia no solo es atrevida, sino que también cobra vidas.

Para coronar el incidente, la couster maldita siguió circulando después de dos días de producido el asesinato y el asesino es aún no habido (espero que lo agarren pronto y que le den cadena perpetua). ¿Qué más nos debe suceder para detener toda esta barbarie? ¿Cuántos familiares de victimas inocentes existen en el país a los que les ha sucedido algo similar y no pueden hacer nada ante estos asesinatos?

Cuando estemos en un vehículo de transporte público y percibamos que el auto va muy rápido o que el chofer está ebrio, o tal vez que se queda dormido permanentemente (¡manejan más de diez horas al día!), quejémonos, exijamos que se detenga. Los pasajeros deberían bajarse y llamar a un policía. En primer lugar para salvar varias vidas; y segundo, para que la autoridad les ponga una multa a estos asesinos en potencia.

Historia urbana
Hace unas semanas, me subí a una combi para irme a trabajar. Iba, entre otros, ojeando rápidamente el periódico cuando los repetidos movimientos bruscos del auto me hacían imposible la lectura (no suelo tener la esperanza de leer en una combi). Decidí dejar de leer para ver qué pasaba. Estaba sentado al costado del chofer y me quedé observándolo. Este “ilustre e iluminado señor” manejaba un tractor, frenando y acelerando de una manera totalmente irresponsable. Debo reconocer que me alteré un poco al exigirle que por favor manejara bien. El respetadísimo chofer enfureció y le comentó a su cómplice (el cobrador) “este faltoso no me deja trabajar”.

Palabras muy ciertas y acertadas del honesto ciudadano que se gana la vida manejando una combi. Me tuve que contener para no iniciar mi monótona mañana agarrándome a golpes con el chofer, pues nos invitamos mutuamente a bajar y a pelearnos. Debo reconocer que la ira y la bronca se apoderaron de mí y que pese a estar muy bien acompañado, no me lograba calmar.

Lo que uno ve en las combis, couster y en general en la vía pública, nos debe llevar a exigir cambios. Por ejemplo, la gente que se para en la mitad de la calle y saca la mano, sabiendo que en el acto cualquier combi hará lo posible por ganarse a un pasajero, ¿quién es el culpable? ¿el chofer desesperado por un sol más o el inconsciente pasajero que no le da gana de caminar hasta una esquina? ¿Qué origina esta conducta tan falta de educación y de criterio? Origina en primer lugar el caos vehicular, además genera más emisión de gases tóxicos y también demuestra la poca cultura que tenemos.

¿Qué nos cuesta cumplir con caminar hacia la esquina? Las combis no son las únicas causantes del caos, sino también los ciudadanos a pie. Tras estas reflexiones, me queda claro que uno debe dar el ejemplo y mostrar a los demás que todavía existe gente que razona un poco buscando algo de orden y respeto en nuestras ciudades.

Mientras escribo, pienso si debí agarrarme a golpes con el chofer y llego a la conclusión de que tal vez no, pues incitar a la violencia no es la mejor solución. Pero eso sí, exijamos seguridad, estemos donde estemos. Además, demos el buen ejemplo, pues de esa manera, estamos en la capacidad moral de reclamar y exigir más seguridad, así como respeto para con todos.

Reflexiones finales
Lo que le sucedió a Fabrizzio es abominable. Dicha amenaza ronda por doquier y nosotros o cualquiera, puede ser la siguiente víctima de una manera directa o indirecta, tal vez por el simple hecho de estar parado en la calle. No somos dueños de nuestro destino, menos en nuestra caótica ciudad. Nuestras vidas y las de todos penden a veces de un hilo que es roto por la imprudencia.
Accidentes siempre habrá, pero este tipo de accidentes, que ya pueden ser tildados de asesinatos, deben ser detenidos. En nosotros está parte de la responsabilidad. Levantemos nuestra voz y no dejemos que sigan circulando estos irresponsables sin que les exijamos algo de raciocinio para preservar vidas.

Pregonemos con el ejemplo, hagamos que los demás se den cuenta que se pueden cambiar las cosas. Sé que es fácil pedirlo, pero es inminente que algo debemos hacer, y lo primero es exigir que se respeten nuestros derechos. Es hora de que pongamos de nuestra parte para mejorar el transporte público. Además, el desarrollo sostenible que todos deseamos debe ir a la par con una cultura ciudadana que evidencie nuestra calidad humana y el deseo de construir una sociedad más justa para todos.

Artículo publicado en enero de 2007 en la revista virtual de ecología española Infoecología:

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