domingo, 14 de junio de 2009

LOS CHINOS Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Últimamente se me ha dado por incluir de alguna manera a los chinos en mis textos. China me parece un país fascinante y lleno de misterios que, si bien cada día se abre más al mundo, aún guarda una serie de aspectos sorprendentes. El país de la Gran Muralla sigue siendo para muchos tan lejano y difícil de conocer. Si bien aún decimos que está al otro lado del mundo y que es lo más lejos que existe, parece que los chinos están cada vez más cerca.

No obstante, no es fin de estas líneas brindar luces sobre cómo los chinos se hacen cada vez más presentes en todo el mundo, sino más bien analizar brevemente el papel del país más poblado del mundo en el tema del calentamiento global y revisar una medida singular de su gobierno. Esto debido a que los científicos australianos del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO) han determinado que los países en constante desarrollo registran el mayor incremento en la emisión de gases de efecto invernadero; y de dichos países, sobresale China. Asimismo, los científicos del CSIRO han pronosticado que a partir del 2008 -mucho antes de lo pensado- China ocupará el primer puesto de los países que más emiten CO2, reemplazando "en la punta" a los Estados Unidos.

La lista de los 10

Según la ONG independiente Germanwatch, figuran en el 2007 Estados Unidos y China -en ese orden en los dos primeros lugares-; dentro de los diez países que emiten más CO2, que registran mayor consumo de energía y que muestran un mayor avance industrial, seguidos indistintamente de Japón, India, el Reino Unido, Alemania, Italia, Rusia, Corea del Sur y Canadá. En los tres casos, la "ventaja" que les llevan Estados Unidos y China a los demás países es notoria. Sin embargo, en el cuadro que muestra a las naciones más poblados, el primer lugar es ocupado por China, seguida por la India y por el país del Tío Sam en tercer lugar.

En este contexto, los chinos han expresado que no van a permitir que los de "occidente" les digan qué deben hacer para frenar la emisión de CO2. Adicionalmente, han exigido a los países industrializados que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero per capita, ya que dichos países son los mayores responsables del calentamiento global del planeta. A la par, el Gobierno Chino ha informado que pondrá especial atención en los límites de contaminación por persona y que además reducirá el consumo de energía, producto de las enormes instalaciones de aire acondicionado en el país.

Los funcionarios de Pekín han afirmado que el desarrollo de su industria es una prioridad nacional antes que la protección del clima global. Además, aseguraron que el problema del calentamiento del planeta es evidente pero que la tecnología para una industria "más limpia" es muy cara. No obstante, China se encuentra en una situación paradójica ya que es uno de los países que más está sufriendo las consecuencias del cambio climático debido al deshielo de los glaciares, la desertificación, sequías y la falta de agua potable. A eso se le debe sumar que el país sufre la contaminación severa del aire y del agua que genera grandes problemas ambientales. Pekín es consciente de la importancia de negociar y de actuar.

El problema radica en definir qué y cómo se va a hacer. Actualmente, la cantidad de emisión de gases de efecto invernadero por cada ciudadano chino es menor a la de un ciudadano estadounidense; sin embargo, la población de China es de 1300 millones de personas y la de Estados Unidos es de 300 millones. Pese a la diferencia de nada menos que de mil millones de personas, la cantidad de CO2 emitido por ambos países es casi la misma.

En manga corta al trabajo

Según el experto de seguridad internacional de la People´s University of China, Shi Yinhong, las declaraciones algo tibias del gobierno chino en cuanto al presente problema, evidencian que no existe una mayor presión internacional. De manera contraria, el mismo pueblo demanda que se ahorre energía. El diario China Daily reproduce lo que determinaron las autoridades chinas: los funcionarios públicos deben ir a trabajar en ropa más ligera para no utilizar mucha energía a través del aire acondicionado. Es decir, se deben dejar de lado los ternos y las corbatas.

El Gobierno ha decretado también que cerca de una veintena (¿no serán muy pocos?) de inspectores controlen en la capital china que en los edificios públicos, hoteles, centros comerciales y otros establecimientos, se respete el límite mínimo de 26° C. El aire acondicionado no puede generar temperaturas menores en dichos ambientes. Asimismo, la ciudad de Yangzhou será patrullada por "policías energéticos" que verificarán la temperatura de los establecimientos públicos. Según las autoridades, durante los meses de verano el 35% del consumo de energía se debe al aire acondicionado.

Pese a esta medida –que no es reconocida por empresas extranjeras en el país-, existe la incertidumbre si es que China podrá aminorar la emisión de CO2 en un 20% de su industria hasta el 2010, tomando en cuenta el vertiginoso desarrollo industrial que viene demostrando. Dicha meta fue establecida en el programa nacional de protección del clima del Gobierno Chino, donde la principal estrategia es mejorar la eficiencia en el uso de la energía. No obstante los esfuerzos que se vienen realizando, el Gobierno Chino ha anunciado que recién a partir del 2013 combatirá el calentamiento global.

China se escuda de la crítica internacional, que reclama reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, argumentado que es un país en vías -aún- de desarrollo, por más que suene irónico. Por tal motivo, no puede asumir un compromiso, e incluso exige que sean los otros países los que reduzcan sus emisiones. Cabe resaltar también que los chinos no han puesto las cifras que deberán alcanzar en sus planes, y ahora, ¿quién se los exige?


Artículo publicado en agosto del 2007 en la revista online Infoecología de España:

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