En la edición N° 12 del 2007 de la revista GEO, se presentaron 12 mitos sobre el calentamiento global y la realidad ambiental en el planeta. Como no somos ajenos a esta preocupante situación, veamos de qué se tratan estas afirmaciones y cómo estamos en casa. Empezaré con seis mitos y le agregaré uno más. En la siguiente entrega haré lo mismo.
Mito N° 1: Si no podemos predecir con exactitud el clima de la próxima semana, es poco probable que podamos hacerlo con el clima en el año 2100.
Si bien suena lógica dicha afirmación, esta no es correcta. El clima es una mezcla de la temperatura, el viento, las precipitaciones pluviales y otros factores que convergen en un tiempo real. Es un sistema caótico difícil de predecir con exactitud y que a su vez está condicionado por diversos elementos. Para la World Metereological Organization (WMO) de la ONU, el clima es el promedio de los datos registrados en un periodo de por lo menos 30 años. Es por eso que, si se registran cambios drásticos en algunos (o en todos los factores del clima) por algún motivo, todo el sistema presenta variaciones. Sin embargo, esos cambios no permiten afirmar, por ejemplo, que no habrán más inviernos crudos en el planeta, pero sí que la posibilidad de que estos se den disminuya cada año.
Los métodos de predicción son cada vez más precisos y pueden ofrecernos datos confiables en base a una serie de factores adicionales como la radiación solar, las partículas suspendidas en el aire, la cantidad de CO2 en la atmósfera y otros. Es por eso que podemos confiar en esas predicciones que anuncian la tendencia al aumento de la temperatura media global. En el Perú ya se registran cambios en el clima. Y si bien existe actualmente una influencia marcada por La Niña, si consultamos con diversos especialistas, el clima está cada vez más “loco”.
Mito N° 2: Las emisiones de CO2 producidas por el hombre son muy bajas para influenciar el clima mundial.
Si bien la cantidad de CO2 producida por el hombre no es nada en comparación con la cantidad de dicho gas producida por la naturaleza, la diferencia radica en que lo producido por el medio ambiente es absorbido de manera natural. En cambio, los gases de invernadero se acumulan durante años en la atmósfera y rompen el equilibrio en el planeta con las causas ya conocidas. La humanidad produce cerca de 25 mil millones de toneladas de CO2, mientras que en la naturaleza se producen cerca de 550 mil millones de toneladas. La contribución del Perú al calentamiento global es mínima, sin embargo, podríamos hacer más para paliar este problema, protegiendo y usando adecuadamente nuestra selva amazónica.
Mito N° 3: No todos los científicos creen en el calentamiento global producido por el hombre.
Cierto. Sin embargo, la gran mayoría de ellos está convencido de esta realidad mundial. En el cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) trabajaron más de 800 autores, 450 redactores y 2500 científicos de 130 países durante seis años. Estos informes no pueden ser tildados de alarmistas ya que contienen datos reales y verificables. Es así como el número de escépticos se reduce día a día debido a las pruebas contundentes presentadas. En el Perú no existe al parecer alguien que dude del calentamiento global, a menos tal vez que proceda de las grandes firmas petroleras o extractivas y que nos quiera vender cebo de culebra con débiles argumentos.
Mito N° 4: Groenlandia se derrite y ya es muy tarde para remediar tal situación.
El derretimiento de las capas de hielo de dicho territorio se da mucho más rápido de lo que habían esperado los científicos. Pero lo más importante es que el aumento de la temperatura global debe detenerse ya. Todavía estamos a tiempo de evitar esa desgracia. A la fecha se registra un aumento de 0,8 °C y se espera un aumento de 1,8 °C para el 2100, aunque muchos hablan de 4 °C y los más pesimistas de 6 °C. La meta de la comunidad internacional es no pasar los 2 °C en este milenio. Exceder este límite sería catastrófico. En el Perú ya sentimos los estragos y no nos quedamos atrás. ¿Se acuerdan del nevado Pastoruri? Ahora solo es una masa de hielo en constante disminución.
Mito N° 5: El clima viene cambiando desde que se formó la Tierra, tanto así que Groenlandia era antes todo verde.
El nombre de Groenlandia se le atribuye al vikingo Erick el Rojo, quien bautizó esa porción del planeta como “tierra verde”. Sin embargo, tal denominación responde solo a una parte fértil de la costa divisada en el siglo X. El resto del territorio estaba congelado. Además, el vikingo utilizó tal denominación como propaganda, pues huía de Islandia y debía ganar adeptos para llevarlos a conquistar un territorio virgen.
