Y ¿por qué cuidado? A través de las siguientes líneas expondré el porqué de este temor no poco infundado, ya que el Gobierno viene buscando afanosamente que se concreten diversos Tratados de Libre Comercio (TLC), uno de ellos, con la inminente potencia mundial: China. No obstante, si bien existen beneficios innegables para el país a través de dichos acuerdos, existen también algunos factores que debemos tomar en cuenta a fin de que no se conviertan en amenazas para el país. Así también, pese a que es alentador saber que el país presenta un crecimiento económico constante -lamentablemente para muchos, aún no palpable-, dicha tendencia positiva debe proseguir pero respetando la integridad del medio ambiente.
Para entender mejor los riesgos que podría haber para el país, analicemos brevemente lo que está sucediendo en el planeta. Según diversos científicos, anualmente desaparece una superficie de bosque tropical equivalente a la extensión de Grecia, es decir 309,506 Km² (un poco menos que la cuarta parte de la superficie del Perú). Por ejemplo, en África, en Camerún específicamente, se ha reportado la tala indiscriminada de los bosques tropicales tanto por parte de madereros ilegales como por aquellos que actúan de manera legal.
En la última edición de la revista “Science”, investigadores del Woods Hole Research Center afirman que, a través de fotos satelitales, se ha evidenciado la tala de más de cuatro millones de kilómetros cuadrados en la República Democrática de El Congo. El informe que trae a la luz esta barbarie se denomina “Crecimiento de la deforestación industrial en África Central”, y abarca los efectos de dicha actividad desde 1973 hasta el 2003. Los investigadores ponen especial interés en la construcción de grandes caminos en medio del bosque para el transporte de enormes árboles. Dichos caminos empiezan a cercar a especies en territorios cada vez más amenazados, desapareciendo corredores biológicos y rutas de migración.
En abril de este año, Greenpeace reclamó que firmas extranjeras, principalmente de Alemania, Portugal, Bélgica, Singapur y de los Estados Unidos; hayan logrado obtener, tras el término de las concesiones en el 2002, nuevos permisos para la tala forestal. Para volver a obtener los permisos, pagan un costo irrisible a los jefes de las tribus en El Congo, sin ningún tipo de control por parte del Estado; es decir: carta blanca para deforestar.
África central - América del Sur - Indonesia
Desde África central, atravesando la Amazonía y luego Indonesia, los bosques tropicales del mundo pierden anualmente 13 millones de hectáreas según las Naciones Unidas. Y con dichas áreas verdes, se pierden ecosistemas casi intactos y una gran diversidad biológica. Además, se pierde la oportunidad de la captura de carbono, lo cual justamente necesitamos con suma urgencia.
Esta situación mundial tiene una explicación parcial: el gran “apetito” chino por madera, el mismo que es casi imposible de saciar. El país más poblado del mundo es el principal exportador de muebles de madera y de parquet. ¿De dónde proviene la materia prima? La respuesta la encuentran líneas arriba. La actual demanda se ha incrementado luego de que los propios bosques en China ya han desaparecido casi en su totalidad, pese a algunos esfuerzos del Gobierno chino por recuperar sus áreas verdes.
China vive una expansión industrial que es difícil no percibir, y la cual parece no detenerse, sino más bien, incrementarse. Tal es así, que los chinos han puesto la mira en otros países como proveedores de materia prima, como por ejemplo Brasil. Y es que el país más grande de América del Sur es una fuente importante de madera, además de bauxita, hierro y de soya. Éste último producto tiene un gran impacto en la Amazonía, pues por buscar terrenos para expandir su cultivo, se deforestan muchas hectáreas de bosque (casi la quinta parte de la Amazonía brasileña ha sido ya deforestada para este monocultivo).
¿Y eso qué tiene que ver con el Perú? Pues mucho. ¿La Interoceánica Sur, a quién le trae más beneficios: a Perú o a Brasil? ¿Por dónde podrían sacar los brasileños la soya hacia el mercado chino? ¿No se podría plantar soya en el Perú para el mercado chino? Tal vez sea la Interoceánica Sur un caballo de Troya. Éstas y otras interrogantes nos deben poner en alerta.
