Hace unos días se reunieron en Nueva York un grupo de escépticos que sostienen que no existe calentamiento global, ni cambio climático, ni nada de eso y que todo es producto de la invención de algunos irresponsables dispuestos a crear pánico y frenar las inversiones económicas. El congreso denominado “International Conference On Climate Change” congregó del 2 al 4 de marzo a un grupo de “viejos conocidos” por los científicos que han sido tildados como charlatanes por sus pobres argumentos.
Esta reunión en la “Capital del Mundo” fue organizada por el Heartland Institute (http://www.heartland.org/), fundado en 1984, que se autodefine como un conglomerado de expertos que aportan sus conocimientos para la investigación y el desarrollo. En su página web definen su misión como: “encontrar, desarrollar y propiciar soluciones para los problemas sociales y económicos basados en los mercados libres”. Según el portal (http://www.sourcewatch.org/), esta institución busca anular la regularización del sistema nacional de salud en Estados Unidos, defiende los derechos de los fumadores y combate la presunta histeria que para ellos desencadena el calentamiento global. Pero no solo eso, estos “angelitos” son los preferidos de muchas grandes empresas (como las de tabaco) para fungir de “lobbystas” y defender intereses mezquinos.
Similitudes sospechosas
Esta institución actúa según lo que le pidan. Así, se ha podido documentar que defienden a los fumadores (alentados seguramente por grandes cantidades de dinero) y que buscan relativizar el daño que puedan sufrir los fumadores pasivos, alentando así el consumo de tabaco. Según algunos científicos, en este último congreso se reunieron los mismos de siempre. Estos son conocidos por defender tesis disparatadas y por unirse siempre buscando su propia conveniencia. (¿Nuestro Congreso?).
Un participante conocido es el presidente de la República Checa, Václav Klaus, quien presentó su disertación titulada “No debemos cometer grandes errores en cuanto al cambio climático”. El mandatario europeo es famoso por su oposición a las políticas que buscan frenar y disminuir la emisión de CO2, así como el uso de fuentes energéticas amigables al medio ambiente y afirma que “la teoría de que el aumento de la cantidad de CO2 en el planeta sea la causa del relativo y pequeño cambio climático, es para mi absolutamente falsa”. Asimismo, sostiene al respecto que “esa no es ninguna hipótesis científicamente probada. Solo se trata de una idea política”. Siempre hay impresentables. (Otra similitud con nuestro Congreso)
En el reciente congreso de escépticos, el Heartland Institute optó por una estrategia muy efectiva para asegurarse de que varios charlatanes acudan a ofrecer sus cuestionadas ponencias: pagarles la suma de mil dólares a cada uno, además de asumir todos los viáticos (espero que esto no tiente a algunos de la misma calaña). Una acción despreciable. Es importante resaltar que a dicho congreso asistieron cerca de 100 expositores. Con la plata baila el mono (o el otorongo). Otra similitud.
Disparates
En este congreso (http://www.heartland.org/NewYork08/newyork08.cfm) se pudieron escuchar conferencias con títulos bizarros, tales como:
• Las causas naturales del cambio climático.• No debemos exigir grandes cambios debido al cambio climático.• Defensa de los derechos ciudadanos: las exigencias legales para combatir el cambio climático ocasionan un retroceso en los derechos del ciudadano. • El clima del futuro no es motivo de preocupación.• Los océanos -no el CO2- dirigen el clima. • La política del calentamiento global y las enseñanzas de la industria nuclear.• El informe del NIPCC (un informe no oficial del IPCC, en alusión al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático)
Como se puede apreciar, los temas tratados difieren tangencialmente de la situación real en el planeta. Atrás de estos tópicos e intereses se ocultan posiblemente enormes capitales monetarios que ven piedras en el camino puestas por los que buscan conservar la diversidad biológica de los últimos rincones del planeta que se han salvado del avance del hombre, así como por los que promueven un desarrollo sostenible que respete al medio ambiente. Es imposible no suponer que las grandes empresas vean amenazados sus afanes expansionistas cuando escuchan hablar del crecimiento de la percepción a nivel mundial de que el tema del calentamiento global forma ya, parte de la agenda internacional.
Así también, los dueños de estos enormes capitales monetarios deben haberse puesto pálidos tras leer el informe, producto de la Conferencia Mundial sobre el Clima realizada en diciembre de 2007 en Bali. En aquella reunión –donde participaron representantes de más de 187 Estados– se presentó un reporte que causó mucho revuelo por las implicancias políticas y económicas que trae consigo el calentamiento global en el planeta.
