El Santuario Histórico Bosque de Pómac (SHBP), incomparable recinto donde conviven la naturaleza con el pasado histórico, sufre una invasión ilegal desde hace unos años en gran parte de sus territorios. Al parecer, la justicia no puede llegar al santuario ya que los expedientes correspondientes al desalojo final se encuentran en Lima sin que se tome acción alguna para realizar de una vez por todas un saneamieto físico-legal de esta importante zona protegida. Los invasores han arrasado cientos de hectáreas para el uso agrícola y han depredado las huacas que albergan tesoros de la Cultura Sicán de incalculable valor, modificando parcialmente el hábitat del santuario.El SHBP tiene una extensión de 5 887,38 ha de las cuales, 1 707 ha (cerca del 29% del total de su territorio), se encuentran invadidas desde el 2001 por dos organizaciones que carecen de papeles en regla: la Asociación Agropcuaria Santa Clara “A” La Paleria y la Asociación Asentamiento Rural Gandero Agrícola “La Paleria” del Predio Batangrande. Estas personas que actúan al margen de la ley, utilizan todo tipo de artimaña legal para permanecer ilegalmente en estas tierras patrimonio del Estado.
El expediente de desalojo de los invasores se encuentra en Lima luego de que los invasores presentarán un recurso de casación tras conocer que, tanto en primera como en segunda instancia, el fallo fue favorable al SHBP y que la acción popular, interpuesta en contra del santuario por la Asociación Agropecuaria Santa Clara “A” – La Paleria Batangrande, fue declarada improcedente por la Corte Superior de Justicia de Lima y que la apelación interpuesta por Samuel Flores Carreño, presidente de esta asociación, fue declarada infundada.
Además, los inescrupulosos invasores argumentaron que vienen ocupando estos territorios desde 1998, lo cual es totalmente falso ya que ambas asociaciones fueron inscritas en el 2003 en los Registros Públicos. El expediente se encuentra en la Sala Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de la República desde 15 de agosto de 2006. Dicho expediente fue declarado procedente el 23 de octubre del mismo año y a la fecha no se sabe nada. Esperemos que no se pierda ni que desaparezca misteriosamente.
Desde hace más de dos años, los invasores han construido pozos tubulares y diversas instalaciones de cemento en pleno santuario y continúan depredando el bosque y el Patrimonio Cultural y Nacional del país. Es inaudito que esto continúe y es preocupante que los invasores pretendan que se declaren nulas las sentencias de la primera y de la segunda instancia. Los invasores buscan dilatar el proceso para su beneficio aprovechando la lentitud de nuestro Poder Judicial. Asimismo, es necesario recordar que el Comité de Gestión, a través de la participación de quienes lo conforman: los pobladores locales, el Gobierno Regional, el Municipio de Ferreñafe, los Municipios Distritales de Pitipo e Illimo, el INC, Inrena, los Guardaparques Voluntarios y demás organizaciones de la sociedad civil, viene luchando tenazmente para que se haga justicia.
La conservación del Bosque de Pómac debe permitir que las poblaciones adyacentes encuentren en él una herramienta de desarrollo y progreso. Sin embargo, para tal fin se debe conservar el Santuario y recuperar las zonas afectadas por actividades humanas. Un saneamiento (y reforestación) del área solo se puede realizar tras el retiro total de las personas que la habitan. Pómac es la porción de la ecorregión del Bosque Seco Ecuatorial más representativa en el país, fue la cuna de la cultura Sicán y alberga el conjunto de pirámides más importantes del Perú y el más numeroso de América del Sur. Esperemos que durante la visita del Presidente de la Republica por el sólido norte y específicamente su estadía en Chiclayo, el máximo gobernante del país y toda la sociedad tome nota de esta penosa situación y exija que se haga justicia de una vez por todas.
Artículo publicado el 17 de abril de 2007 en la versión online de la Revista Viajeros:
http://www.viajerosperu.com/articulo.asp?cod_cat=7&cod_art=546
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