La temperatura promedio en el planeta, antes de que apareciera el hombre, era mucho más alta. La diferencia radica en que estas fueron descendiendo en periodos de tiempo muy largos, lo que le permitía a las plantas y animales adaptarse a las nuevas condiciones. Además, en ese entonces no existían 6,7 mil millones de hombres con necesidad de alimento, agua y energía. En nuestro país, el crecimiento desordenado prima por doquier y la presión hacia el medio ambiente es evidente.
Mito N° 6: Un poco de calor no es perjudicial, ya que así crecen mejor las plantas y almacenan mejor CO2.
Un clima más templado a nivel local trae algunos beneficios sin duda, por ejemplo, un periodo mayor de fertilidad, menor uso de energía en invierno, posibles mejoras para el turismo. Estos beneficios se dan en regiones alejadas del Ecuador, ya que en zonas como el Mediterráneo y en los trópicos se dan olas de calor, escasez de agua y se puede acentuar la desertificación, ocasionando lo que se conoce como el stress del calor o el stress hídrico. Afirmar que las plantas se benefician con el aumento de temperatura en ciertas zonas es parcialmente cierto, ya que ante esa anormalidad, las plantas cierran sus ostiolos (sus poros) generando que liberen más CO2 del que pueden captar.
En el país, el aumento de temperatura y los cambios de clima ocasionan que diversas plagas migren, debido a que estas prefieren los climas más templados. Además, se adaptan mejor a estos cambios. Ojo con el dengue, fiebre amarilla y otros posibles vectores de enfermedades.
Mito N° 7: Los chinos se ofrecen a cooperar en la construcción del tren que unirá a la selva peruana con la costa.
¡Cuidado! Los chinos no solo quieren cooperar, sino también quieren nuestro gas, petróleo, madera, diversidad biológica y tal vez propiciar la siembra de transgénicos y de monocultivos. Tengamos cuidado no nos vayan a “enchufar” su caballo de Troya y agarrarnos con los pantalones abajo. Un territorio desordenado, poco protegido y mal utilizado es como el río revuelto, en donde todos los pescadores ganan. Esto ya que los pescadores no somos necesariamente los lugareños, y menos si pescamos con anzuelo mientras que ellos pescan con una moderna y enorme flota pesquera para alimentar a un mercado de miles de millones de personas.
Mito N° 1: Si no podemos predecir con exactitud el clima de la próxima semana, es poco probable que podamos hacerlo con el clima en el año 2100.
Si bien suena lógica dicha afirmación, esta no es correcta. El clima es una mezcla de la temperatura, el viento, las precipitaciones pluviales y otros factores que convergen en un tiempo real. Es un sistema caótico difícil de predecir con exactitud y que a su vez está condicionado por diversos elementos. Para la World Metereological Organization (WMO) de la ONU, el clima es el promedio de los datos registrados en un periodo de por lo menos 30 años. Es por eso que, si se registran cambios drásticos en algunos (o en todos los factores del clima) por algún motivo, todo el sistema presenta variaciones. Sin embargo, esos cambios no permiten afirmar, por ejemplo, que no habrán más inviernos crudos en el planeta, pero sí que la posibilidad de que estos se den disminuya cada año.
Los métodos de predicción son cada vez más precisos y pueden ofrecernos datos confiables en base a una serie de factores adicionales como la radiación solar, las partículas suspendidas en el aire, la cantidad de CO2 en la atmósfera y otros. Es por eso que podemos confiar en esas predicciones que anuncian la tendencia al aumento de la temperatura media global. En el Perú ya se registran cambios en el clima. Y si bien existe actualmente una influencia marcada por La Niña, si consultamos con diversos especialistas, el clima está cada vez más “loco”.
Mito N° 2: Las emisiones de CO2 producidas por el hombre son muy bajas para influenciar el clima mundial.
Si bien la cantidad de CO2 producida por el hombre no es nada en comparación con la cantidad de dicho gas producida por la naturaleza, la diferencia radica en que lo producido por el medio ambiente es absorbido de manera natural. En cambio, los gases de invernadero se acumulan durante años en la atmósfera y rompen el equilibrio en el planeta con las causas ya conocidas. La humanidad produce cerca de 25 mil millones de toneladas de CO2, mientras que en la naturaleza se producen cerca de 550 mil millones de toneladas. La contribución del Perú al calentamiento global es mínima, sin embargo, podríamos hacer más para paliar este problema, protegiendo y usando adecuadamente nuestra selva amazónica.