En el caso de Indonesia, la situación es más dramática. Según las Naciones Unidas, el país ya no tendrá bosque alguno de acá a quince años. En el año 2022, se estima que el 98% del total de sus bosques habrá desaparecido y con ellos tigres, rinocerontes, orangutanes y otras miles de especies. Los bosques de Sumatra, Borneo podrían desaparecer incluso en el 2012, quedando solo los de Papúa. Al escuchar dichos lugares se nos viene a la mente una diversidad biológica única en el mundo. Lo mismo puede pasarnos a nosotros.
En el país asiático se ha determinado que en 37 de 41 Parques Nacionales, se produce la tala ilegal; y que la relación entre facciones del Gobierno, las firmas legales, los taladores ilegales e incluso las fuerzas militares y policiales, forman una élite cleptómana que se enriquece con los recursos naturales del país. Saciar el hambre de madera de China es un buen negocio, ya que dicho país compra madera ilegal sin restricción alguna.
Madera made in China
Además de China, existen otros países que compran madera en grandes cantidades como los Estados Unidos y algunos países de la Comunidad Europea. Y como es común hoy en día que muchos productos sean Made in China y que se vendan por doquier, así también los muebles y el parquet chino encuentran gran demanda en los mercados occidentales. ¿Qué sucederá si la demanda de madera sigue creciendo? Tras arrasar con Indonesia, siguen en la lista África Central y lógicamente América del Sur.
¿Qué hacer? Algunos expertos promueven un sistema de control y de certificación forestal; sin embargo, ¿qué pasará con China que compra madera de cualquier procedencia? En nuestro país la tala ilegal y el problema maderero tienen mucha vigencia. Afrontamos también una fuerte amenaza diaria debido a la ausencia del Estado en gran parte de la selva y a la acción impune de cientos de inescrupulosos madereros ilegales. Lo que pueda venir para el Perú con la Interoceánica Sur y con una firma de TLC con China puede ser la chispa que prenda un gran fuego para nuestro patrimonio biológico difícil de apagar y de combatir. Estemos alertas.
Para entender mejor los riesgos que podría haber para el país, analicemos brevemente lo que está sucediendo en el planeta. Según diversos científicos, anualmente desaparece una superficie de bosque tropical equivalente a la extensión de Grecia, es decir 309,506 Km² (un poco menos que la cuarta parte de la superficie del Perú). Por ejemplo, en África, en Camerún específicamente, se ha reportado la tala indiscriminada de los bosques tropicales tanto por parte de madereros ilegales como por aquellos que actúan de manera legal.
En la última edición de la revista “Science”, investigadores del Woods Hole Research Center afirman que, a través de fotos satelitales, se ha evidenciado la tala de más de cuatro millones de kilómetros cuadrados en la República Democrática de El Congo. El informe que trae a la luz esta barbarie se denomina “Crecimiento de la deforestación industrial en África Central”, y abarca los efectos de dicha actividad desde 1973 hasta el 2003. Los investigadores ponen especial interés en la construcción de grandes caminos en medio del bosque para el transporte de enormes árboles. Dichos caminos empiezan a cercar a especies en territorios cada vez más amenazados, desapareciendo corredores biológicos y rutas de migración.
En abril de este año, Greenpeace reclamó que firmas extranjeras, principalmente de Alemania, Portugal, Bélgica, Singapur y de los Estados Unidos; hayan logrado obtener, tras el término de las concesiones en el 2002, nuevos permisos para la tala forestal. Para volver a obtener los permisos, pagan un costo irrisible a los jefes de las tribus en El Congo, sin ningún tipo de control por parte del Estado; es decir: carta blanca para deforestar.