Específicamente, las grandes transnacionales energéticas se “ponen nerviosas” cuando se dan cuenta de que la humanidad intenta cambiar su dependencia de las fuentes de energía como el petróleo, el gas y el carbón. Este es el escenario perfecto para las “alianzas estratégicas” entre empresarios, científicos y políticos para intentar negar lo evidente, motivados por la ignorancia, el populismo y los intereses económicos.
Verdades
En el año 2006, la Royal Society, es decir la academia de científicos ingleses, le solicitó –en un acto realmente valiente– a la empresa ExxonMobil que deje de financiar grupos y organizaciones que dinamitan el consenso internacional sobre el calentamiento global y el consecuente cambio climático y sus consecuencias en el planeta. Según la Royal Society, dicha empresa financiaba a 39 de estos grupos que se encargaban de difundir información que sustentaba la falsedad del calentamiento global.
Felizmente en el Perú no tenemos algo así, ¿o sí? En estos días se vienen “movidas” en el campo político y ambiental en el país. Se nos viene el Ministerio del Ambiente, y con ello la desarticulación, fusión, incorporación y desaparición de diversos organismos del Estado. Del mismo modo, se discute aún la aplicación de leyes controversiales, como la denominada Ley de la Selva, así como la Ley de promoción del desarrollo sostenible de servicios turísticos en los bienes del patrimonio histórico del país. Tenemos mucho por discutir, monitorear y fiscalizar. Estemos también alertas para que los argumentos que se viertan en este panorama no sean “financiados” por intereses económicos. Debemos analizar detenidamente la información, los alcances de las leyes, las funciones de los ministerios (y de paso el accionar de nuestro ya mentado Congreso).
En la actual situación del país de un presumible despegue económico, en donde se viene fomentando la inversión económica a lo largo y ancho de nuestro territorio, no nos deben vender cebo de culebra ni ocultarnos la verdad. Es necesario estar sumamente atentos. No podemos negar algunas inversiones, pero siempre y cuando, estas asuman su responsabilidad ambiental, social y cultural.
Artículo publicado el 20 de marzo de 2008 en la versión online de la Revista Viajeros:
http://www.viajerosperu.com/articulo.asp?cod_cat=11&cod_art=856
Esta reunión en la “Capital del Mundo” fue organizada por el Heartland Institute (http://www.heartland.org/), fundado en 1984, que se autodefine como un conglomerado de expertos que aportan sus conocimientos para la investigación y el desarrollo. En su página web definen su misión como: “encontrar, desarrollar y propiciar soluciones para los problemas sociales y económicos basados en los mercados libres”. Según el portal (http://www.sourcewatch.org/), esta institución busca anular la regularización del sistema nacional de salud en Estados Unidos, defiende los derechos de los fumadores y combate la presunta histeria que para ellos desencadena el calentamiento global. Pero no solo eso, estos “angelitos” son los preferidos de muchas grandes empresas (como las de tabaco) para fungir de “lobbystas” y defender intereses mezquinos.
Similitudes sospechosas
Esta institución actúa según lo que le pidan. Así, se ha podido documentar que defienden a los fumadores (alentados seguramente por grandes cantidades de dinero) y que buscan relativizar el daño que puedan sufrir los fumadores pasivos, alentando así el consumo de tabaco. Según algunos científicos, en este último congreso se reunieron los mismos de siempre. Estos son conocidos por defender tesis disparatadas y por unirse siempre buscando su propia conveniencia. (¿Nuestro Congreso?).
Un participante conocido es el presidente de la República Checa, Václav Klaus, quien presentó su disertación titulada “No debemos cometer grandes errores en cuanto al cambio climático”. El mandatario europeo es famoso por su oposición a las políticas que buscan frenar y disminuir la emisión de CO2, así como el uso de fuentes energéticas amigables al medio ambiente y afirma que “la teoría de que el aumento de la cantidad de CO2 en el planeta sea la causa del relativo y pequeño cambio climático, es para mi absolutamente falsa”. Asimismo, sostiene al respecto que “esa no es ninguna hipótesis científicamente probada. Solo se trata de una idea política”. Siempre hay impresentables. (Otra similitud con nuestro Congreso)
En el reciente congreso de escépticos, el Heartland Institute optó por una estrategia muy efectiva para asegurarse de que varios charlatanes acudan a ofrecer sus cuestionadas ponencias: pagarles la suma de mil dólares a cada uno, además de asumir todos los viáticos (espero que esto no tiente a algunos de la misma calaña). Una acción despreciable. Es importante resaltar que a dicho congreso asistieron cerca de 100 expositores. Con la plata baila el mono (o el otorongo). Otra similitud.