Mito N° 3: No todos los científicos creen en el calentamiento global producido por el hombre.
Cierto. Sin embargo, la gran mayoría de ellos está convencido de esta realidad mundial. En el cuarto informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) trabajaron más de 800 autores, 450 redactores y 2500 científicos de 130 países durante seis años. Estos informes no pueden ser tildados de alarmistas ya que contienen datos reales y verificables. Es así como el número de escépticos se reduce día a día debido a las pruebas contundentes presentadas. En el Perú no existe al parecer alguien que dude del calentamiento global, a menos tal vez que proceda de las grandes firmas petroleras o extractivas y que nos quiera vender cebo de culebra con débiles argumentos.
Mito N° 4: Groenlandia se derrite y ya es muy tarde para remediar tal situación.
El derretimiento de las capas de hielo de dicho territorio se da mucho más rápido de lo que habían esperado los científicos. Pero lo más importante es que el aumento de la temperatura global debe detenerse ya. Todavía estamos a tiempo de evitar esa desgracia. A la fecha se registra un aumento de 0,8 °C y se espera un aumento de 1,8 °C para el 2100, aunque muchos hablan de 4 °C y los más pesimistas de 6 °C. La meta de la comunidad internacional es no pasar los 2 °C en este milenio. Exceder este límite sería catastrófico. En el Perú ya sentimos los estragos y no nos quedamos atrás. ¿Se acuerdan del nevado Pastoruri? Ahora solo es una masa de hielo en constante disminución.
Mito N° 5: El clima viene cambiando desde que se formó la Tierra, tanto así que Groenlandia era antes todo verde.
El nombre de Groenlandia se le atribuye al vikingo Erick el Rojo, quien bautizó esa porción del planeta como “tierra verde”. Sin embargo, tal denominación responde solo a una parte fértil de la costa divisada en el siglo X. El resto del territorio estaba congelado. Además, el vikingo utilizó tal denominación como propaganda, pues huía de Islandia y debía ganar adeptos para llevarlos a conquistar un territorio virgen.
La temperatura promedio en el planeta, antes de que apareciera el hombre, era mucho más alta. La diferencia radica en que estas fueron descendiendo en periodos de tiempo muy largos, lo que le permitía a las plantas y animales adaptarse a las nuevas condiciones. Además, en ese entonces no existían 6,7 mil millones de hombres con necesidad de alimento, agua y energía. En nuestro país, el crecimiento desordenado prima por doquier y la presión hacia el medio ambiente es evidente.
Mito N° 6: Un poco de calor no es perjudicial, ya que así crecen mejor las plantas y almacenan mejor CO2.
Un clima más templado a nivel local trae algunos beneficios sin duda, por ejemplo, un periodo mayor de fertilidad, menor uso de energía en invierno, posibles mejoras para el turismo. Estos beneficios se dan en regiones alejadas del Ecuador, ya que en zonas como el Mediterráneo y en los trópicos se dan olas de calor, escasez de agua y se puede acentuar la desertificación, ocasionando lo que se conoce como el stress del calor o el stress hídrico. Afirmar que las plantas se benefician con el aumento de temperatura en ciertas zonas es parcialmente cierto, ya que ante esa anormalidad, las plantas cierran sus ostiolos (sus poros) generando que liberen más CO2 del que pueden captar.
En el país, el aumento de temperatura y los cambios de clima ocasionan que diversas plagas migren, debido a que estas prefieren los climas más templados. Además, se adaptan mejor a estos cambios. Ojo con el dengue, fiebre amarilla y otros posibles vectores de enfermedades.
Mito N° 7: Los chinos se ofrecen a cooperar en la construcción del tren que unirá a la selva peruana con la costa.
¡Cuidado! Los chinos no solo quieren cooperar, sino también quieren nuestro gas, petróleo, madera, diversidad biológica y tal vez propiciar la siembra de transgénicos y de monocultivos. Tengamos cuidado no nos vayan a “enchufar” su caballo de Troya y agarrarnos con los pantalones abajo. Un territorio desordenado, poco protegido y mal utilizado es como el río revuelto, en donde todos los pescadores ganan. Esto ya que los pescadores no somos necesariamente los lugareños, y menos si pescamos con anzuelo mientras que ellos pescan con una moderna y enorme flota pesquera para alimentar a un mercado de miles de millones de personas.
Publicado el 22 de enero de 2008 en la versión online de la Revista Viajeros:
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