Revisando algunas publicaciones, he tomado nota de algunos datos
preocupantes: temperaturas subtropicales en Moscú; 50°C en la India; un
invierno casi tropical en Alemania; poca nieve en el continente euroasiático y
el constante deshielo en el Ártico. ¿Podemos decir que estamos culminando uno
de los años más calientes de los últimos tiempos? Entre los meses de enero y
marzo —en pleno invierno boreal— se han registrado en Europa las temperaturas
más templadas de los últimos años. Sin embargo, este no sería el año más
caliente de la historia. Según Phil Jones, director de la sección de
investigación del clima de la University of East Anglia en Norwich, Inglaterra,
1998 fue el más caliente, seguido de los años 2005, 2003, 2002 y 2004.
Jones y el servicio metereológico de Inglaterra ofrecen cada año
una predicción de la temperatura promedio. Según este informe, el año que
estamos culminando debía ser uno de los más calientes de la historia. Los
ingleses esperaban, con casi 60% de probabilidades, que la temperatura global
promedio, medida en la superficie terrestre, supere en 0,54°C el valor del
promedio total de los años entre 1961 y 1990. Si la predicción hubiese sido
correcta, 1998 que ostenta el “título” del año más caliente, con 0,52 °C sobre
el promedio, hubiese perdido el “primer lugar”. No obstante, al parecer, los
científicos se han equivocado.
Todo indica que culminaremos el año con “tan solo” 0,42 °C sobre
el promedio, lo que resulta “muy poco” para alcanzar la punta. Parte de la
culpa de esta situación son “los Niños”, es decir, los cambios naturales
drásticos de temperatura que se dan eventualmente en el planeta debido a la
transición entre las masas de agua de las fases de El Niño y de la Niña en el
Océano Pacífico tropical. Las aguas calientes que trae consigo El Niño han sido
suplantadas, antes de lo previsto, por las aguas frías de La Niña (tal como ya
se ha informado en nuestro país). Tal situación origina grandes masas de agua
fría que reducen las temperaturas en el trópico.
Estas variaciones en el Océano Pacífico tropical tienen un efecto
en la temperatura global. Según la World Metorological Organization (WMO), la
temperatura en la superficie central y este del Océano Pacífico es
aproximadamente 0,5°C más fría de lo normal. Además, se prevé que esta anomalía
se mantendrá los primeros meses del 2008. La Niña parece ser tan severa que su
presencia compensaría de alguna forma el incremento del calor, producto de los
gases de invernadero. ¿Debemos agradecerle a La Niña por este favor o debemos
esperar que los grandes contaminadores no se enteren de esto para que no pasen
desapercibidos? Además, la NASA ha registrado estos cambios y han llegado a la
conclusión que el 2007 es el tercer año más caliente.
Diversas mediciones
Cabe indicar que las metodologías de medición del clima mundial,
que utilizan los diversos organismos relacionados al tema, son distintas y por
ende, los resultados y las predicciones presentan variaciones. Además, las
estaciones de medición varían en cuanto a su ubicación en el planeta y a los
datos que obtienen, pudiendo incluso no cubrir toda la superficie de la Tierra.
Por ejemplo, el Ártico es una zona que no tiene muchos registros debido a que
en él hay pocas estaciones de medición pese a que en los dos últimos años esta
región del planeta ha registrado un aumento considerable de temperatura, de
acuerdo a otros estudios y a fotos satelitales. Por otro lado, el Grupo
Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) informa que de los últimos doce
años, once de ellos han sido los más calientes de la historia, lo que certifica
el efecto del calentamiento global en el planeta.
Además, el IPCC sostiene que, pese a que el presente año podría
ser un poco más frío, la tendencia se mantiene: la Tierra se está calentando,
por lo que ya sabemos cuáles son y cuáles serán los efectos para la humanidad.
Si bien, las predicciones del clima son solo intentos de definir el clima que
tendremos, existen muchos datos que se derivan de las mediciones que se hacen
de las variaciones climatológicas que sí nos pueden ser útiles. Por ejemplo, en
el caso de los eventos de El Niño y La Niña, nuestro país sufre sus
consecuencias cuando estos se presentan de manera acentuada.
Debemos poner atención a estos datos y a las variaciones en el
clima mundial. Nuestro país no se caracteriza por tomar en serio la información
científica. Es indudable que el calentamiento global esta produciendo cambios
climáticos en todo el planeta. Es por eso que urge seguir abogando por un buen
uso de nuestros recursos naturales y por la toma de conciencia de que todos
somos contaminadores y depredadores en potencia. La Niña nos ha refrescado un
tanto, El Niño nos puede malograr la fiesta.
Artículo publicado el 19 de noviembre de 2007 en la versión online
de la Revista Viajeros:
No hay comentarios:
Publicar un comentario