África central - América del Sur - Indonesia
Desde África central, atravesando la Amazonía y luego Indonesia, los bosques tropicales del mundo pierden anualmente 13 millones de hectáreas según las Naciones Unidas. Y con dichas áreas verdes, se pierden ecosistemas casi intactos y una gran diversidad biológica. Además, se pierde la oportunidad de la captura de carbono, lo cual justamente necesitamos con suma urgencia.
Esta situación mundial tiene una explicación parcial: el gran “apetito” chino por madera, el mismo que es casi imposible de saciar. El país más poblado del mundo es el principal exportador de muebles de madera y de parquet. ¿De dónde proviene la materia prima? La respuesta la encuentran líneas arriba. La actual demanda se ha incrementado luego de que los propios bosques en China ya han desaparecido casi en su totalidad, pese a algunos esfuerzos del Gobierno chino por recuperar sus áreas verdes.
China vive una expansión industrial que es difícil no percibir, y la cual parece no detenerse, sino más bien, incrementarse. Tal es así, que los chinos han puesto la mira en otros países como proveedores de materia prima, como por ejemplo Brasil. Y es que el país más grande de América del Sur es una fuente importante de madera, además de bauxita, hierro y de soya. Éste último producto tiene un gran impacto en la Amazonía, pues por buscar terrenos para expandir su cultivo, se deforestan muchas hectáreas de bosque (casi la quinta parte de la Amazonía brasileña ha sido ya deforestada para este monocultivo).
¿Y eso qué tiene que ver con el Perú? Pues mucho. ¿La Interoceánica Sur, a quién le trae más beneficios: a Perú o a Brasil? ¿Por dónde podrían sacar los brasileños la soya hacia el mercado chino? ¿No se podría plantar soya en el Perú para el mercado chino? Tal vez sea la Interoceánica Sur un caballo de Troya. Éstas y otras interrogantes nos deben poner en alerta.
En el caso de Indonesia, la situación es más dramática. Según las Naciones Unidas, el país ya no tendrá bosque alguno de acá a quince años. En el año 2022, se estima que el 98% del total de sus bosques habrá desaparecido y con ellos tigres, rinocerontes, orangutanes y otras miles de especies. Los bosques de Sumatra, Borneo podrían desaparecer incluso en el 2012, quedando solo los de Papúa. Al escuchar dichos lugares se nos viene a la mente una diversidad biológica única en el mundo. Lo mismo puede pasarnos a nosotros.
En el país asiático se ha determinado que en 37 de 41 Parques Nacionales, se produce la tala ilegal; y que la relación entre facciones del Gobierno, las firmas legales, los taladores ilegales e incluso las fuerzas militares y policiales, forman una élite cleptómana que se enriquece con los recursos naturales del país. Saciar el hambre de madera de China es un buen negocio, ya que dicho país compra madera ilegal sin restricción alguna.
Madera made in China
Además de China, existen otros países que compran madera en grandes cantidades como los Estados Unidos y algunos países de la Comunidad Europea. Y como es común hoy en día que muchos productos sean Made in China y que se vendan por doquier, así también los muebles y el parquet chino encuentran gran demanda en los mercados occidentales. ¿Qué sucederá si la demanda de madera sigue creciendo? Tras arrasar con Indonesia, siguen en la lista África Central y lógicamente América del Sur.
¿Qué hacer? Algunos expertos promueven un sistema de control y de certificación forestal; sin embargo, ¿qué pasará con China que compra madera de cualquier procedencia? En nuestro país la tala ilegal y el problema maderero tienen mucha vigencia. Afrontamos también una fuerte amenaza diaria debido a la ausencia del Estado en gran parte de la selva y a la acción impune de cientos de inescrupulosos madereros ilegales. Lo que pueda venir para el Perú con la Interoceánica Sur y con una firma de TLC con China puede ser la chispa que prenda un gran fuego para nuestro patrimonio biológico difícil de apagar y de combatir. Estemos alertas.
Artículo publicado el 24 de junio de 2007 en el Suplemento Semana del Diario El Tiempo de Piura.
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