Disparates
En este congreso (http://www.heartland.org/NewYork08/newyork08.cfm) se pudieron escuchar conferencias con títulos bizarros, tales como:
• Las causas naturales del cambio climático.• No debemos exigir grandes cambios debido al cambio climático.• Defensa de los derechos ciudadanos: las exigencias legales para combatir el cambio climático ocasionan un retroceso en los derechos del ciudadano. • El clima del futuro no es motivo de preocupación.• Los océanos -no el CO2- dirigen el clima. • La política del calentamiento global y las enseñanzas de la industria nuclear.• El informe del NIPCC (un informe no oficial del IPCC, en alusión al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático)
Como se puede apreciar, los temas tratados difieren tangencialmente de la situación real en el planeta. Atrás de estos tópicos e intereses se ocultan posiblemente enormes capitales monetarios que ven piedras en el camino puestas por los que buscan conservar la diversidad biológica de los últimos rincones del planeta que se han salvado del avance del hombre, así como por los que promueven un desarrollo sostenible que respete al medio ambiente. Es imposible no suponer que las grandes empresas vean amenazados sus afanes expansionistas cuando escuchan hablar del crecimiento de la percepción a nivel mundial de que el tema del calentamiento global forma ya, parte de la agenda internacional.
Así también, los dueños de estos enormes capitales monetarios deben haberse puesto pálidos tras leer el informe, producto de la Conferencia Mundial sobre el Clima realizada en diciembre de 2007 en Bali. En aquella reunión –donde participaron representantes de más de 187 Estados– se presentó un reporte que causó mucho revuelo por las implicancias políticas y económicas que trae consigo el calentamiento global en el planeta.
Específicamente, las grandes transnacionales energéticas se “ponen nerviosas” cuando se dan cuenta de que la humanidad intenta cambiar su dependencia de las fuentes de energía como el petróleo, el gas y el carbón. Este es el escenario perfecto para las “alianzas estratégicas” entre empresarios, científicos y políticos para intentar negar lo evidente, motivados por la ignorancia, el populismo y los intereses económicos.
Verdades
En el año 2006, la Royal Society, es decir la academia de científicos ingleses, le solicitó –en un acto realmente valiente– a la empresa ExxonMobil que deje de financiar grupos y organizaciones que dinamitan el consenso internacional sobre el calentamiento global y el consecuente cambio climático y sus consecuencias en el planeta. Según la Royal Society, dicha empresa financiaba a 39 de estos grupos que se encargaban de difundir información que sustentaba la falsedad del calentamiento global.
Felizmente en el Perú no tenemos algo así, ¿o sí? En estos días se vienen “movidas” en el campo político y ambiental en el país. Se nos viene el Ministerio del Ambiente, y con ello la desarticulación, fusión, incorporación y desaparición de diversos organismos del Estado. Del mismo modo, se discute aún la aplicación de leyes controversiales, como la denominada Ley de la Selva, así como la Ley de promoción del desarrollo sostenible de servicios turísticos en los bienes del patrimonio histórico del país. Tenemos mucho por discutir, monitorear y fiscalizar. Estemos también alertas para que los argumentos que se viertan en este panorama no sean “financiados” por intereses económicos. Debemos analizar detenidamente la información, los alcances de las leyes, las funciones de los ministerios (y de paso el accionar de nuestro ya mentado Congreso).
En la actual situación del país de un presumible despegue económico, en donde se viene fomentando la inversión económica a lo largo y ancho de nuestro territorio, no nos deben vender cebo de culebra ni ocultarnos la verdad. Es necesario estar sumamente atentos. No podemos negar algunas inversiones, pero siempre y cuando, estas asuman su responsabilidad ambiental, social y cultural.
Artículo publicado el 20 de marzo de 2008 en la versión online de la Revista Viajeros:
http://www.viajerosperu.com/articulo.asp?cod_cat=11&cod_art=856
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